No a las guerras

Victorio Martínez Armero

Y no a la destrucción de la franja de Gaza y al asesinato selectivo en Cisjordania por colonos armados y protegidos por los soldados de Netanyahu para ocupar las viviendas de las familias palestinas y expulsarlas a la calle. Sin vergüenza, ante los ojos y oídos del mundo, menosprecian y ningunean la vida de seres humanos indefensos en Palestina, país anterior a Israel, para repartírsela con el jefe de la inmobiliaria de los Estados Unidos de América y nuevo inquilino de la Casa Blanca, que ya oscurece o enrojece según la permisividad de Donald Trump con los bombardeos contra el pueblo palestino y las atrocidades contra los profesionales de la información que están siendo asesinados impunemente para que no cuenten la verdad de lo que está sucediendo en la cárcel a cielo abierto más grande del mundo, que tiene de carceleros jefes al Gobierno de Israel y matan al personal sanitario de la Media Luna que trabajan salvado vidas de seres humanos inocentes e indefensos, heridos por las bombas que Trump le envía a  Benjamín.  

El odio les ciega, al ejército israelí, y dicen desde su gobierno como argumento falsario que no los han visto; mienten: sí los han visto y los ven, y sí saben lo que están haciendo contra el Estado Palestino. Enterrados en una fosa común para ocultar el asesinato de seres humanos, así es el verdadero rostro del jefe del Gobierno de Israel.  

Paren todas las guerras sin excepción, de los más de cincuenta conflictos que tenemos en el mundo y den una oportunidad al diálogo sin armas, a la paz, a la palabra como herramienta constructora de una sociedad más justa y sin guerras. Hablando, dialogando y no odiando se puede y se debe alcanzar la paz en el mundo, si este es el  objetivo principal para detener las muertes de inocentes seres humanos.  

El odio les ciega, al ejército israelí, y dicen desde su gobierno como argumento falsario que no los han visto; mienten: sí los han visto y los ven, y sí saben lo que están haciendo contra el Estado Palestino

Me duelen todas las guerras y en particular la invasión de Palestina y la invasión de Ucrania, los pueblos no tiene culpa de tener unos gobernantes mediocres, imbéciles e  inhumanos.  

El carnicero de Israel Benjamín Netanyahu sigue asesinando a inocentes personas, en  Gaza, en Cisjordania. En su continuación de la invasión de Palestina por el ejército israelí  a las órdenes de todo un gobierno fundamentalista e inhumano de Israel y con el apoyo  pleno del jefe de la banda de cuatreros del viejo Oeste, Donald Trump.  

El exterminio del pueblo palestino es una limpieza étnica. El hambre y la muerte por falta de alimento y medicinas es contravenir el Derecho Internacional y demostrar que prefieren la muerte de inocentes niños y niñas, mujeres y hombres indefensos para  colgarse las medallas del horror y una victoria sin valor, sin reglas del honor y con maldad endemoniada, que nos recuerda el Gueto de Varsovia de 1940 en Polonia. 

No miremos para otro lado y no nos detengamos, debemos y podemos hacer mucho más  para detener el horror de las guerras.   

Paren la invasión de Palestina, de Ucrania y el resto de conflicto bélicos y den una oportunidad a la paz. 

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Victorio Martínez Armero es socio de infoLibre.

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