IU avanza hacia la 'marea andaluza'

Ernesto Alba, responsable de acción y relaciones políticas de la dirección de IU, estrecho colaborador de Alberto Garzón, fue elegido este domingo secretario general del Partido Comunista de Andalucía (PCA), la mayor federación del PCE, en cuyo rumbo es determinante. La elección de Alba fortalece a las actuales direcciones de IU en España y Andalucía, lideradas por Garzón y Antonio Maíllo, partidarios de la superación de la actual IU y de la confluencia electoral con Podemos.

La hoja de ruta se resume en superar la actual IU, devolverle el carácter de movimiento político y social, participar activamente en los conflictos sociales y formar parte de los espacios de confluencia electoral de "ruptura". Tanto Maíllo como Teresa Rodríguez (líder de Podemos en Andalucía), así como el propio Ernesto Alba, son partidarios de un "nuevo sujeto político andaluz", objetivo que avanza con la elección del nuevo secretario general del PCA. El propósito de construir una marea andaluza –o similar– para afrontar el próximo ciclo electoral está más cerca. Las autonómicas andaluzas están previstas para la primavera de 2019, si aguanta hasta entonces el pacto de PSOE y Ciudadanos, que parece sólido. Poco después serían las municipales. Podemos (15) e IU (5) sumaron 20 parlamentarios en las últimas autonómicas, lejos de los 47 del PSOE. Su gran desafío es hacer una suma multiplicadora.

La lista de Alba, de 35 años y nacido en Conil de la Frontera (Cádiz), localidad históricamente gobernada por IU, ha ganado con 171 votos de delegados en el congreso celebrado en Albolote (Granada), lo que supone un 62% de los apoyos, frente a los 105 votos, el 38%, de la candidatura encabezada por Miguel Ángel Bustamante, diputado de Unidos Podemos por Sevilla en el Congreso. Bustamante, abierto partidario de la salida de la UE, contaba con el apoyo del histórico dirigente Felipe Alcaraz.

Sale de la secretaría general, tras siete años al frente del comunismo andaluz, el cordobés José Manuel Mariscal. El informe de la dirección saliente se aprobó con 174 votos a favor, 28 en contra y 29 abstenciones.

Alba, que había integrado en una candidatura conjunta a la parlamentaria andauza por Córdoba Elena Cortés, contaba con el apoyo expreso y activo de los coordinadores federal, Alberto Garzón, y regional, Antonio Maíllo. Ambos habían defendido claramente su candidatura. La elección de Alba supone un afianzamiento del rumbo político dado por Garzón en España y Maíllo en Andalucía a la coalición.

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El nuevo secretario general es partidario de la superación de la actual IU, de la recuperación de su condición original como movimiento político y social, así como de la participación en espacios de confluencia con Podemos y otras organizaciones de "ruptura", el concepto elevado a categoría política por la actual IU, y que encarna una pretensión de desbordamiento del marco político salido de la transición.

En su discurso de cierre, ya como líder del PCA, Alba afirmó que el objetivo del congreso no había sido "debatir con quién hay que hacer un pacto electoral" ni "discutir cómo conseguir un pequeño espacio en las instituciones". "Vamos mucho más allá de eso. El objetivo es recordarle al mundo que el Partido Comunista tiene declarada una lucha sin descanso al capitalismo y al patriarcado", afirmó.

El PCA que sale de su XII Congreso defiende "un nuevo espacio que recoja la IU actualmente existente y vaya más allá". Este "fortalecimiento organizativo y político del PCA deberá tener un correlato con la reivindicación de recursos financieros que le permitan desarrollar esa acción, a través de protocolos con IU y en los espacios de confluencia que se construyan", según ha informado el partido, que "participará, con IU, como sujeto activo en los espacios de confluencia".