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La patronal mayoritaria de VTC maniobra para que 4.000 conductores de Uber y Cabify en Madrid no cobren salario cuando no lleven viajeros en su jornada laboral
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Las aguas en el sector de Vehículos de Transporte con Conductor (VTC), encarnado en las principales ciudades de España por Uber o Cabify, están muy revueltas. Especialmente en pandemia, con el desplome de clientes. Prueba de ello es el convenio ilegal que ha tratado de firmar en Madrid la patronal mayoritaria de VTC, Unauto, con el Sindicato Libre de Transporte (SLT): el convenio, anulado por la Dirección General de Trabajo de la Comunidad de Madrid el pasado 28 de febrero, contemplaba que no sería considerado "tiempo de trabajo efectivo" conducir durante la jornada laboral sin viajeros a bordo.
Hubiera afectado a alrededor de 4.000 conductores madrileños de Uber o Cabify, pero el convenio fue anulado por la Comunidad de Madrid por defecto de forma, según adelantó en su momento Europa Press. Lo que no ha trascendido es el contenido del convenio, especialmente sus puntos más polémicos. "No se entenderá comprendido en tiempos de conducción realizados por requerimiento del empresario el mero hecho de estar circulando por un área metropolitana en los que la plataforma electrónica de contratación no esté demandando servicios". El convenio sí será de aplicación para los afiliados del SLT y para aquellos conductores que lo soliciten voluntariamente.
Al anularlo, la Comunidad de Madrid no entró en el fondo de la cuestión, sino que lo tumbó por dejar de lado a CCOO y UGT. "La representatividad de SLT en el momento de la constitución de la mesa negociadora del convenio colectivo es del 50% del sector", reza la resolución de la Dirección General de Trabajo, "y si bien ostenta mayor representatividad que la de los sindicatos UGT y CCOO, ésta no alcanza la mayoría absoluta necesaria requerida para la suscripción de un convenio colectivo estatutario". La madeja de empresas y grupos que trabajan con las VTC complica la fotografía del sector. Hay dos patronales grandes (Unauto y Aseval) y tres empresas principales (Moove Cars, Vector Ronda y Auro New Transport) que trabajan con unos 25.000 conductores en toda España con las app de Uber y Cabify, según la estimación que hizo en enero Business Insider. El 75% de la fuerza laboral es asalariada, pero es un colectivo muy precario y cambiante.
El convenio ilegal igualmente no considera tiempo de trabajo efectivo "los desplazamientos que el conductor haya realizado en el vehículo de la empresa desde o hacia su domicilio, donde realizará las pausas de comida o descansos correspondientes". "Muchas veces sales trabajando de casa. Y eso es tiempo de trabajo. Es una salvajada", denuncia Francisco Antón, delegado de UGT.
Otro de los puntos que más revuelo han causado del convenio se localiza más adelante, en el artículo relativo a "faltas y sanciones". Una de las causas que se consideran "faltas muy graves" es "la disminución continuada y voluntaria en el rendimiento del trabajo normal o pactado". Esta cláusula se refiere a facturar "por debajo de un 20% de la media" durante "dos meses seguidos" o "tres discontinuos". Y añade que esto sucederá "siempre y cuando sea por causas imputables al conductor". Los trabajadores hablan de sanciones de 4.000 euros, o de meses sin empleo y sueldo. Algo que ya ha estado sucediendo en Moove, rescatada por Uber, según reveló infoLibre el pasado 7 de marzo.
Los viajeros se han desplomado a raíz de la pandemia de covid-19. La cláusula sancionadora inicialmente recoge que "en ningún caso" será motivo de penalización las causas "relacionadas con la reducción de demanda de servicios por motivos ajenos al conductor", lo que induce a pensar que el coronavirus no es un motivo. Pero a continuación señala que, "para tal efecto", no se tendrán en cuenta "los días de licencias retribuidas, descansos, bajas médicas, maternidad o paternidad, horas sindicales, etcétera".
"Lo que más me acojona es el régimen disciplinario", estalla Juan Fernández, delegado de CCOO. "Nos van a sancionar por cualquier cosa, viendo lo que ha ocurrido en Moove desde septiembre del año pasado. En todos los convenios hay sanciones. Lo que hay aquí son burradas. Si esto pasa, nos van a freír a sanciones a diestro y siniestro, y luego a pelear en los juzgados, donde la empresa no quiere llegar porque siempre pierde". Según varios conductores, incluso la empresa llega a pagar más por no acudir a tribunales en acuerdos previos.
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Este medio se ha dirigido a Unauto, pero no ha obtenido respuesta. También al sindicato SLT, que finalmente no ha hecho declaraciones. En privado, dirigentes de SLT dicen que este convenio garantiza 50 horas a la semana y no 60 horas (40 horas efectivas y 10 presenciales), una hora de descanso y librar dos días a la semana. Los consultados de CCOO y UGT rebaten este argumento y afirman que la jornada laboral con el anterior convenio, de 2017, ya permitía descansar dos días, contemplaba descansos y la jornada laboral mínima era de 40 horas, no de 60 como dice SLT.
"Todas las diferencias de definiciones de jornada que aparecen en el convenio son una barbaridad legal", argumenta el investigador de la UNED, Víctor Riesgo. "En realidad lo que quieren es que los coches estén dando vueltas durante horas a expensas de lo que decida la app. Y a Uber y Cabify les interesa tener a mucha gente circulando continuamente por la ciudad para reducir el tiempo de espera, pero ni las techs ni las concesionarias de licencias quieren pagar a los trabajadores lo que deberían por dar vueltas".
"Las patronales lo que quieren es que los conductores estén 12 horas todos los días a disposición de la empresa. Y SLT le ha comprado este libro, y lo venden al resto a través de ciertas mejoras que no son verdad. Ahora mismo se está diciendo a los conductores que se vayan a una charla a la sede de Auro para firmar la adhesión al convenio, además de afiliarse a su sindicato", critica Álvaro Muñoz, del sector de Carreteras y Logística de CCOO. "Están jugando con la precarización laboral y casi con la esclavitud de los chóferes".