A cincuenta días de acabar este 2014, la sensación es que estamos viviendo un año diferente, especial, no vivido antes…, nuestro mundo ha cambiado en pocos meses, está cambiando… murieron Suárez, Emilio Botín e Isidoro Álvarez, abdicó Juan Carlos I, volvió Rubalcaba a la universidad, Alfonso Guerra anunció su retirada tras 37 años de parlamentario, Jordi Pujol confesó ser un evasor fiscal, la hermana de Felipe VI ha sido imputada por fraude fiscal, Artur Mas se quedó muy lejos de rememorar a Companys, las tarjetas black retrataron a Miguel Blesa y Rodrigo Rato, un partido político en fase de creación tiene las mismas expectativas de voto que los que han protagonizado el bipartidismo español desde la transición, con opciones de alcanzar poder; la corrupción y los políticos se han convertido en el principal problema para el ciudadano español medio, etc… y todos estos fenómenos se enmarcan en una situación mundial donde Obama, que recibió el Nobel de la Paz a los pocos meses de comenzar su primer mandato, encara los dos años que le restan en minoría, tanto en el cámara de representantes, como en el senado, con, cada vez menos color en su cara y más canas en su pelo, superado en su propia realidad por las expectativas que generó; al tiempo la ultraderecha radical del Frente Nacional de Marine Le Pen es la opción política con mayor apoyo popular en la Francia que siempre encarnó la libertad; y la mujer que dicta la política a toda Europa, entre ajustes y recortes, Merkel, gobierna en coalición en su propio país. También yo abandoné, en este 2014, la empresa en la que trabajé durante 40 años. El futuro se está escribiendo delante de nuestros ojos y todo ello ocurre el año en que se cumplen cien años de la primera guerra mundial, las guerras son la escenificación máxima de las crisis y en este momento debemos asumir el necesario cambio que hoy, y ahora, nos exige la situación, aplicando lo que dijo Darwin: “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor responde al cambio”.
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Mario Martín Lucas es socio de infoLibreinfoLibre
A cincuenta días de acabar este 2014, la sensación es que estamos viviendo un año diferente, especial, no vivido antes…, nuestro mundo ha cambiado en pocos meses, está cambiando… murieron Suárez, Emilio Botín e Isidoro Álvarez, abdicó Juan Carlos I, volvió Rubalcaba a la universidad, Alfonso Guerra anunció su retirada tras 37 años de parlamentario, Jordi Pujol confesó ser un evasor fiscal, la hermana de Felipe VI ha sido imputada por fraude fiscal, Artur Mas se quedó muy lejos de rememorar a Companys, las tarjetas black retrataron a Miguel Blesa y Rodrigo Rato, un partido político en fase de creación tiene las mismas expectativas de voto que los que han protagonizado el bipartidismo español desde la transición, con opciones de alcanzar poder; la corrupción y los políticos se han convertido en el principal problema para el ciudadano español medio, etc… y todos estos fenómenos se enmarcan en una situación mundial donde Obama, que recibió el Nobel de la Paz a los pocos meses de comenzar su primer mandato, encara los dos años que le restan en minoría, tanto en el cámara de representantes, como en el senado, con, cada vez menos color en su cara y más canas en su pelo, superado en su propia realidad por las expectativas que generó; al tiempo la ultraderecha radical del Frente Nacional de Marine Le Pen es la opción política con mayor apoyo popular en la Francia que siempre encarnó la libertad; y la mujer que dicta la política a toda Europa, entre ajustes y recortes, Merkel, gobierna en coalición en su propio país. También yo abandoné, en este 2014, la empresa en la que trabajé durante 40 años. El futuro se está escribiendo delante de nuestros ojos y todo ello ocurre el año en que se cumplen cien años de la primera guerra mundial, las guerras son la escenificación máxima de las crisis y en este momento debemos asumir el necesario cambio que hoy, y ahora, nos exige la situación, aplicando lo que dijo Darwin: “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor responde al cambio”.