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La estrategia del PP

Feijóo regatea su apoyo a medidas que defiende el PP para debilitar la unidad del Gobierno de Sánchez

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, conversa con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en una reunión con empresarios en Getxto (Bizkaia).

El PP optó este jueves por regatear su apoyo a a las propuestas que el Gobierno de Pedro Sánchez trasladará al Congreso en aplicación de los compromisos que ha suscrito estos días con la OTAN y con Estados Unidos a pesar de que coinciden punto por punto con las que su líder, Alberto Núñez Feijóo, planteó al ejecutivo el pasado 15 de junio.

El documento final aprobado por la OTAN advierte al mundo de que “nadie debe dudar” de su “fuerza y determinación para defender cada centímetro del territorio aliado y para preservar la soberanía y la integridad territorial de todos los aliados [lo que incluye a Ceuta y Melilla] y prevalecer contra cualquier agresor. En un entorno de competencia estratégica, mejoraremos nuestra conciencia global y alcance para disuadir, defender, impugnar y negar en todos los dominios y direcciones, en línea con nuestro enfoque de 360 grados”. Incluye un mandato para multiplicar las tropas desplegadas frente a Rusia de 40.000 a 300.000 efectivos. Señala a China como un “desafío” a sus “intereses, seguridad y valores”. Pone el foco en el llamado “frente sur” y los desafíos que implica la “inestabilidad en África”. Y compromete a España a incrementar su aportación económica a la alianza en el horizonte del 2% del PIB, así como a aumentar la presencia militar norteamericana en la base de Rota (Cádiz).

La enumeración de los acuerdos que forman parte de la nueva estrategia de la OTAN coincide con los objetivos que el PP quería para España y que incluyó en el documento que la dirección de Feijóo trasladó a Sánchez hace dos semanas. Pero aun así no es suficiente para que el principal partido de la oposición confirme públicamente su apoyo a la ratificación del acuerdo en el Congreso de los Diputados.

El propio Feijóo se resistió este jueves a dar el sí al documento. Lo hizo en respuesta a la pregunta de un periodista durante una visita al País Vasco en la que, eso sí, reclamó para el Gobierno de Mariano Rajoy el mérito de que la cumbre de la OTAN se haya celebrado en Madrid. 

Las conclusiones de la cumbre, y su éxito en términos organizativos, han dejado al PP sin base para criticar su celebración ni para distanciarse del documento final. A falta de un argumento mejor, el vicesecretario de Institucional, Esteban González Pons, descalificó como un “decorado de cartón piedra” la decisión de reunir a los líderes de la OTAN en el Museo del Prado. “Hay algo de Mr. Marshall en todo esto”, ironizó en una entrevista en Onda Cero. Sánchez se ha hecho un “álbum de fotos en el Eurodisney de los adultos”.

Malestar en Génova

Lo cierto es que en Génova no ha sentado bien que Feijóo no haya salido en la foto y que Sánchez no le haya incorporado a la cumbre ni siquiera en los días previos negociando una postura común entre el Gobierno y la oposición. Lo dijo Pons, pero también la portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, según la cual que Sánchez no haya hablado previamente con Feijóo no se corresponde con “la normalidad democrática” ni con el necesario “respeto a las instituciones”. Incorporar al líder del PP a la cumbre hubiese dado “la imagen de un país unido”. Que participase no hubiese estado “de más”, pero Sánchez, lamentó en una entrevista concedida a Antena 3, no quiere contar con él.

Tanto el líder del PP como Gamarra condicionaron el respaldo a la propuesta que les traslade Sánchez a que tenga el apoyo de “todo el Gobierno”, dando a entender que sólo la atenderán si tiene el respaldo del PSOE y de Unidas Podemos.

La dirección del PP busca dos cosas. En primero lugar, como es perfectamente consciente de que la formación morada está lejos de apoyar el documento aprobado en la cumbre de la OTAN, el incremento del gasto militar hasta alcanzar el 2% del PIB o que Estados Unidos puedan situar más barcos de guerra en la base de Rota, quiere que esa discrepancia entre los socios del Gobierno retrate a Sánchez como un presidente “débil”. Y, en segundo lugar, tratan de torcer el brazo a Sánchez para que haga lo que no hizo en los días previos a la cumbre y se reúna con ellos para pactar el acuerdo que se vote en el Congreso de los Diputados.

“El primer escalón es que el Gobierno sea coherente y en su totalidad nos traslade una propuesta para poder debatir y para poder consensuar”, advirtió Feijóo. Pese a que los documentos aprobados en la cumbre son públicos y los compromisos alcanzados por España también, el líder del PP se amparó en el desconocimiento para no anticipar si su partido le dará apoyo en el Congreso. 

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El Gobierno debe presentar una propuesta, exigió. “Y le aseguro que esa propuesta concreta será estudiada por el PP y responderemos con la misma seriedad con la que hemos respondido siempre a las políticas de defensa y de seguridad”.

“Me alegro de que, parece ser, después de la cumbre el Gobierno necesita al PP”, que ha estado siempre en el mismo sitio, “donde estuvimos siempre. Somos firmes partidarios de la Alianza Atlántica, de tener una relación bilateral de confianza, de amistad, con los Estados Unidos. No conocemos la propuesta de EEUU pero sí puede contar el Gobierno con nosotros para practicar una política de Estado”, siempre cuando sea el Gobierno en su integridad, insistió, quien le traslade la propuesta.

Gamarra fue más explícita que Feijóo. “Apoyaremos lo que apoye todo el Gobierno”, aseguró anticipando que los ministros de Unidas Podemos se distanciarán. “Si el Gobierno no es capaz de tener una posición unida en algo tan trascendental es que no tenemos un Gobierno serio y responsable”.“Estamos hablando de algo tan básico como la seguridad y la defensa, como la política exterior. Son las columnas vertebrales de un Estado. Si [Sánchez] no tiene el apoyo de todo el Gobierno difícilmente puede estar pidiendo el apoyo a terceros”, sentenció antes de añadir que, en todo caso, “el PP estará a la altura de las circunstancias”. 

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