Los 'comunes' debaten este sábado su papel en el 1-O y deciden su pregunta a las bases

El referéndum del 1-O se acerca y Catalunya en Comú define este sábado su grado de implicación como partido en el mismo. La Coordinadora Nacional del partido que aúna a ICV, EUiA, Barcelona en Comú y los críticos de Podemos Cataluña se reunirá para debatir sobre su plan de acción durante las semanas previas a la consulta, toda vez que ya decidió en julio apoyarla pero sin considerarla un referéndum vinculante y tomándola sólo como una movilización. No obstante, la decisión final sobre si llamar o no a la votación la tomarán las bases, que están llamadas a pronunciarse al respecto en una consulta entre el martes y el jueves que viene, cuya pregunta la decidirá este sábado la dirección de Catalunya en Comú.

La aprobación exprés de las leyes de referéndum y transitoriedad jurídica en el Parlament que tuvo lugar el miércoles y el jueves ha tensado las costuras de los comunes. El grupo en el que se referencian en la cámara catalana, Catalunya Sí que es Pot, consiguió mantener la disciplina de voto para abstenerse en la votación de la primera de las normas y votar en contra de la segunda, pero no sin polémica. Y es que el líder de Podemos Cataluña, Albano Dante Fachin –que no forma parte de Catalunya en Comú– denunció que el portavoz del grupo, Joan Coscubiela (ICV), se había negado a cederle parte de su turno de intervención, por lo que los diputados morados abandonaron sus escaños durante el discurso de Coscubiela. 

Este episodio reveló la tensión que existe dentro del grupo parlamentario de los comunes en el Parlament. No obstante, la reunión de Catalunya en Comú de este sábado promete ser más tranquila, entre otras cosas porque la dirección de Podemos Cataluña –que, contra el criterio de la dirección estatal de la formación morada, pide la participación en el 1-O– no pertenece al partido. Pero eso no significa que entre los dirigentes de ICV, EUiA y Barcelona en Comú que componen la cúpula de Catalunya en Comú no existan diferencias, aunque según insisten las fuentes consultadas, "no hay ninguna duda a la hora de defender que esto es una movilización legítima pero no un referéndum, porque no tiene garantías democráticas".

"Lo que tenemos que debatir el sábado, básicamente, es si llamamos o no a participar", explica un dirigente de la dirección de Catalunya en Comú. Otras fuentes de los comunes, por su parte, señalan que en el encuentro "se va a aprobar la pregunta a las bases, pero no una posición, porque no va a haber posición oficial previa". ¿Y cómo se reparten las posturas entre la militancia? "La mayoría, en torno a un 60% de las bases, son partidarios de tener un proyecto propio para conseguir una nueva mayoría, y puede decirse que hay un 20% de federalistas light y otro 20% de independentistas", resumen estas fuentes. A nivel de partidos, ICV es la que ve con más reticencias el 1-O, mientras EUiA aprobó este viernes que la formación defienda llamar a las urnas en la consulta, aunque explicitando que "no se producirá el referéndum efectivo que la sociedad catalana necesita".

La decisión que tomen finalmente las bases de los comunes es clave para el éxito del referéndum del 1 de octubre y, especialmente, para el relato que independentistas y no independentistas puedan hacer al respecto. "Somos conscientes de que nuestra postura la van a utilizar pase lo que pase: si va mucha gente a votar, lo hará Junts pel Sí, y si no, el PP dirá que el derecho a decidir está muerto", apunta un dirigente de Catalunya en Comú, que no obstante se muestra confiado en que el partido será "fuerte" y podrá difundir su tercera vía en mitad del ambiente polarizado previo al referéndum.

Colau pide garantías a Puigdemont y Junqueras

No obstante, el debate que tendrá lugar este sábado en la reunión de la Coordinadora Nacional de Catalunya en Comú no afectará a la decisión de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, con respecto a la apertura de los colegios –que son de propiedad municipal– en la Ciudad Condal el 1 de octubre. Y por lo pronto, el teniente de alcalde Gerardo Pisarello anunció este viernes que el consistorio barcelonés ha detenido la búsqueda de locales para el referéndum a raíz de la suspensión cautelar dictada por el Tribunal Constitucional.

En una carta firmada por Colau y adelantada por infoLibre, el ayuntamiento reclama al presidente y al vicepresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, que garanticen la protección de los empleados municipales "ante las nuevas circunstancias". Les comunica además que ha solicitado un informe al secretario general del consistorio sobre la "disponibilidad" de los 260 colegios y más de 1.300 mesas electorales, aunque les recuerda que esos trámites han quedado "afectados por la suspensión de la ley del referéndum".

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A este respecto, fuentes de la corporación barcelonesa consultadas por este diario critican que asociaciones próximas a la Generalitat, como la Assemblea Nacional Catalana (ANC), afirmen que más de 500 municipios ya se han comprometido a poner a disposición del 1-O sus colegios. "La clave es que ni la Assemblea ni la Generalitat están aclarando si esos 500 ayuntamientos se han pronunciado antes o después de la suspensión del Constitucional", apuntan estas fuentes, que consideran que lo que se está intentando es poner los focos y "toda la presión" en la decisión que tome el consistorio barcelonés.

A título personal, no obstante, ya hay varios pesos pesados de Cataluya en Comú que se han pronunciado sobre sus intenciones el 1-O. El líder de EUiA, Joan Josep Nuet, aseguró hace meses que tiene pensado votar en la consulta aunque sin entenderla como un referéndum, mientras Joan Coscubiela (ICV) sostiene, por el contrario, que ir a las urnas el 1 de octubre, aunque se haga insistiendo en que el referéndum no es vinculante, puede acabar dando fuerza una declaración unilateral de independencia. Colau, por su parte, no se ha pronunciado, pero sí lo ha hecho Pisarello para defender el voto favorable a la independencia de Cataluña, aunque a su juicio esto no sea más que una forma de "rebelarse contra el autoritarismo centralista".

Además, hace unos días unos 300 militantes y dirigentes de Catalunya en Comú –que aún no han desvelado sus nombres– hicieron pública la elaboración de un manifiesto en el que llaman a no participar en una votación que carece de las mínimas "garantías" y que es para el independentismo "una justificación no homologada democráticamente para continuar con el proceso, la declaración unilateral de independencia, la desconexión y el choque suicida contra el muro del Estado".