La ofensiva de Casado en Bruselas se limita a dos citas con comisarios del PP sin poder sobre los fondos
La montaña parió un ratón. La anunciada ofensiva de alcaldes del PP en Bruselas para denunciar ante las autoridades de la Comisión Europea las supuestas prácticas “clientelares” del Gobierno de España a la hora de gestionar los fondos de recuperación se quedó un una reunión de diez alcaldes y presidentes de diputación con dos comisarios afines que no tienen ninguna responsabilidad en la materia.
Las versiones de los participantes en esas reuniones ni siquiera concuerdan. José Luis Martínez-Almeida, portavoz del PP y alcalde de Madrid, aseguró que las había aprovechado para trasladar sus acusaciones contra el Gobierno, pero sus interlocutores, los comisarios Margaritis Schinas y Dubravka Šuica, cuentan otra cosa.
El primero, muy próximo al PP español —fue uno de los invitados internacionales de su convención de octubre—, dejó constancia de la cita en Twitter sin hacer referencia alguna a las denuncias relatadas por Almeida: “Bienvenidos a la Comisión el grupo de alcaldes de ciudades españolas tan emblemáticas. Destaco su proyección europea y compromiso hacia una recuperación que conlleve cohesión y oportunidades para todos. Las ciudades puerta a la integración y progreso. La Comisión os apoya”.
La segunda también reflejó la reunión en redes sociales y su versión también desmiente la del PP español: “Un placer reunirme hoy con el grupo de alcaldes españoles 🇪🇸 y debatir sobre #DemocraciaUE y #DemografíaUE. El papel de las autoridades locales es crucial en la Conferencia sobre el #FuturoDeEuropa. Queremos escuchar a los ciudadanos de todos los rincones de la UE”.
Para colmo, ninguno de los dos tiene competencias en materia de fondos europeos. El griego Schinas es el comisario para la Protección de Estilo de Vida Europeo y la croata Šuica lo es de Democracia y Demografía.
Los comisarios que de verdad se ocupan de controlar la gestión de los fondos europeos son Paolo Gentiloni, titular de Economía, y Valdis Dombrovskis, responsable del Euro y del Diálogo Social. Ambos ya han dejado claro en repetidas ocasiones la existencia de suficientes controles en la utilización del dinero y su aval a los planes del Gobierno de España para emplearlo en la recuperación. Y ninguno de ellos se ha reunido ni con los alcaldes españoles del PP ni con Pablo Casado, a pesar de sus numerosos desplazamientos a Bruselas.
Al que sí trasladaron sus acusaciones contra el Gobierno de España, en una reunión separada, fue al diputado moldavo del PP europeo Siegfried Mureșan, portavoz de su grupo político en materia de los fondos europeos en el Parlamento Europeo. Él sí reflejó en Twitter la reunión con Almeida en los términos expresados por el portavoz de Casado: “Me he reunido con alcaldes del PP de #España, entre ellos el de #Madrid. Me han dicho que las necesidades de las comunidades locales y regionales son ignoradas por el Gobierno socialista a la hora de aplicar el Plan Nacional de #Recuperación y #Resiliencia”.
Para mantener estas reuniones el PP desplazó a Bruselas, en plena recta final de la campaña electoral de Castilla y León, a una decena de alcaldes y presidentes de diputaciones provinciales encabezados por Almeida.
El alcalde de Madrid ni siquiera se mostró muy vehemente en sus declaraciones ante la prensa. Primero dijo que habían trasladado a Schinas y Šuica que “los criterios de distribución [que aplica el Gobierno español] no son públicos, objetivos ni transparentes”, para matizar después que en realidad sólo le habían hecho llegar sus “dudas” e “inquietudes” sobre “la necesidad de control” de los fondos.
¿Qué respuesta han tenido por parte de los dos comisarios que accedieron a recibirles? “Tomaron nota”, asegura Almeida. De hecho, en sus declaraciones a los periodistas el alcalde de Madrid no pudo precisar qué respuesta espera de la Comisión y se limitó a explicar que lo que en realidad quiere es que el Gobierno español ponga en marcha “mecanismos de control, de transparencia y de publicidad en la gestión de los fondos”, cuya existencia sigue negando el PP a pesar de que Bruselas diga lo contrario.
Casado evita hablar de la propuesta de Ayuso
De lo que Almeida no quiso hablar es de la propuesta de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para que el PP pacte con Vox si lo necesita para gobernar. Tampoco Pablo Casado, que este miércoles volvió a la campaña electoral en Castilla y León con dos actos cuidadosamente diseñados para no tener que responder preguntas incómodas de la prensa.
Casado sí aprovechó, en un video distribuido por el partido, para acusar al Gobierno de Pedro Sánchez de aprovechar el Consejo de Ministros con fines electoralistas aprobando fondos para el desarrollo de industrias agropecuarias y anunciando medidas en los mítines del PSOE, algo que el PP ha denunciado ante la Junta Electoral.
“Ya está bien de juego sucio de Sánchez. Ya está bien de utilizar el Boletín Oficial del Estado y el Consejo de Ministros para hacer anuncios en plena campaña electoral”, se quejó.
En el escrito de queja ante las autoridad electoral el PP acusa al Gobierno de practicar una “abusiva y descarada instrumentalización de los medios y recursos públicos de los que dispone la administración en beneficio de una candidatura determinada” y eso “resulta inasumible en términos democráticos”.
Según el PP, es “inadmisible” que el presidente del Gobierno “utilice en una campaña electoral autonómica cuestiones que son competencia del Gobierno central y para ello realice anuncios que afectan a los Presupuestos Generales del Estado, quebrantado así el principio de neutralidad al que los poderes públicos vienen obligados”.
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Las medidas que ha aprobado el Gobierno y no han gustado a Casado son el abono de la paguilla para los pensionistas, que siempre se tramita en estas fechas, anuncios de “infraestructuras para provincias” de Castilla y León en un mitin o “la subida del Salario Mínimo”.
A pesar de ello, el líder del PP —que evitó cualquier referencia a Vox— aseguró estar convencido de que la victoria de su candidato, el presidente Alfonso Fernández Mañueco, le servirá para proyectar su propia candidatura de cara a las elecciones generales de 2023.
“Tenemos una esperanza de futuro y esa esperanza a corto plazo es Alfonso Fernández Mañueco en la Junta de Castilla y León. Y esa esperanza será muy pronto también un buen Gobierno en España del PP”, se aventuró a decir.
