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Festival de San Sebastián

Retratos adolescentes incómodos en una jornada gris del Festival de San Sebastián

Retratos adolescentes incómodos en una jornada gris del Festival de San Sebastián

Noticine | infoLibre

Para mayor gloria de dos producciones españolas presentadas fuera de concurso, la Colossal de Nacho Vigalondo y el documental-homenaje a Bigas Luna que trajo Javier Bardem, la competición del Festival de San Sebastián decayó este martes con dos dramas juveniles. El primero, Patio de juegos, del debutante Bartosz M. Kowalski, se inspira en los casos de niños asesinados por otros niños, y acaba como el rosario de la aurora, pero a lo bestia. Algo más relajada pero tampoco muy aleccionadora es la independiente As you are, dirigida por el estadounidense Miles Joris-Peyrafitte, que se vio en Sundance el pasado enero.

La película polaca ha sido la que más ha dado que hablar, casi siempre con un tono indignado. Lenta, contenida, y gris en la mayor parte de su metraje, se deja llevar por la descripción demasiado gráfica de la violencia ciega, un elemento coincidente en varias de las cintas del festival este año. Lo que la hace más insoportable es que víctima y victimarios son niños.

Tal vez ello explica que no fuera seleccionada, como la mayoría de las demás películas en competencia (salvo las españolas y una de las latinoamericanas) por el Festival de Toronto.

Con una duración de 85 minutos, Patio de juegos se hace casi eterna en sus primeros 50, para dejar toda la dinamita para el final. En estos tiempos en que la violencia es algo por desgracia también presente en los colegios, y los casos de acoso escolar están a la orden del día, esta cinta trata el tema desde la perspectiva de su director y coguionista, que primero nos presenta minuciosamente a cada uno de los protagonistas de la historia, para que al final explote en la cara y el estomago del espectador –algunos por cierto se han marchado a tiempo de no verlo, casi en desbandada–. Se trata de una película –como tal vez una realidad que no queremos ver– retorcida, cruel y dura, y su director, lejos que querer mitigar su parte más despiadada, la acentúa con su cámara que no oculta casi nada.

Patio de juegos a lo mejor encajaría mejor en otro tipo de festival, alguno especializado en terror, que es lo que genera la actitud de estos niños, preadolescentes, que se desatan en el ultimo día de clase, cuando todo tiene que ser bonito e ideal, cuando es costumbre llevar flores al cole para los profesores y despedirse de los compañeros de clase.

Se muestra a su vez el descubrimiento de los chicos en ese florecer a la adolescencia, con vidas muy diferentes pero extrañas, no las recomendables para tener un desarrollo ortodoxo, algunas obviedades o justificaciones por los que les toca a dos de ellos vivir en casa, los tres de estratos sociales muy diferentes y como telón de fondo, una Polonia deprimente, sin emoción y casi sin color. En este marco unos niños se convierten en raptores y asesinos de otro niño pequeño, de un bebé, ejerciendo la violencia por el placer de la violencia.

Por su parte, algo mayores son los otros adolescentes del día, los de As you are, drama juvenil en los primeros años 90, que que narra la existencia triste de un joven que vive con su madre en una familia uniparental. Jack no tiene amigos, es un chico introvertido que apenas se relaciona con nadie, pero la vida gira y el nuevo novio de la madre, que tiene también un hijo en custodia, será el nuevo amigo y confidente del joven.

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La cinta transcurre en parte en las estancias de interrogatorios de la policía, para combinar su desarollo con muchas escenas en flash back, donde se cuenta lo que pasó en realidad con estos muchachos que experimentan por primera vez con la droga, el sexo y las armas.

También se trata de una ópera prima, la del ahora veinteañero Miles Joris-Peyrafitte, que a ratos puede generar simpatías pero no deja de ser un cine minoritario y de escasa tensión dramática.

En el marco del festival el director vasco Juanma Bajo Ulloa presentó su libro Cine en las entrañas y, como colofón del día, la otra premio Donostia de este año, Sigourney Weawer, llegó a primera hora de la tarde al hotel Maria Cristina, haciendo una entrada rapida y discreta.

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