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La gestión del conflicto catalán divide a los barones socialistas a seis meses de las autonómicas

Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, en un acto del PSOE.

Fernando Varela

La advertencia que el presidente Pedro Sánchez hizo esta semana al president Quim Torra y a las fuerzas independentistas, PDeCAT y Esquerra, subrayando que su Gobierno no tolerará ninguna actuación del Govern fuera de la Constitución y del Estatut y que enviará a la Policía y la Guardia Civil si los Mossos no hacen frente a las acciones de los CDR, no ha conseguido acallar el creciente runrún de los barones socialistas más críticos con la política de diálogo para resolver el conflicto en Cataluña.

Al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que el miércoles sugirió la conveniencia de ilegalizar a los partidos independentistas, una posibilidad sobre la que la derecha lleva especulando varios meses, se sumó el jueves su homólogo aragonés, Javier Lambán, para quien la medida no debe descartarse porque “la democracia tiene derecho a defenderse de sus enemigos”.

Lambán se mostró abiertamente crítico con el presidente Sánchez, al que reprochó su optimismo en relación con Cataluña. Él, precisó, es “pesimista. Pienso que a no mucho tardar no le va a quedar más remedio que asumir todas las competencias en materia de orden público en Cataluña”, anticipó.

El presidente aragonés responsabilizó de la situación al Gobierno, sin distinguir en ningún momento el de Sánchez del de Mariano Rajoy, porque en los últimos años ha hecho “dejación de funciones” en la comunidad catalana. “El Estado ha de volver a Cataluña con todas las consecuencias, de la misma manera que está presente, por ejemplo, en Aragón. Y eso trasciende a una aplicación del artículo 155”, agregó.

Lambán admitió además que los barones socialistas están “preocupados”, pero no por un hipotético castigo en las urnas, sino por lo que consideran “un ataque a los pilares democráticos”. “Cada comunidad autónoma tiene su propia dinámica electoral. Los comportamientos electorales tendrán unas razones diferentes en cada región. La propia Susana Díaz ha hecho referencia a lo que podría haber afectado a las elecciones andaluzas. Cataluña es una de ellas. Sobre cualquier decisión, va a sobrevolar de manera inevitable lo que pasa en Cataluña o lo que va a pasar”, razonó.

A los pronunciamientos de Page y Lambán respondió, en nombre del Gobierno, su ministra portavoz, Isabel Celaá, marcando distancias con la posibilidad de intentar ilegalizar a los partidos independentistas. “Son sus reflexiones”, declaró la ministra en los pasillos del Congreso.

La representación del partido la asumió el portavoz de la ejecutiva y alcalde de Valladolid, Óscar Puente. “No estamos en ese momento, estamos intentando arreglar ese problema, y tenemos que intentarlo hasta donde se pueda”, señaló.

“Deberíamos ponderar la posición de Sánchez, tirar por la calle del medio es siempre más sencillo, y a algunos es lo que les pedirá el cuerpo, pero el presidente intenta elevarse por encima de la confrontación, que es su papel”, explicó Puente.

El propio Page quiso matizar el jueves sus palabras: “No sugerí como tal que se ilegalice un partido que defiende la independencia, sino que al paso que van, si se instalan estructural y sistemáticamente en el desacato absoluto, habrá que responderle con una autodefensa del sistema”, declaró.

En cualquier caso, Lambán y Page son, junto a la presidenta en funciones de Andalucía, Susana Díaz, y al jefe del Gobierno extremeño, Guillermo Fernández Vara, la punta de lanza del sector del PSOE que perdió las primarias frente a Sánchez hace año y medio, un grupo en el que abundan los dirigentes contrarios a dialogar con el independentismo catalán.

Vara es de todos ellos el que mejores relaciones mantiene con la actual dirección del PSOE. De hecho, este mismo jueves valoró el mensaje “contundente, firme y sereno” que Sánchez lanzó este miércoles desde la tribuna del Congreso. El presidente extremeño subrayó que “hay líneas que no se pueden traspasar y, si se traspasan, pues [Quim Torra] tiene que saber que habrá respuesta”.

Sobre una nueva intervención de la autonomía catalana a través del artículo 155 de la Constitución, Vara aseguró, en línea con la posición oficial del PSOE y del Gobierno, que hay que esperar a que “se den las circunstancias”. Cuando le preguntaron si no se dan todavía, tras los acontecimientos de este fin de semana, el presidente extremeño respondió de manera ambigua al limitarse a decir que es “el inicio de un camino muy peligroso por el que el Gobierno catalán está intentando transitar”.

Otros barones que en mayo también se juegan la presidencia de sus respectivas Comunidades Autónomas también están preocupados tras el mal resultado en Andalucía pero mantienen una posición mucho menos dudosa hacia el presidente Sánchez. Es el caso de la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, que elogió al Gobierno por estar “intentando acercar posturas, intentando desde la colaboración buscar salidas” al conflicto catalán, para que Cataluña “se sienta cómoda en España y España se sienta cómoda con Cataluña”. Aunque reconoce que para tener éxito “tienen que querer las dos partes” y la actitud del Govern catalán en estos momentos le parece “radical e irresponsable”.

Armengol defendió que la posición del Gobierno central de comenzar con comisiones bilaterales y tratar de “acordar políticas necesarias empieza un camino”. “Empezamos a caminar, pero creo que esto no se resolverá ni en un mes ni en dos”, concluyó.

En términos parecidos se expresó el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, que rechazó expresamente la idea de ilegalizar a los partidos independentistas. “Las reglas del juego están para jugar, las ideas se tienen que presentar, pero lo que no hay es que romper el campo de juego”, señaló. Puig dejó que claro que, en su opinión, el Gobierno central “está haciendo una apuesta inteligente para intentar solucionar un conflicto grave que existe” y recordó que ya se conocen los resultados conseguidos en el pasado por Mariano Rajoy.

El fracaso de Rajoy

“Yo no digo que esta [apuesta] tenga éxito asegurado, porque es muy difícil, pero lo que es evidente es que la tesis anterior, la estrategia de la derecha respecto a Cataluña desde los años 2000 nos ha llevado a esta situación", indicó.

La política, concluyó, “es un instrumento de diálogo para solucionar problemas, no es el posicionamiento de la confrontación como modelo de funcionamiento”. Por eso no le gustaría que el Gobierno acabe teniendo que invocar el artículo 155: “Ya hemos visto que tampoco es la solución”. Dentro del marco constitucional “hay muchas posibilidades y hay que intentar buscar las fórmulas para que se establezca de verdad un diálogo consecuente con las necesidades de los ciudadanos”.

El presidente valenciano defendió expresamente la política de Sánchez, que “intenta reducir los costes de la fractura social” y reivindicó que “apostar por el diálogo no es una política menor” o “débil”, sino que “la fortaleza está en las convicciones y en la capacidad de presentar una salida”, informa Europa Press.

Del lado del presidente también está el candidato socialista a la Presidencia de Asturias, la sexta comunidad con gobierno del PSOE. En los últimos días Adrián Barbón ha distanciado la realidad del Principado de la situación andaluza. “La realidad sociológica y política de Andalucía no es igual que la de Asturias, no debemos confundir los análisis”, declaró recientemente. Así, por ejemplo, ha hecho notar que “en Andalucía nunca ha gobernado la derecha, pero en Asturias sí, y han dejado bastante mal recuerdo”.

Barbón ha evitado, en todo caso, relacionar el resultado andaluz con Cataluña, y prefirió hablar de la desmovilización de la izquierda. Para evitarlo, la Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE) “va a aplicar la receta de profundizar en la estrategia del cambio porque es lo que genera reconexión con la sociedad y esperanza, y nuestro reto es movilizar a la Asturias progresista”. A diferencia de otros barones, el candidato asturiano se propone además “profundizar y explicar la política social y la acción del Gobierno estatal, qué significa el Presupuesto o el salario mínimo interprofesional” y aclarar que “frente a una derecha tensionadora y de crispación y miedo, la izquierda ha dado ejemplo con el diálogo y el acuerdo presupuestario en Asturias”.

El resto de barones socialistas, que están en estos momentos en la oposición en sus respectivos territorios —Madrid, País Vasco, Cataluña, Galicia, Castilla y León, Cantabria, La Rioja, Navarra, Murcia y Canarias—, se reunieron el miércoles con Sánchez en las dependencias privadas del presidente en el complejo administrativo de la Moncloa para analizar la situación creada tras el desastre electoral andaluz. No pudieron asistir el catalán Miquel Iceta y el castellanoleonés Luis Tudanca. Durante el encuentro Sánchez les transmitió su voluntad de prolongar la legislatura hasta otoño y defender la agenda social del Gobierno haya o no Presupuestos. Y les pidió unidad para hacer frente a los próximos meses.

Todos ellos se alinean con las tesis de Sánchez, especialmente Iceta, con el que el líder del PSOE mantiene una estrecha identidad de criterio sobre el conflicto catalán. En nombre de los socialistas catalanes, su diputado en el Congreso José Zaragoza rechazó también la idea de ilegalizar partidos independentistas. “No se trata de ilegalizar partidos políticos por lo que defienden políticamente”. Zaragoza no tiene dudas de que “si alguien incumple la ley de partidos tendrá sus consecuencias”, pero hoy por hoy “nadie se ha saltado la ley”, recordó en declaraciones a Europa Press.

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Como era de prever, PDeCAT y Esquerra recibieron entre el estupor y la indignación las palabras de Page y Lambán. El portavoz de Esquerra Republicana (ERC) en el Congreso, Joan Tardà, las calificó de “locura”. “Si se creen que así van a resolver algo o a seducir a Cataluña, están tan equivocados... Me parece que lo que van a hacer así es dinamitar y hacer sufrir a la misma democracia española”, precisó.

El portavoz del PDeCAT, Carles Campuzano, aconsejó a Sánchez alejarse de “un PSOE viejo y caduco, acomplejado con la derecha”. La izquierda del PSOE debe entender, añadió, que la mejor manera de combatir la hegemonía de la derecha es tener un proyecto de España inclusivo, basado en el carácter plurinacional del Estado, porque si no lo hace, “van a hacer más posible que la independencia llegue más pronto que tarde y, sobre todo, van a entregar el poder a la derecha”.

“Pedro Sánchez debe saber que aquello que da fuerza a los independentistas son precisamente ese tipo de discursos que niegan lo más esencial, el carácter democrático de nuestra nación y que España es un Estado plurinacional”, concluyó.

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