Recuperamos la dignidad

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T. de Ío

El pasado 24 de mayo se materializó en las urnas algo muy grande, algo que quedará en la memoria colectiva de este país para siempre: ¡hemos recuperado la dignidad! Esto ha sido posible gracias sobre todo a la entrega de miles de personas que no han tirado la toalla, que han luchado con la fuerza y el optimismo que proporciona la fe en que otro mundo es posible, personas que han dedicado todo su tiempo en estos años en denunciar, movilizarse, informar, resistir para que podamos levantar nuestra cabeza orgullosos de nuestra pertenencia a este conjunto de personas que habitamos el mapa que dibuja la piel de toro.

Hoy cuando la persona que encarna la ideología más retrogada, populista, incompetente, insolidaria, cainita, la abanderada del ese sistema antihumano y guerracivilista que representa el neoliberalismo aznarista, intenta por todos los medios a su alcance parar, dinamitar la llegada a la Alcadía de Madrid de esa mujer excepcional, serena, ilusionadora, justa y que simboliza lo más deseado para nuestra ciudadanía: honradez, equidad y extrema sensibilidad social.

Los dinosaurios han comenzado la desbandada, solamente la Lady Macbeth madrileña, enajenada, tras perder el sentido de la realidad, vaga desorientada suplicando patéticamente que no se permita que los sóviets, destruyan la civilización occidental.

Se está produciendo la verdadera transición en nuestro país, el camino hacia una democracia real, moderna, mucho más parecidas a la de nuestros hermanos europeos más avanzados, una democracia decente, en la que las reglas del juego establezcan competiciones de ideas mucho más limpias, en donde podamos dejar atrás estos años de transición democrática que venimos arrastrando desde el 76, la partitocracia. Los partidos políticos, indispensables en democracia, tienen el acicate para su renovación interna, el mensaje ha sido incontestable, están forzados a evolucionar a dejar de ser aparatos verticalistas, alejados de la ciudadanía, que priorizan sus interese a los de la sociedad, para convertirse en organizaciones mucho más horizontales, más sensibles a las demandas progresistas que reclama la ciudadanía más solidaria y moderna.

Nuestro país vuelve a dar uno de esos ejemplos únicos, sin alharacas, que históricamente ha protagonizado, como lo fueron la Constitución de Cádiz, las avanzadas políticas sociales y educativas de la II República, la legalización del matrimonio gay, la paridad de género llevadas a cabo por el gobierno de Rodríguez Zapatero, etc.

También el triunfo de la plataforma Barcelona en Comú supone un varapalo enorme al nacionalismo sectario y estrecho de CIU y su afinidad con Ahora Madrid, y la altura ética de las dos futuras alcaldesas va a trasmutar la rivalidad histórica de estas dos ciudades en una relación enriquecida por sus diferencias culturales e idiomáticas. ¿Qué fuerza va a tener el separatismo, si perciben que fuera de allí comenzamos a verlos como portadores de enormes valores culturales y como parte de una historia común que comparten con nosotros? Que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa; cuando vean que no se demoniza lo catalán, sino al contrario que le acoge como un aporte humano y cultural de primer orden.

Se pasará de la mezquina estrechez ideológica del aznarismo, de ese laboratorio de venenosas ideas, que ante el nacionalismo de miras estrechas de CIU opone un nacionalismo español, centralista, rancio y caciquil.

Aunque no todo será de color de rosas, ni mucho menos, hoy no tenemos que temer a los cuarteles, hoy la santa alianza, los Cien Mil Hijos de San Luis no aparecen bajo la forma de los ejércitos, han evolucionado y ahoran llegan con el aséptico nombre de “los mercados”, la enorme presión con la que están ejerciendo en Grecia, seguramente intenten trasladarla aquí, con el poder de los medios de comunicación, instrumentos al servicio del poder económico en casi su totalidad, unos medios superados por el auge de las redes sociales y que todavía no han hecho la transformación necesaria a la nueva realidad que imponen la democratización de las redes sociales, esperemos que tanto unos como otros sean derrotados, y sin duda, será así si somos capaces de oponer nuestras armas, con la fuerza que da la creencia de la lucha por una causa justa, con la solidaridad, con la equidad, con la modernidad.

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Por último, el resultado del 24 -M es sobre todo el triunfo del 15-M, de los jóvenes que han resistido día a día, posibilitando las plataformas ciudadanas, y de las mujeres, representadas por Mónica Oltrá, Ada Colau y Manuela Carmena.

Un enorme abrazo y un brindis por todos los que han hecho posible.

T. de Ío es socio de infoLibre

El pasado 24 de mayo se materializó en las urnas algo muy grande, algo que quedará en la memoria colectiva de este país para siempre: ¡hemos recuperado la dignidad! Esto ha sido posible gracias sobre todo a la entrega de miles de personas que no han tirado la toalla, que han luchado con la fuerza y el optimismo que proporciona la fe en que otro mundo es posible, personas que han dedicado todo su tiempo en estos años en denunciar, movilizarse, informar, resistir para que podamos levantar nuestra cabeza orgullosos de nuestra pertenencia a este conjunto de personas que habitamos el mapa que dibuja la piel de toro.

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