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Las tropas israelíes y Hamás ya luchan cuerpo a cuerpo entre las ruinas de Gaza

Búsqueda de supervivientes tras un ataque israelí.

Justine Brabant (Mediapart)

Tras los ataques de Hamás contra civiles y soldados israelíes el 7 de octubre, Israel lanzó una campaña de bombardeos masivos contra la Franja de Gaza. Desde entonces, el mundo ha contemplado horrorizado cada día las imágenes de las ciudades arrasadas por esas bombas, ha tratado de contabilizar el número (colosal) de víctimas civiles causadas por estos ataques y ha intentado contar sus historias. Tal vez pase desapercibido otro aspecto de las operaciones israelíes: la ofensiva terrestre lanzada hace quince días, el 27 de octubre, en el enclave palestino, con tanques y excavadoras.

¿Dónde están operando las tropas israelíes dentro del enclave? ¿Qué hacen exactamente allí y cómo son los enfrentamientos con los combatientes de Hamás?

Es probable que sean decenas de miles los soldados israelíes enviados al enclave. Antes del lanzamiento de esta ofensiva terrestre, el analista militar (y ex coronel de infantería de marina) Michel Goya estimaba que el asalto podría movilizar a 20.000 soldados israelíes, procedentes de las brigadas activas y organizados en grupos de combate de 100 a 200 hombres. 

La cifra podría ser aún mayor: a partir de la lista de nombres de soldados israelíes muertos hecha pública por Israel, es posible rastrearlos hasta su unidad de origen, y hacerse así una idea del número de brigadas diferentes implicadas en esta ofensiva. Una brigada comprende generalmente entre 2.000 y 5.000 hombres. Las fuerzas armadas israelíes han movilizado hasta ahora a doce, sin contar las unidades de ingenieros, explica el historiador militar (y columnista de Mediapart) Cédric Mas. 

En el norte, en busca de posiciones de tiro y arsenales de cohetes

Desde el 27 de octubre, esos soldados se han centrado principalmente en rodear la ciudad de Gaza, en la parte norte del enclave del mismo nombre (ver el mapa más abajo). En el extremo norte del enclave, avanzaron hasta el campamento de refugiados de Al-Shati (al oeste) y la ciudad de Beït Hanoun (al este). Al mismo tiempo, otras unidades cortaron la Franja de Gaza en dos al sur de la ciudad de Gaza, avanzando hasta la costa. 

Uno de los objetivos más evidentes e inmediatos de esta operación es "detener el lanzamiento de cohetes" desde la Franja de Gaza hacia Israel, que se viene produciendo desde el 7 de octubre, explica Élie Tenenbaum, director del Centro de Estudios de Seguridad del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI). Porque al menos una parte de estos disparos procede del norte del enclave: "Hamás dispara, entre otras cosas, cohetes de muy corto alcance. Por definición, si quieres alcanzar territorio israelí con cohetes de muy corto alcance, tienes que dispararlos lo más cerca posible de la frontera" es decir, desde el norte de la Franja, explica. Rastrillar el norte de Gaza cumpliría por tanto este objetivo de "desmantelar los puntos de lanzamiento", así como los lugares de almacenamiento de municiones que probablemente se encuentren allí. 

Además de las infraestructuras de lanzamiento y los lugares de almacenamiento, el norte de la Franja cuenta supuestamente con numerosos túneles que permiten a los combatientes de Hamás esconderse y atacar por sorpresa a las tropas israelíes", señala Tenenbaum. Así pues, en teoría, tomar el control de la Franja de Gaza permitiría desmantelar los arsenales de armas, las infraestructuras de tiro y los refugios subterráneos. 

¿Pero a qué precio? Las semanas de bombardeos aéreos, supuestamente para preparar y facilitar el avance de las tropas terrestres, han dejado tras de sí un paisaje de devastación total. Varios periodistas extranjeros que pudieron visitar Beït Hanoun han descrito una ciudad completamente reducida, sustituida por "un dantesco vertedero de escombros".

Asfixiar a Hamás

El cerco de la ciudad de Gaza tiene otros objetivos. Si las fuerzas armadas israelíes quieren combatir y matar allí a los combatientes de Hamás, como han declarado en varias ocasiones, el cerco es, desde un punto de vista estrictamente militar, la opción más lógica. 

"Es un planteamiento completamente clásico rodear y luego empezar a avanzar lentamente hacia el interior de la ciudad, para intentar asfixiar poco a poco a las unidades adversarias", observa Cédric Mas, que recuerda, entre otros precedentes históricos recientes, el cerco de Mariúpol por el ejército ruso en 2022 o el de Faluya en 2016 por los ejércitos de la coalición contra el Estado Islámico aliados con las fuerzas iraquíes. 

La naturaleza especialmente dura de los combates urbanos hace que la falta de suministros pueda contribuir al "agotamiento, incluso entre los combatientes más fanáticos". Por el contrario, "penetrar directamente en la ciudad, cuando los adversarios tienen medios para repostar y rotar, les expone a pérdidas mucho mayores y a una resistencia que puede durar mucho más tiempo", señala el historiador. 

También en este caso, la operación tiene un precio humano, ciertamente desorbitado: aunque muchos han huido, decenas de miles de habitantes siguen en la ciudad. El propio ejército israelí habla de 100.000 personas aún presentes en el norte de la Franja de Gaza (donde Gaza City es la mayor aglomeración). 

Los combates son intensos, incluso alrededor de lugares donde hay muchos civiles, como el campamento de refugiados de Al-Shati. Este campo, creado en 1948, albergaba a 90.000 personas antes del comienzo de la guerra. Según Amos Harel, columnista militar del diario israelí Haaretz, el campo está situado en "una zona crucial para Hamás", que incluye el puerto de Gaza, así como el hospital Shifa, bajo el que al parecer se han construido "salas de mando para el ala militar de Hamás", afirma Harel. 

Lanzacohetes contra tanques Merkava

Una vez rodeada la ciudad, las tropas israelíes comenzaron a hacer incursiones. En su avance, se toparon con combatientes de las Brigadas Al-Qassam, el brazo armado de Hamás. ¿Cómo son los combates? 

Es posible hacerse una idea recopilando y cotejando extractos de los numerosos vídeos propagandísticos producidos tanto por Tsahal como por Hamás, los testimonios de los pocos periodistas gazatíes aún presentes cerca de los combates y los relatos de unos pocos periodistas extranjeros empotrados, y muy supervisados, en las unidades israelíes. 

En conjunto, estas fuentes dibujan una "guerra asimétrica" bastante clásica: fuerzas israelíes que avanzan lentamente, utilizando bulldozers, tanques y diversos vehículos blindados, acompañados de apoyo de fuego pesado; y frente a ellas, combatientes de Hamás muy móviles, armados con armas ligeras pero eficaces (fusiles de asalto y lanzacohetes), que intentan compensar su inferioridad material con su conocimiento del terreno y su determinación. 

Un vídeo difundido por Hamás (cuya autenticidad no ha puesto en duda el ejército israelí) ilustra bien este duelo asimétrico. Muestra a un combatiente palestino, escondido en un olivar, que corre hacia un tanque Merkava israelí, le coloca un cohete con sus propias manos y vuelve a correr para ponerse a cubierto. Una vez que el cohete ha explotado (con el blindaje del tanque probablemente dañado), el combatiente vuelve a disparar contra el vehículo, esta vez con un lanzacohetes, y se refugia en un túnel. 

Otros vídeos, más numerosos, muestran a miembros de Hamás disparando contra los mismos tanques en un entorno urbano de escombros y casas destruidas, utilizando cohetes Al-Yassin 105, armas antitanque de fabricación local (véase, por ejemplo, el vídeo en el tuit que aparece a continuación). Los combatientes, a menudo en camiseta y zapatillas deportivas, casi siempre sin casco ni chaleco antibalas visible, a veces se acercan a pocos metros de los vehículos israelíes.

"Hamás busca el contacto, el cuerpo a cuerpo, para neutralizar la ventaja del fuego de apoyo israelí", comenta Cédric Mas. Porque, aunque el ejército israelí dispone de obuses y otras armas pesadas útiles para abrir camino a sus tropas, éstas ya no pueden utilizarse cuando el enemigo está muy cerca, con el riesgo de bajas propias. 

Es difícil saber si esta estrategia de contacto está causando daños significativos en el bando israelí. La mayoría de los vídeos de propaganda de Hamás muestran disparos y explosiones, pero no lo que ocurre después de que los cohetes palestinos alcancen (o parezcan haber alcanzado) a los tanques israelíes, lo que hace imposible determinar el alcance de la destrucción. 

Los tanques Merkava están equipados con un sofisticado blindaje, así como con un sistema de protección llamado Trophy, que supuestamente destruye los misiles o cohetes antes de que lleguen al tanque. Pero también tienen sus puntos débiles, y parece posible que, sin llegar a destruirlo, el impacto de cohetes bien colocados pueda dañar ciertas partes sensibles del tanque, como las piezas que permiten girar la torreta, dejando al tanque inoperativo. 

Hay además otros vídeos de propaganda de Hamás que muestran explosivos lanzados por drones sobre grupos de soldados israelíes. Esos ataques, que sin duda habrán causado varios muertos en las filas del Tsahal, son una prueba humillante de que el ejército israelí "no ha aprendido todas las lecciones de otras guerras recientes", en particular la guerra de Ucrania, durante la cual se ha generalizado el uso de drones, señala Cédric Mas. 

Los combates más mortales están aún por llegar

Israel dice haber perdido 35 soldados desde el inicio de su ofensiva terrestre en Gaza. Pero los combates más mortales y más duros, tanto para Hamás como para Israel, están aún por llegar. 

Varios analistas creen que Hamás aún no ha lanzado el grueso de sus fuerzas a la batalla y puede haber reservado a algunos de sus combatientes más aguerridos para los feroces combates urbanos que se esperan cuando las fuerzas israelíes lleguen al corazón de la ciudad de Gaza. 

La organización islamista palestina también ha podido almacenar ciertos tipos de armas. Los artefactos explosivos improvisados (IED) "no son por el momento un factor determinante en el conflicto", señala Isabelle Dufour, jefa de investigación de Eurocrise (agencia de inteligencia estratégica) y especialista en IED, pero "podrían llegar a serlo". 

Una posibilidad sería que Hamás "utilizara proyectiles penetrantes formados por explosión (Explosively Formed Penetrators, EFP), que pueden atravesar blindajes gruesos", apunta la especialista. “Pocos grupos saben utilizarlos, pero Irán ha instruido a Hamás, y las brigadas Al-Qassam afirman tener esa capacidad desde julio", explica. 

Pero lo más complicado está aún por llegar, porque Israel no parece haber atacado aún realmente el punto fuerte de Hamás, que será sin duda decisivo en esta guerra: sus túneles, que atraviesan el subsuelo de Gaza a lo largo de cientos de kilómetros. 

Como señala Élie Tenenbaum, del IFRI, existen tres tipos de túneles: los túneles de contrabando, situados principalmente en el sur, alrededor de Rafah, generalmente túneles muy grandes por los que es posible pasar mercancías o materiales de construcción con camiones, y que en su mayor parte están identificados y son conocidos por los israelíes; los túneles del centro del enclave, "donde probablemente se encuentra parte del estado mayor de Hamás, enterrado en lo que parecen búnkeres"; y, por último, los túneles del norte, más pequeños y numerosos, con muchas ramificaciones y una finalidad más militar que logística. Estos últimos, mucho más difíciles de cartografiar, están probablemente llenos de trampas explosivas. 

Esta sofisticada red es una de las principales preocupaciones del ejército israelí, que afirma haber destruido 130 túneles desde el comienzo de su ofensiva terrestre. Los vídeos difundidos por sus portavoces muestran entradas de túneles despejadas por excavadoras, túneles destruidos por explosiones bastante características (con estrechas bocanadas verticales de humo sobre los pozos) y algunas raras imágenes filmadas en el interior de los túneles, especialmente en las entradas, lo que da que pensar que el ejército israelí aún no está avanzando dentro de la propia red.

Israel tiene fama de disponer de un arsenal especialmente sofisticado: las llamadas bombas antibúnker (capaces de causar daños colaterales masivos), robots, espumas de endurecimiento rápido que supuestamente tienen la capacidad de taponar las galerías estrechas, e incluso una unidad de ingeniería especializada en trabajos subterráneos: la unidad "Yahalom". 

Israel intensifica su ofensiva terrestre en Gaza

Israel intensifica su ofensiva terrestre en Gaza

Por el momento, aparte de las bombas antibúnker, este sofisticado arsenal no parece haber sido utilizado todavía. “Me da la impresión de que las fuerzas armadas israelíes están todavía en los inicios de la problemática", afirma Élie Tenenbaum. “Me parece que están esperando a saber más en términos de inteligencia para determinar cómo abordar el problema; probablemente también están esperando a ver en términos concretos cómo está utilizando o pretende utilizar Hamás esos túneles". 

En cualquier caso, no podrán eludir este asunto para siempre. "El éxito de la operación depende en gran medida de la cuestión de los túneles", escribe Amos Harel en Haaretz. Su éxito o su fracaso. Según el periodista, que ha entrevistado a numerosos soldados y oficiales israelíes, están descubriendo que los informes de inteligencia sobre los túneles estaban lejos de medir la "extensión y sofisticación" de esta red, "que podría ser la mayor del mundo en su género".

Traducción de Miguel López

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