¿'Black Fraude'? Los falsos descuentos y la apatía marcan una fiesta del consumo cada vez más gris
Aunque pueda parecer que el Black Friday lleva con nosotros toda la vida, lo cierto es que este año se cumple una década desde su irrupción en España. Como cada último viernes de noviembre desde hace diez años, los escaparates de los comercios y las bandejas de correos electrónicos se llenan de anuncios con fondo negro que pregonan a bombo y platillo los descuentos de una fiesta del gasto para los consumidores y en un verdadero viernes negro para los trabajadores del sector del comercio. Mientras que en EEUU, origen de esta celebración comercial, aprovechan la jornada posterior a la fiesta de Acción de Gracias para dar rienda suelta a las ofertas, aquí marca el inicio de la campaña de Navidad desde que, en el año 2012, MediaMarkt introdujo el concepto con la campaña Black Friday Sale. "Este tipo de eventos, que son importados, son una fiesta del consumo que no tiene en cuenta ni el medio ambiente, ni a los trabajadores y no responde a una rebaja de precios", resume Fernando Luján, secretario confederal de UGT.
Una década después de su irrupción en España, las grandes superficies y los pequeños comercios se han subido a esta ola consumista que este año se celebra este viernes 25 y que concluye el próximo lunes 28, el Cyber Monday. Aunque en muchas tiendas físicas y online, ya se encuentran ofertas durante toda la semana. No obstante, este año, tiene un poderoso rival que puede empañar las previsiones: la inflación.
¿Cómo va afectar el aumento generalizado de los precios en el Black Friday? "No va a ser una jornada de gasto descontrolado", confirma la economista Sara Muñoz, que recuerda que "todos nos estamos apretando el cinturón" ante la escalada de precios. "No va a haber el boom que se preveía", sostiene. El cálculo que baraja esta experta en consumo es que habrá entre "un 30 y 20% menos de compras".
"La escalada de precios y la devaluación de los salarios hace prever que la gente tiene menos poder adquisitivo y de compra", asegura Carlos Gutiérrez, secretario confederal de estudios y formación de CCOO, que apunta que ante el aumento del gasto en "electricidad o en el supermercado" hay menos dinero para "otra serie de productos, menos necesarios". "Tenemos una crisis de inflación", argumenta Luján que señala que "las empresas deberían moderar los precios limitando sus beneficios" e insiste en que desde UGT "lo más urgente" es "subir salarios, controlar precios y sujetar los beneficios empresariales".
"El año pasado fue un año atípico porque aún estábamos en covid y este se preveía que podría haber un repunte de compras y gastos. Sin embargo, estamos hablando que serán las Navidades más caras de los últimos 30 años", explica Muñoz. Lejos también quedan los temores de hace doce meses de la falta de stock por los efectos de la crisis mundial de materias primas y los problemas en el transporte de contenedores, principalmente los que vienen de Asia. "Sí que había un problema y hubo temor, aunque al final no fue tal. Pero este año no se va a producir", confirma esta economista.
Uno de cada cuatro consumidores limita su consumo por la inflación
Las encuestas que se han ido publicando los últimos días apuntan a un menor consumo. Según la última edición del estudio de Intención de gasto en Black Friday del Observatorio Cetelem de BNP Paribas Personal Finance, el 48% de los encuestados realizará compras durante esta jornada. Esto supone, tres puntos porcentuales menos en comparación con el 2021. No obstante, el gasto previsto, 279 euros, supone un 7% más con respecto al año pasado.
En la misma línea va la última encuesta del comparador de precios idealo.es: el 41% de los encuestados no comprará nada este Black Friday. ¿Las razones? Uno de cada cuatro reconoce que quiere limitar su consumo ante la amenaza inflacionista. Con respecto a los consumidores que sí que van a comprar, el 49% señala que gastará menos de 200 euros.
Según el estudio Descifrando las perspectivas navideñas de los europeos de NielsenIQ Consumer Insights, la mayoría de los compradores quieren comprar Black Friday y el Cyber Monday si detectan buenas oportunidades. Un 40% de los encuestados que piensa comprar regalos por Navidad, declara que comprará regalos con antelación aprovechando estas ofertas.
¿Un black fraude?
Ante la perspectiva de un menor gasto, ¿habrá menos ofertas? "En este Black Friday tampoco se esperan muchas gangas: no es todo oro lo que reluce y las ofertas no son tantas como se puede creer", asegura Muñoz que recomienda aprovechar esta jornada para "comprar básicos" ya que "no se van a encontrar grandes gangas, por ejemplo, ni en ropa ni en juguetes". "Esta no es la mejor época para comprar gangas", explica esta economista que recuerda que "la ropa es mejor en las rebajas de enero" o que "los móviles cuando se presentan los nuevos modelos que se suelen presentar en las ferias de primavera". ¿Los productos estrella para estas fechas? "Los televisores o los robots aspirador", afirma.
Ante la expectativa de menos ofertas, lo cierto es que, a pesar de las múltiples campañas publicitarias que anuncian grandes descuentos por marquesinas, correos electrónicos y folletos, el estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que compara los precios online desde el 19 de octubre, revela que el 99% de las rebajas anunciadas durante estos días no son tales ya que no toman como referencia el precio más bajo de los últimos 30 días, sino cualquier precio en este periodo o incluso el de venta recomendado. De hecho, el descuento medio del 25% anunciado supone una subida del 3%. Esto supone un incumplimiento de la normativa de comercio, según esta organización.
"¿Es un black fraude?", cuestiona Muñoz que apunta que se usa mucho la táctica de los productos "gancho", es decir, "algunos se usan para aplicar precios y al resto, mientras tanto, no". "Cuando se quiere hacer una compra, hay que seguir su precio durante varias semanas y asegurarse de que realmente hay una rebaja. Al final, el descuento medio no es muy elevado", explica esta experta que insiste en que "no es chollo todo lo que reluce". "Y no este año, siempre", matiza.
Ya en 2021, según denuncia la OCU, durante la Black Week solo bajaron de precio un 12% de los productos, frente a un 33% que subieron los precios. Es más, durante el propio viernes, los precios se incrementaron de media un 3,3%. Solo tres comercios rebajaron el año pasado un número significativo de sus productos durante esta semana: Tien 21 (el 62% de sus productos), Milar (el 36%) y Phone House (el 30%).
El 85% de los encuestados cree que se lanzan "falsos descuentos"
Estas triquiñuelas ya no son un secreto para los consumidores. Según un sondeo realizado por Facua-Consumidores en Acción, el 85% de los encuestados cree que la gran mayoría de los comercios lanza "falsos descuentos" durante el Black Friday. "Las irregularidades consisten en mantener los precios idénticos que en fechas anteriores e inventar la aplicación de porcentajes de descuento o en elevar considerablemente el importe de los productos horas o días antes para devolverlos al precio original simulando que tiene una gran bajada", explican desde esta asociación que critican la inacción de las administraciones ante las carencias inspectoras y la ausencia de sanciones sobre los establecimientos que vulneran la legislación.
Según la última encuesta del comparador de precios idealo.es, el 70% de los consumidores cree que las tiendas suben los precios semanas antes del Black Friday para luego ofrecer descuentos más interesantes. Este porcentaje ha aumentado en cinco puntos con respecto al año pasado.
Sin "descuentos agresivos"
Desde el comercio de proximidad, la Confederación Española de Comercio (CEC) ha señalado en un comunicado que descartan "descuentos agresivos" para este Black Friday por la coyuntura económica y "porque los comerciantes ya van muy al límite". Asimismo, alertan que, ante la caída de la capacidad de compra por la inflación, la mayoría de las tiendas "no han adquirido grandes stocks".
Desde el sector textil, también apuntan que no se prevé, en general, la aplicación de "descuentos agresivos" en el Black Friday por el alza de los costes de la luz, de las materias primas, de la logística o del alquiler. Según explica el presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex), Eduardo Zamácola, en declaraciones a Europa Press, no tienen margen suficiente para aplicar ofertas agresivas pero "sí habrá descuentos porque los están esperando los clientes, pero estos serán livianos".
Por su parte, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), que incluye a El Corte Inglés, Ikea o Carrefour, prevén una buena campaña gracias "al estímulo promocional", "los descuentos del Black Friday" y "la vuelta a la normalidad tras dos años de covid". Y en la misma línea se ha pronunciado la Asociación Española de Centros y Parques Comerciales (AECC) que considera que se han generado unas expectativas "muy positivas" en el comercio en general y en los centros y parques comerciales en particular y, por tanto, contribuirán a consolidar una recuperación del consumo que ayude a cerrar el año con "buenos datos".
Un viernes negro "atípico" para los trabajadores
Y entre la inflación, subida de precios y triquiñuelas para que las ofertas parezcan más ofertas, el sector del comercio vive su particular crisis continua: la precariedad laboral dominada por salarios bajos, largas jornadas laborales o el falso autoempleo. Según los cálculos del grupo de recursos humanos Randstad, la campaña del Black Friday y del Cyber Monday generará 33.380 empleos, un 17,3% menos que en 2021. De acuerdo con sus estimaciones, el 64% (21.359 contratos) se producirán en logística, mientras que el 36% (12.020 contratos) tendrán lugar en el comercio.
Según las previsiones de Adecco, que ya analiza toda la campaña de Navidad, que arranca con el Black Friday y se prolonga hasta las rebajas de enero, se generarán más de 1.117.200 contratos temporales este año, un 8% más que en la campaña anterior. Este grupo de recursos humanos, destaca que la de este año será una "campaña atípica" por la entrada en vigor de la reforma laboral.
"Hemos avanzado en la regulación para ponerle coto a esta precariedad", asegura Luján, que apunta a tres aspectos. Por un lado, gracias al control de jornada se evita "que se alarguen las jornadas laborales". Por otro lado, "la reforma laboral regula el contrato ocasional". Y, por último, la importancia de la Inspección de Trabajo: "Apelamos a que se controle la contracción y que se abone y se coticen las horas extras".
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Desde UGT defienden que las medidas tomadas van "en la buena dirección". Sin embargo, Luján insiste en la necesidad de que las empresas incumplidoras sepan que "si se incumplen la ley, se les va a sancionar". Y, citando a Pepe Álvarez, explica que "se puede tener el mejor código de regulación de tráfico, pero si no hay guardias civiles, no sirve para nada".
"Tradicionalmente, este tipo de campañas y de meses se cubrían con contratos temporales, aunque es una campaña que se repite año a año", asegura Gutiérrez que apunta que con la entrada en vigor de la reforma laboral "al buscar una nueva vía para dar respuesta a estas situaciones de temporalidad, las empresas deberían contratar a las personas con un contrato de tipo fijo-discontinuo". "Sería la fórmula correcta y este contrato es más garantista y ofrece mucha más protección y derechos a los trabajadores", reconocen desde CCOO.
Gutiérrez recuerda que este tipo de campañas suponen un "proceso de intensificación" que asumen los trabajadores que "van con la lengua fuera" por lo que es "importante que las empresas contraten". "Hay que planificar bien, contratar bien, como dice la ley, y evitar esta intensificación del trabajo que tiene graves riesgos para la salud mental y física de los trabajadores", afirma.