Guerra en Siria
Casi dos millones de personas se enfrentan a la falta de agua potable en Alepo
Naciones Unidas expresó este lunes su "profunda preocupación" por el hecho de que 1,8 millones de personas residentes en la provincia siria de Alepo (norte) hayan quedado sin suministro de agua debido a las acciones del grupo yihadista Estado Islámico.
El portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, indicó que los cortes han tenido lugar desde el 14 de enero, resaltando que la principal fuente de agua está bajo control de los yihadistas.
"La ONU continúa respondiendo a la crisis de carencia de agua, ofreciendo combustible para operar un centenar de pozos profundos y apoyando el transporte de emergencia de agua en beneficio de cerca de un millón de personas", dijo.
Las fuentes de agua se han convertido en eje central de los últimos combates en el país, y en enero el Ejército recuperó el control del valle de Barada, donde está una importante fuente de agua que suministra a buena parte de la capital, Damasco.
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La toma de Barada marcó la caída de otra zona que estaba en manos de los rebeldes, y tuvo lugar semanas después de que los insurgentes fueran expulsados de las áreas que controlaban en la localidad de Alepo, su último gran bastión urbano.
Por otra parte, Dujarric explicó que un convoy de la ONU, la Cruz Roja y la Media Luna Roja Árabe Siria entregó alimentos y medicinas a 84 personas en la localidad de Talbiseh, en la provincia de Homs.
En este sentido, reiteró el llamamiento del organismo internacional para que las partes en conflicto "ofrezcan acceso incondicional, sin obstáculos y sostenido a los 4,72 millones de personas residentes en zonas de difícil acceso, entre ellas 600.000 en zonas sitiadas".