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Las incógnitas del móvil robado

El informe más esperado en el caso de la exasesora de Iglesias no aporta datos nuevos que permitan incriminarle

La exasesora de Podemos Dina Bousselham a su llegada a la Audiencia Nacional en Madrid, este lunes.

El informe más esperado en el caso de Dina Bousselham, la antigua asesora de Pablo Iglesias a quien en noviembre de 2015 le robaron un móvil con archivos que terminaron publicados por algunos medios y de los que apareció copia en el domicilio del comisario Villarejo, ha llegado a manos del juez sin que su contenido aporte nuevos datos que permitan incriminar al vicepresidente y líder de Podemos. El informe fue solicitado mediante comisión rogatoria por el juez Manuel García Castellón, que ha colocado a Iglesias en su punto de mira bajo el argumento de que entregó la tarjeta con retraso y dañada a Bousselham tras haberla recibido meses antes de un periodista. 

La intención del magistrado era averiguar la posible existencia de la comisión de un delito de daños sobre dispositivos informáticos y de otro de apoderamiento de datos reservados de carácter personal. Fuentes conocedoras del caso aseguran que ni el informe augura un inmediato cierre de las diligencias ni, en sentido opuesto, introduce nuevos elementos perniciosos. 

Lo que a lo largo de sus 40 páginas sostienen en el informe los técnicos de Gales a quienes la pareja de Bousselham envió la tarjeta en septiembre de 2017 en un intento por recuperar los archivos es lo siguiente: que el dispositivo estaba "físicamente intacto y no tenía cortocircuitos" pero que "no se pudo acceder [a su contenido] usando nuestro software especializado en recuperación de datos". Por qué eran inaccesibles los datos mediante la utilización del software especializado es algo que no aparece en el informe. Ni tampoco el momento en que se pudo producir ese daño. 

Ahora bien, la empresa –la española Recuperación Express, cuyo laboratorio se encuentra en Gales– ofreció a Ricardo Sá Ferreira, la pareja de Bousselham, llevar a cabo un proceso más complejo y caro de recuperación. El éxito no estaba asegurado pero las posibilidades ascendían en general al 70%  -explicó uno de los técnicos en un correo electrónico dirigido a Sá Ferreira. Y en el caso de Recuperación Express las opciones de recuperar los archivos llegaban al 92%, añadía el email. La propuesta no convenció a la pareja por el precio del trabajo. Y la tarjeta les llegó de vuelta sin que se hubiera producido el intento de recuperación.

La oferta había llegado después de que uno de los ingenieros de la empresa declarase "el dispositivo irrecuperable" pero agregando a continuación que "se necesita más trabajo del departamento de I+D". Es decir, no parece que fuese "irrecuperable" de manera taxativa.

En el auto donde en junio confirmaba su decisión de ordenar a la dueña del móvil robado que se buscase otro abogado para no compartir la misma defensa con Iglesias porque se producía un "conflicto de intereses", el juez daba por hecho una afirmación grave: que el máximo dirigente de la formación morada "devolvió dañada a Dina Bousselham su tarjeta de memoria". Al final, y para evitar nuevas complicaciones, quien cambió de abogado fue Iglesias. Y Bousselham se quedó con Marta Flor, la abogada de Podemos cuyos comentarios en un chat privado han creado serias complicaciones a uno de los fiscales del caso, Ignacio Stampa, con quien se jactaba de tener una relación que la Fiscalía en absoluto considera acreditada.

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En un auto anterior, García Castellón invocaba un informe de la Sección de Ingeniería e Informática Forense e introducía otra afirmación que señalaba a Iglesias:  la tarjeta aportada al juzgado por Dina Bousselham "presenta daños físicos (está parcialmente quemada), como se puede apreciar en la imagen, lo que impide que se pueda leer y, por lo tanto, no se puede realizar la imagen forense ni acceder a los datos contenidos en su interior". Esa afirmación llevó a distintos medios a interpretar que Iglesias había "quemado" la tarjeta.

Pero ahora el informe corrobora que esa hipótesis es directemente imposible: porque cuando Dina y su pareja la enviaron a Gales en septiembre de 2017, es decir, meses después de que Iglesias se la hubiese devuelto, la tarjeta esta "físicamente intacta". En junio, un directivo de Recuperación Express ya había confirmado al diario Abc que la quemadura parcial de la tarjeta se hizo en Gales. ¿Por qué? Porque el laboratorio quema la cubierta de plástico de estos dispositivos para analizar su interior antes de proceder a abrirlos. 

El informe señala que durante su manipulación para el análisis del soporte, los técnicos de la empresa retiraron el revestimiento de plástico que cubre la tarjeta. Y "es posible que eliminaran mucho más del recubrimiento", asegura el texto.

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