LOS FONDOS DE LA UE
España escala seis puestos en la absorción de fondos europeos mientras gestiona una inyección histórica
España ha absorbido el 62% de los Fondos Estructurales y de Inversión 2014-2020, lo que la ubica ligeramente por debajo de una media europea del 67%. Según los datos publicados este jueves en el anuario del Tribunal de Cuentas Europeo, correspondiente a 2021, España ha mejorado su situación relativa respecto al resto de socios. Este país tiene el reto de gestionar una cantidad mayor de fondos. En 2021 llevaba absorbidos 16.367 millones de euros, lo que la ubica en tercera posición en cantidad neta, solo por detrás de Polonia (23.260 millones) e Italia (18.326). Esto es así después de que en septiembre el Tribunal de Cuentas Europeo difundiera una evaluación de los fondos en los que señalaba, con unos datos que aún no estaban actualizados, que España estaba a la cola (53%, frente una media del 68%). En el último informe anual, de 2020, España estaba en la tercera posición por la cola, lo que le hace escalar seis puestos respecto a dicho documento.
Estos fondos estructurales, que incluyen varias partidas como los conocidos como Fondos FEDER o los Fondos Europeos de Desarrollo Regional, pese a que están enmarcados entre 2014 y 2020, tienen tres años de prórroga. Por ello, seguirán ejecutándose hasta 2023. Además, España está recibiendo fondos por otras dos vías paralelas. Por un lado, los fondos originarios 2021-2027, que ya han entrado en fase de ejecución. Por otro, los fondos extraordinarios Next Generation, de los que España, junto a Italia, es la gran beneficiaria. Esta situación hace que estos países tengan que administrar unas cantidades insólitas de fondos en un tiempo récord.
Absorber ahora los fondos de 2014-2020
La mayoría de los países europeos apuran los fondos en la prórroga. La patronal empresarial CEOE lo explica así, en referencia al caso español: “La realidad es que España suele maximizar la absorción de los fondos europeos ordinarios, aunque los últimos tres años de prórroga son los que concentran un mayor ritmo de ejecución, como ocurrió en los períodos 2000-2006 y 2007-2013”, expresan estas fuentes empresariales, indicando que aún hay tiempo de mejorar los ratios. “En todo caso, habrá que esperar a finales de 2023 para hacer la valoración del ciclo 2014-2023”, añaden estas fuentes.
Un informe del Banco de España, publicado en junio de 2021, constata que este fenómeno sucede a nivel europeo: “El análisis realizado en este artículo encuentra que, en los fondos de 2000-2006 y de 2007-2013, la tasa total de absorción de fondos fue elevada (en el entorno del 90%), sin que se aprecien diferencias sustanciales por países. Una característica del patrón temporal de absorción de los fondos es que una parte de ella se produce una vez acabado el septenio de referencia del fondo en cuestión. Esta similitud entre países también se identifica al analizar el patrón temporal de la absorción, que aumenta su velocidad conforme se desarrolla la vida del fondo”.
En este sentido, el miembro español del Tribunal de Cuentas Europeo, Baudilio Tomé Muguruza (PP), expuso en el Congreso, en marzo de 2022, las conclusiones del informe anual de la institución, reconociendo la tendencia de muchos países de gastar más en la prórroga: “Muchos países saben que los programas se pueden liquidar hasta en los tres años siguientes al vencimiento del marco financiero presupuestario. Ese puede ser el caso en algunos países que en los últimos años han mostrado esta tendencia a absorber en tiempo de descuento”, explicó.
No es la primera vez que ocurre. La última vez se consiguió absorber la gran mayoría de los fondos. En 2007-2013 España, a finales de 2014, llevaba absorbidos solo el 74% de lo que le correspondía. Es una situación similar a la actual. Cuando terminó 2016, el porcentaje aumentó al 91,22%, un dato parecido a la media de la UE (93,6%). Es común en la mayor parte de los países europeos que una parte importante de estos fondos se ejecuten en los años de prórroga. No obstante, España, gran beneficiada de los fondos Next Generation, tiene un reto especialmente importante.
El reto de gastar cuatro veces más de lo normal
En 2021, España fue el único país de la UE que consiguió recibir los primeros fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia europeo, los conocidos como Next Generation. El 27 de diciembre llegó el primer desembolso: 10.000 millones de euros. Esta financiación llegó en plena gestión de la prórroga de los fondos estructurales de 2014-2020, y en el primer año de ejecución de los de 2021-2027. Es una situación anómala: “El reto actual es que España ha sumado a los fondos ordinarios el paquete extraordinario de los Next Generation, en un importe que multiplica por cuatro lo que tradicionalmente llega a nuestro país”, explican fuentes de la CEOE, que añaden: “Por ello, el problema con el que nos encontramos es el reto de afrontar la ejecución simultánea de ambos paquetes, con la dificultad añadida de la inmediatez necesaria para los fondos de recuperación tras la pandemia”.
La patronal considera que la diferente naturaleza de los fondos exige una gestión y un despliegue diferentes de los conocidos hasta la fecha. En ese sentido, señala que hay “asignaturas pendientes” en la ejecución de los fondos europeos en España, que podrían restar agilidad a su ejecución. La CEOE reconoce algunas medidas tomadas por el Gobierno para eliminar “cuellos de botella”, pero cree que “se han quedado cortas”. La organización resume en tres las posibles áreas de mejora: “En primer lugar, la necesidad de incorporar mayor flexibilidad y facilidades en el acceso a las convocatorias para las empresas (...). En segundo lugar, la importancia de reducir los plazos de los distintos trámites, como la publicación de convocatorias, la evaluación de los proyectos, el pago de las ayudas, etc. Y, en tercer lugar, la urgente necesidad de reforzar la coordinación entre las distintas Administraciones Públicas”.
Aumentan las prisas y también los errores
Los auditores europeos han señalado que el nivel global de errores en la Unión Europea ha aumentado en 2021 al 3%, respecto el 2,7% registrado en 2020. Esto ha llegado a los miembros del Tribunal de Cuentas Europeos a emitir una opinión desfavorable. "Al igual que en los dos últimos ejercicios, los auditores concluyen que el nivel de error de los gastos de alto riesgo era generalizado y han emitido una opinión desfavorable sobre el gasto de la UE en 2021", señala el Tribunal.
Asimismo, el organismo europeo ha detectado quince casos de posible fraude (frente a seis en 2020), de los que ha advertido a la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude, respecto a los que se han abierto cinco investigaciones. Uno de estos casos ha sido notificado a la Fiscalía Europea. Respecto a los fondos Next Generation, el Tribunal considera que España no ha cumplido uno de los 52 hitos incluidos en la solicitud de pago, aunque no considera que este impacto fuera significativo. Los auditores sí han detectado insuficiencias en la evaluación de los hitos por parte de la Comisión y han pedido mejoras en futuras evaluaciones del mismo tipo.