¿Quién es el hombre de la foto de Dubai? Dinero y poder del director del fondo propietario de Cepsa
Hay mucho, muchísimo dinero, y hay también mucho, muchísimo poder tras el hombre de la fotografía publicada este viernes por Pedro Sánchez, que se reunió con él en Dubai en un encuentro que no estaba en la agenda. ¿Quién es? Es un político y empresario con enorme capacidad de decisión sobre uno de los fondos que ejercen como vehículo del inagotable caudal de dinero de Emiratos Árabes Unidos, país de acogida de Juan Carlos I. Hay, sí, mandamases por encima de él, pero Khaldoon Khalifa Al Mubarak (Abu Dhabi, 1975) les dice a los que tienen que señalar dónde se pone el dinero el lugar exacto en el que deben hacerlo.
Al Mubarak es, tal y como indica Sánchez, el CEO, algo así como el director general o el consejero delegado, de Mubadala. Quizás al lector no le suene el nombre de esta empresa, pero es que no es una empresa hecha para destacar por sí misma, sino para ser brazo económico de Emiratos Árabes Unidos y formar parte de otras muchas empresas en todo el mundo en casi cualquier sector imaginable: construcción, energía, medicina, tecnología, finanzas... Se trata de un fondo soberano, es decir, del Estado, que en este caso es un régimen autoritario donde los partidos políticos y los sindicatos están prohibidos.
El fondo fue creado para hacer realidad la visión del padre fundador de los Emiratos Árabes Unidos, el ya difunto jeque Zayed bin Sultan Al Nahyan. ¿Cuál era ese sueño? El mismo que el de Qatar y Arabia Saudí: diversificar la economía para hacerla menos dependiente del petróleo y prepararla para cuando el oro negro –y el resto de combustibles fósiles en su subsuelo– se agoten.
El fondo es fruto de la unión en 2017 entre la Compañía Internacional de Inversiones Petroleras (IPIC), creada en 1984, y otra estatal de inversiones nacida en 2002. Hoy Mubadala opera en medio centenar de países y maneja activos por un valor de 276.000 millones de dólares, más de 250.000 millones de euros. Así que sentarse con su CEO es, evidentemente, sentarse con alguien que tiene la llave de inversiones millonarias en tu país. Eso es lo que busca Sánchez, que cuenta con dos factores a su favor: Mubadala ya está en España y además el Gobierno ya coopera con Mubadala.
Cepsa, Enagas, Real Madrid y Glovo
La foto de Sánchez con Al Mubarak cobra mayor sentido si se pone junto a otra, captada también este mismo viernes. Responsables de Cepsa y de C2X, compañía danesa de Moller-Maersk, anunciaron un proyecto conjunto para suministrar metanol verde a múltiples industrias mediante el desarrollo de una planta en Huelva con una inversión de hasta 1.000 millones de euros. Lo hicieron desde el Pabellón de España de Expo City, Dubai, en Emiratos Árabes Unidos, donde se celebra la cumbre del cima. Y en presencia del propio presidente del Gobierno. Aunque muchos medios dieron por hecha la inversión, la decisión final sobre la misma no llegará hasta 2025, según Cepsa.
¿Quién tendrá mucho que decir en esa decisión final? Khaldoon Khalifa Al Mubarak. Porque la posición más destacada de Mubadala en España es, precisamente, en la Compañía Española de Petróleos SA, la histórica Cepsa. El fondo emiratí poseía en septiembre un 61,36% de la compañía, a distancia del segundo accionista, Carlyle, el grupo inversor con sede en Washington, con un 38,41%.
Cepsa no es la única empresa destacada con la que Mubadala tiene relación. Dentro del IBEX, Mubadala posee el 3,1% de Enagás, lo que lo convierte en accionista relevante junto a Blackrock y Amancio Ortega, entre otros.
La pista de Mubadala lleva además al Real Madrid. En 2014, el International Petroleum Investment Company (IPIC), compañía integrada en Mubadala desde 2017, y el Madrid firmaron un acuerdo para "globalizar los activos del club" y reformar el estadio Santiago Bernabéu. Cepsa también fue patrocinador del club, pero ya no lo es. Mubadala deja rastro en otra compañía más, Glovo, de origen español. Mubadala también fue accionista de la misma, pero dejó de serlo hace al menos tres años.
El Gobierno de España ya tiene abierta una línea de colaboración con Mubadala. Cofides, una entidad público-privada dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio en cuya composición coinciden el Estado –con mayoría– y los bancos Santander, BBVA y Sabadell, tiene firmado desde el año pasado un memorando para "explorar oportunidades" de inversión en España. El destino prioritario de las inversiones deben ser "las empresas españolas y sus filiales extranjeras", según Cofides.
Un escaparate del poder en Emiratos
El fondo soberano Mubadala es también un escaparate del poder político en Emiratos. Su presidente es el jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan, insigne apellido nobiliario. Al Nahyan es a su vez vez vicepresidente y viceprimer ministro de los Emiratos, además de dueño del Manchester City, club inglés de fútbol actual campeón de la Champions League. Por debajo de Al Nahyan de Mubadala están los ministros de Energía e Infraestructuras y de Industria y Tecnología Avanzada, así como el presidente de la Corte del príncipe heredero del emirato. El organigrama describe a las claras a Mubadala como una expresión del poder político emiratí.
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En el consejo de dirección sobresale el nombre de Khaldoon Khalifa Al Mubarak, el hombre con el que se sentó este viernes Pedro Sánchez. Se trata del máximo responsable de la evolución del fondo Mubadala hasta sus dimensiones actuales y de una figura incrustada en la estructura de poder local. No en vano, su nombre es citado con frecuencia como uno de los consejeros de máxima confianza de la familia real emiratí.
Al Mubarak es miembro del Consejo Ejecutivo de Abu Dabi, miembro del Consejo Supremo de Abu Dabi para Asuntos Financieros y Económicos y enviado especial presidencial a China. Además, presta "asesoramiento político estratégico a Su Alteza el Jeque Mohamed bin Zayed Al Nahyan, presidente de los Emiratos Árabes Unidos", según Mubadala.
Khaldoon también forma parte de los consejos de administración de varias empresas importantes, incluida la gigantesca Abu Dhabi National Oil Company, y es presidente de los consejos de administración de Emirates Nuclear Energy Corporation, Abu Dhabi Commercial Bank, Emirates Global Aluminium y City Football Group, matriz del Manchester City, club del que Al Mubarak es presidente, lo que lo convierte en un hombre de considerable popularidad en el Reino Unido y en el mundo del fútbol.