El PP dice que no se quiso “ocultar” la reunión que el ministró ocultó en su agenda

La reunión el pasado 29 de julio entre el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el exvicepresidente económico del Gobierno, Rodrigo Rato –imputado por múltiples delitos de corrupción–, ha despertado las críticas de la oposición y ha provocado también numerosas reacciones en el seno del PP: el vicesecretario de Autonomías y Ayuntamientos Javier Arenas ha afirmado que "no ha habido ninguna intención de ocultar esa reunión", mientras que varios barones regionales y presidentes autonómicos han expresado su disgusto por el encuentro.

Tras conocer la petición de comparencia del ministro Fernández Díaz, Arenas declaró que el titular de Interior "ha dado ya todas las explicaciones" necesarias, aunque calificó de "acierto" su decisión de acudir a la Cámara baja para "abundar" en sus explicaciones. Arenas se mostró "convencido" de que el ministro dice "la verdad" y sostuvo que el hecho de que la cita tuviera lugar en la sede oficial del Ministerio prueba que "no ha habido ninguna intención de ocultar esa reunión". "Si hubiera habido intención de ocultarla", argumentó, no se habría celebrado en el Ministerio.

El vicesecretario no se refirió en sus declaraciones al hecho de que esa cita, que desde Interior se define como de carácter "exclusivamente personal", no figurara en la agenda de Fernández Díaz. De hecho, no se tuvo conocimiento del encuentro hasta que el diario El Mundo publicó el pasado sábado la noticia. En cualquier caso, Arenas dijo que "se está intentando construir un escándalo donde no lo hay" y recomendó a la oposición "no precipitarse antes la comparecencia del ministro", prevista para el viernes y que, en su opinión, dará "carpetazo" a la polémica.

Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha esquivado en hasta cuatro ocasiones las preguntas de los periodistas sobre este tema. Rajoy se remitió en todo momento a la comparecencia del ministro e incluso, en un par de ocasiones, optó por cortar a los periodistas antes de que concluyeran su pregunta. "El ministro del Interior va a dar la respuesta el viernes, pero no va a haber nada de particular como verá usted el viernes, o cuando proceda y diga la Mesa", se limitó a decir el líder del Ejecutivo.

Críticas de Cifuentes y Monago

En torno a esta misma cuestión, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, afirmó que el encuentro "no fue muy afortunado" y que ella no lo habría hecho. Cifuentes señaló que Rato es una persona que no le gusta y que, al menos en las circunstancias actuales, el ministro "no tendría" que haberse reunido con él. Eso sí, respaldó la versión oficial de Interior que dice que la cita se debió a la amistad entre el ministro y Rato, y ha agregado que este tema "se está aprovechando" para "hacer electoralismo", algo que tildó de "muy rastrero".

Así, tachó de "completamente insólito" que el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Antonio Hernando, planteara dudas sobre el contenido de ese encuentro. "Por parte del PSOE, es como querer hacer de esto algo para poner en cuestión la gestión del Ministerio de Interior, para mí no tiene ningún sentido", zanjó. El departamento de Jorge Fernández Díaz ha manifestado que las cuestiones procesales que afectan a Rato no se abordaron en el cara a cara, si bien el expresidente de Bankia ha asegurado que habló con el ministro de "todo" lo que le "está pasando".

Sobre esas dos versiones también habló el presidente del PP de Extremadura, José Antonio Monago, quien dijo que prefiere "creer" al ministro. "Quiero creer al ministro y no la versión que pueda dar el señor Rato, yo conozco a Fernández Díaz y no tengo por qué dudar de la honorabilidad del ministro", sentenció. A diferencia de lo expresado por Cifuentes, el expresidente extremeño subrayó que "no tendría ningún problema" en reunirse con Rato "con independencia de su situación", como lo haría con "cualquier otro ciudadano".

Consideró también que si Fernández Díaz llega a saber "la polvareda que ha levantado" y "las consecuencias" de dicha reunión, no se habría producido ese encuentro, que "no es lo más acertado estéticamente". "Estas cosas son terreno abonado para la polémica", apuntó Monago, quien dijo comprender "perfectamente" las sospechas de la ciudadanía sobre supuestas interferencias del poder político en investigaciones judiciales pero defendió que la Policía judicial "actúa con total y absoluta independencia y transparencia".

"No sobran" las explicaciones

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Más contundente se mostró el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que expresó que entiende que el polémico cara a cara pueda ser "censurable" y "discutible", y que por ello cree que "no sobran" explicaciones del ministro en sede parlamentaria. A renglón seguido apuntó que es el Gobierno del PP el que investiga a Rato y que le "preocupa" la creencia de que "por el hecho de haber tenido responsabilidades en el Gobierno del PP un ciudadano no sea investigado", cuando "lo que ocurre es que Rato sí es investigado y está siendo acusado".

En esa línea, el presidente del PP en Baleares, Miquel Vidal, dijo que "los políticos" deben "ser honrados y también parecerlo", y enfatizó su confianza en la explicación que ha dado el Ministerio del Interior sobre la reunión. De hecho, Vidal aseguró sobre la cuestión que la "amistad" entre dos personas debe estar por encima de los procesos judiciales. Y preguntado por si es ético que un ministro se reúna con un imputado, respondió que "depende del nivel de amistad entre las dos personas".

Por último, el presidente de la Región de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, señaló que "para que nadie dude" se debería informar del "contenido" de la cita y que se debería aclarar si ocurrió en un contexto "oficial". "Parece que en estos momentos, esa reunión inquieta a la opinión pública, pues para evitar eso lo mejor es luz y taquígrafos", añadió Sánchez en una rueda de prensa y al ser preguntado por este asunto.