Cuando el lobo no viene: siete pronósticos de la legislatura que nunca se cumplieron

Primero, el inesperado acuerdo para gobernar en coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, nada más acabar el recuento de las elecciones de noviembre de 2019. Después, en 2020, una pandemia mundial con un elevadísimo coste en vidas humanas que obligó además a paralizar durante meses la vida económica y social del país, un volcán en erupción durante 85 días de 2021 en la isla canaria de La Palma y, desde 2022, una guerra a las puertas de Europa que ha desestabilizado los mercados energéticos y alimentarios y cuyo final sigue siendo una completa incertidumbre.

La legislatura que acaba de concluir se ha visto sacudida casi desde el primer momento por acontecimientos tan inesperados como imposibles de predecir. Algunos de ellos de dimensión continental y hasta mundial que pusieron patas arriba no solo las previsiones económicas de los organismos internacionales, sino los métodos en los que se habían basado hasta ahora para hacer sus cálculos.

1. El Gobierno no podrá aprobar nada

PSOE y Unidas Podemos han gobernado España durante casi cuatro años sin mayoría en el Congreso de los Diputados. El PP se ha apoyado en esta circunstancia para predecir, desde el minuto uno, que Pedro Sánchez no podría sacar adelante la mayoría de sus propuestas, en especial los Presupuestos Generales del Estado. Y que la inestabilidad sería la norma durante toda la legislatura.

En realidad, ha ocurrido todo lo contrario. El Gobierno ha ganado la práctica totalidad de las votaciones clave desde enero de 2020, algunas de ellas por la mínima, como la reforma laboral, que salió adelante gracias al error de un diputado del PP. En particular, sacó adelante en tiempo y forma tres Presupuestos Generales del Estado: los de 2021, 2022 y 2023, poniendo fin a un periodo de dos años de inestabilidad que obligaron a prorrogar las prioridades contables que el último gobierno de Mariano Rajoy diseñó para 2018.

2. No habrá apenas contagios

Fue el epidemiólogo Fernando Simón, máximo responsable del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias dependiente del Ministerio de Sanidad, quien dijo, quince días antes de que comenzara el confinamiento, que "España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado" de covid-19. Entonces apenas había información sobre el virus, se investigaban cinco casos en La Gomera y uno en Castilla la Mancha, y las previsiones eran que no habría transmisión local.

El error fue mayúsculo. El virus ha infectado en nuestro país, desde su llegada en las primeras semanas de 2020 hasta el 30 de junio de este año, a 13,9 millones de personas, de las cuales 121.760 perdieron la vida. En este caso, el lobo sí hizo aparición.

3. España entrará en recesión

Primero fue Pablo Casado y luego Alberto Núñez Feijóo. Los presidentes del Partido Popular han estado anunciando la llegada inminente de una recesión económica desde la moción de censura que puso fin al mandato de Mariano Rajoy en 2018.

Feijóo, apenas tres meses después de ser elegido presidente del PP, aseguró que nos dirigíamos hacia el desastre y pidió un "cambio de rumbo" en la política económica del Gobierno, al que ya acusaba, en aquel entonces, de "negar las evidencias" del desastre inminente.

Durante todo el verano, el PP alimentó la idea de la catástrofe que se avecinaba y acusó a Pedro Sánchez de negarse a verla, de la misma manera que José Luis Rodríguez Zapatero, según afirmaban, cerró los ojos ante la crisis financiera de 2008. Sus argumentos se basaban en la alta inflación y en el hecho de que España aún no había recuperado el nivel de PIB que tenía antes de la pandemia. Según los cálculos del equipo económico de Feijóo, el desempleo se dispararía y la economía entraría en recesión a partir del otoño. Viene, dijo entonces, una "profunda crisis económica".

Su predecesor al frente del PP, Pablo Casado, también anticipó en repetidas ocasiones una recesión que nunca llegó. Lo hizo por primera vez en octubre de 2018, cuando Sánchez llevaba apenas cuatro meses en La Moncloa. Casado afirmó entonces que el proyecto de presupuestos del Gobierno llevaría "de nuevo al desempleo masivo" y supondría "la base de una nueva recesión en España".

Unos meses después, en marzo de 2019, en la precampaña de las primeras elecciones generales de ese año, repitió el mensaje: "Vuelve la crisis con Pedro Sánchez, ya empezamos a hablar de deuda, desinversión y desempleo".

En octubre de 2021, Casado advirtió que España estaba "quebrada". "Como nos dejen de comprar deuda o nos suban los tipos, hemos quebrado. No es catastrofismo, es realismo y es responsabilidad". "Estamos abocados a un rescate debido a este Gobierno", vaticinaba.

Nada de esto se cumplió. La economía sigue creciendo (ya ha recuperado el nivel prepandemia y está en un porcentaje interanual del 4,3%, por encima de la media de la Unión Europea), igual que el empleo, que está en cifras récord desde 2008. La deuda pública se ha reducido (del 120% en el pico de la pandemia al 113% actual) y la inflación ha vuelto a estar por debajo del 2%, la mejor cifra de Europa.

4. La subida del SMI destruirá empleo

Fue uno de los pronósticos más habituales desde que el Gobierno puso en práctica su plan para elevar el salario mínimo interprofesional y acercarlo progresivamente al 60% del salario medio en España. Algunos incluso le ponen cifras: según Cepyme, el aumento del SMI hasta diciembre de 2022 generó de forma directa la destrucción de 105.800 puestos de trabajo y evitó la creación de 150.400 empleos.

Un cálculo incompatible con las cifras de creación de empleo de los últimos años. Las del mes de junio fijaron el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo en 50.268 personas menos en relación al mes anterior. Por primera vez en 15 años, la cifra total ha bajado de los 2,7 millones. Hoy hay en España una cifra de desempleo considerablemente menor que cuando Rajoy fue removido de su puesto por el Congreso de los Diputados.

5. La hostelería y el turismo se arruinarán

En plena pandemia, los más agoreros pronosticaron que el turismo y la hostelería, dos sectores clave de la economía española (el 12,5% y el 6,4% del PIB, respectivamente, en el año 2019), se arruinarían y jamás se recuperarían del confinamiento. Los datos de ambos sectores dicen todo lo contrario. La Alianza Hotelera confirmó en junio un verano récord en reservas turísticas en España y con todo completo en muchos sitios durante varias semanas de julio y agosto. Según sus cálculos, se espera que las cifras de negocio superen incluso el récord de 2019, el año previo a la pandemia.

Lo mismo sucede con la hostelería española, que espera una recuperación plena gracias a una elevada demanda. El sector contaba en marzo con 1.654.019 trabajadores afiliados a la Seguridad Social, un 6,7% más que en el mismo mes del año anterior, según los datos de afiliación del Ministerio de Trabajo. Esta cifra es la máxima alcanzada en un mes de marzo y supone 104.415 trabajadores más que en el mismo mes de 2022 y 81.035 más que en 2019.

6. La educación concertada va a desaparecer

Era lo que pronosticaban el PP y la patronal de la educación privada, alentando el miedo a la entrada en vigor de la Ley de Educación, una de las primeras de la legislatura. El que fuera vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, decía que la educación concertada estaba amenazada por el “sectarismo del tándem Sánchez-Iglesias”, que iba a impedir que “las familias puedan elegir libremente dónde quieren que estudien sus hijos”.

En realidad, el gasto educativo total en 2021, último año del que hay datos, fue de 59.657,24 millones, distribuidos así: 52.375,33 en la red pública y 7.281,91 en la privada, es decir, la concertada (la gran mayoría, 7.221,32 millones, en educación no universitaria). Si miramos desde el inicio de la serie, en 1992, el gasto en la red pública ha crecido un 225,43%, frente a un 350,72% en la concertada. La concertada lleva en expansión desde su mismísimo origen y cada vez recibe más recursos.

En los últimos diez años, entre 2011 y 2021, el gasto en la red pública ha subido un 16,77%, mientras que en la concertada lo hacía un 26%. Son casi 10 puntos de diferencia. Y no crece solo en la educación obligatoria, también en la no obligatoria, dando satisfacción a la demanda de la asociación Escuelas Católicas, que invoca la "libertad de elección". El gasto público en bachillerato privado se ha elevado un 26,02% desde 2011.

7. Habrá que intervenir de nuevo en Cataluña

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La mayoría de los pronósticos de la derecha afirmaban que la cuestión catalana no haría otra cosa que empeorar durante la legislatura y que los independentistas volverían a desafiar la Constitución. Durante cuatro años, anunciaron cesiones del Gobierno a Esquerra y Junts en materia de unidad de España que nunca llegaron. La derecha lleva anticipando que el PSOE y Unidas Podemos consentirían un referéndum de independencia desde el inicio de la legislatura.

Pablo Casado pidió repetidamente al Gobierno, con el respaldo de Vox y Ciudadanos, aplicar de nuevo el artículo 155 de la Constitución para intervenir la autonomía de Cataluña en materia de educación e imponer así el uso del castellano en la enseñanza.

Lo cierto es que la política de normalización política de Cataluña puesta en práctica por Pedro Sánchez, de la que forman parte tanto la salida de prisión de los independentistas catalanes después de cumplir varios años de condena como la reforma de los delitos de sedición y malversación, ha reducido notablemente la tensión. En estos momentos, el PSC es la fuerza más votada en Cataluña y la porción de la opinión pública catalana partidaria de la independencia ha bajado hasta un 42%, según los últimos datos publicados por el CIS catalán. La vía unilateral está en mínimos.