El futuro de Cataluña
La Autoridad Fiscal advierte de que la prolongación de la crisis catalana cuadriplicará la caída del PIB prevista
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) cree que el impacto de la crisis catalana en la economía española calculado por el Gobierno, tres décimas de caída en el PIB de 2018, puede quedarse corto si la incertidumbre asociada al conflicto persiste en el tiempo. De hecho, ha calculado que, en el peor de los escenarios, una crisis política intensa y duradera, ese impacto puede multiplicarse por cuatro: el PIB se recortaría hasta en un 1,2% el próximo año. Es decir, en lugar del 2,7% que la AIReF prevé que crezca la economía española en 2018 –el Gobierno calculó primero un 2,6% y ahora lo ha dejado en el 2,3% por la crisis catalana–, el PIB medraría sólo el 1,5%.
Y ese freno económico se traduciría, a su vez, en un aumento del déficit público de entre dos y cinco décimas, lo que dificultaría el cumplimiento del objetivo del 2,3% para 2018.
Pero ese impacto sería sólo una parte del efecto que la crisis catalana puede tener sobre la economía española, asegura la AIReF. Además de ese “shock común”shock, como lo denomina el organismo, se producirá una perturbación adicional, “idiosincrática”, en la propia Cataluña en la propia Cataluña, que la AIReF no se ha “atrevido” a cuantificar. No existen “episodios” históricos comparables, admiten sus analistas, de un shock de estas características cuyas consecuencias se puedan estudiar de forma separada del resto de las comunidades autónomas. Pese a la dificultad de predecirlo, ese efecto será “muy grande”, siempre dependiendo de la duración de la incertidumbre.
En cualquier caso, la Autoridad Independiente calcula que por cada punto de caída de la actividad económica en Cataluña, en el conjunto de España el crecimiento se resentiría en 0,22 puntos porcentuales adicionales. Y un recorte del empleo del 1% en Cataluña se traduciría en una reducción del 0,17% en el resto del país y del 0,21% en el empleo agregado. Hay que recordar que el PIB catalán supone un 19% del nacional. Es lo que la AIReF llama “efecto desbordamiento” o spill-over.
Este año aún no se notará
Respecto al impacto común del conflicto catalán, la AIReF tiene clara que se notará en la inversión y el consumo, al posponerse las decisiones de compra de los particulares y de emprendimiento de nuevos proyectos empresariales, así como en los mercados financieros –con costes adicionales por una mayor prima de riesgo–. También cree que se racionará el crédito, porque aumentarán los tipos de interés y se endurecerán las condiciones para financiar proyectos.
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Respecto al impacto propiamente catalán, sin embargo, la Autoridad Fiscal admite que las “métricas actuales no sirven” para hacer pronósticos, por lo que piensa en dar más importancia a “elementos cuantitativos”. “No somos capaces de dar números ni hablar de probabilidades”, destacan sus analistas.
Finalmente, la AIReF advierte de que el efecto del problema catalán en las cifras macroeconómicas de este año que termina no debería ser “importante”, fundamentalmente por el “arrastre” del buen comportamiento de la actividad a lo largo de todo el año. Con un crecimiento del 0,8% trimestral, los últimos tres meses del año no deberían resentirse. Sólo una caída del 0,4% de aquí a diciembre pondría el crecimiento de la economía española por debajo del 3% este año. Y un freno de ese calibre, recuerda el organismo independiente, es “poco probable”, sólo ha ocurrido en menos del 15% de los casos desde los años 90.
Tampoco el hecho de que los Presupuestos Generales del Estado hayan debido prorrogarse debería tener un impacto sustancial, recalca la Autoridad Fiscal: los presupuestos de las comunidades autónomas y los ayuntamientos para el próximo están aprobados, y los de la Seguridad Social son casi una foto fija de cotizaciones y prestaciones, explican los analistas. “La foto con unos Presupuestos nuevos o unos prorrogados no es tan distinta”, tranquilizan.