El derecho a decidir (no vinculante) llega a la Feria de Abril

Pregunta 1: "¿Está de acuerdo en que la Feria de Abril de 2017 se celebre entre el domingo 30 de abril y el sábado 6 de mayo, ambos inclusive?" Pregunta 2: "¿Está de acuerdo con que la Feria de Abril cuente siempre con un día festivo?" El Ayuntamiento de Sevilla somete la semana que viene, entre el lunes 19 al viernes 23 de septiembre, estas dos cuestiones a consulta popular. El Consistorio, gobernado por el PSOE, pretende enganchar al electorado con un asunto con tirón y atractivo "que genera debate en la ciudad", de forma que se vaya desarrollando una cultura de la democracia participativa y se allane el camino a futuras consultas, explica a infoLibre un portavoz municipal. El derecho a decidir llega así a la fiesta del albero y las sevillanas. Eso sí, sin carácter vinculante.

El Ayuntamiento presenta este miércoles los detalles de la consulta, tras la cual el Gobierno local no quedará obligado legalmente a respetar los resultados. No obstante, el Consistorio se compromete a aceptarlos.

El Ayuntamiento ha tenido que desarrollar un procedimiento normativo ad hoc para esta consulta, ya que no ha considerado posible, o más bien conveniente, aplicar la actual Ley de Regulación de Consultas Populares de Andalucía, que "hubiera obligado a un desembolso económico", según el Ayuntamiento. Dicha ley establece requisitos formales muy exigentes para la celebración de consultas. Actualmente se encuentra en trámite la Ley de Participación Ciudadana, también de ámbito andaluz.

La participación en la consulta sobre la feria tiene lugar exclusivamente de forma telemática desde la web www.sevilla.org, aunque el Ayuntamiento abrirá centros cívicos y sedes de distritos municipales para poder votar en ellos a través de sus ordenadores. Los electores –mayores de 16 años empadronados en Sevilla– necesitan introducir su número de documento nacional de identidad y un código pin que a su vez puede solicitarse presencialmente o por internet.

El "estereotipo" de la "feria y la juerga"

La consulta se aprobó con el voto a favor de PSOE, IU y Participa Sevilla y la abstención de PP y Ciudadanos. Los dos partidos conservadores justifican su oposición en lo que consideran una supuesta falta de seriedad e interés de la consulta. Javier Millán, portavoz de C's, afirma que la consulta provocará un "esperpento" en los medios de comunicación, lo que alimentará el "estereotipo" de que a los sevillanos sólo les gusta "la feria y la juerga".

El Ayuntamiento ha venido gestionando el asunto con discreción, sin hacer bandera de la convocatoria. El PSOE se había comprometido en su programa a promover consultas populares. Todo lo que dice ahora el Gobierno que dirige Juan Espadas (PSOE) remite a un cierto perfil bajo, empezando por la afirmación de que no se hace uso de la Ley de Consultas de Andalucía porque supondría un desembolso económico extra. El Consistorio evita las expresiones populares como "referéndum" y "consulta popular" y se refiere a la convocatoria como "proceso de participación ciudadana".

La consulta es un melón por catar. Al no haber precedentes, es imposible hacer previsiones fiables sobre cuál será la acogida. El Gobierno local –explica un portavoz municipal– confía en que en los escasos días que quedan hasta el inicio de la votación la convocatoria llegue a la mayoría del electorado, para lo cual se celebrará este miércoles una rueda de prensa de presentación. Hasta la fecha no se ha hecho apenas promoción de la cita, que no está entre los asuntos habituales de refriega política.

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De seis a siete días

La elección de la cuestión con la que se estrenan las consultas populares en Sevilla no es casual. El asunto de la duración y día de comienzo de la feria lleva años coleando. Con el calendario propuesto, la feria empezaría a las 00.00 del domingo con el alumbrado y acabaría el sábado a medianoche con los fuegos artificiales. Los días de celebración pasarían de seis a siete.

El sector de la hostelería y los hoteles entiende que, al adelantar un día el inicio de la feria, obtendrá mayores beneficios. Para conseguir apartar la cuestión de lo meramente folclórico y evitar los riesgos de caricatura a los que apuntaba Javier Millán (C's), el Ayuntamiento insiste en ese mensaje: es una decisión importante que tiene calado económico para la ciudad.