Librepensadores

De repetirse las elecciones la culpa será de Podemos, ¡faltaría más!

Ángel Dorado

Me considero una persona de izquierdas radical, es decir, que intelectualmente intento aprender para ir a la raíz de las cosas, pretendiendo hacerlo sin sectarismos y sin dogmas, eso sí, con dudas. También me considero una persona con un índice intelectual medio tirando a bajo, léase algo corto de entendederas.

Así pues, con ese currículo, me está costando trabajo entender las opiniones de políticos del PSOE y de Ciudadanos, de periodistas y de ciudadanos a título individual que sobre el partido Podemos descargan la responsabilidad de que no haya Gobierno y, por tanto, que haya repetición de elecciones, lo cual, sin desearlo, no es ninguna tragedia.

No descarto alguna responsabilidad de Podemos en la ausencia de entendimiento con el PSOE para que haya Gobierno, no obstante, no se le puede negar su clara intención de caminar hacia un Gobierno de izquierdas, aunque para muchos no haya sido así. En todo caso, no logro entender que el PSOE, en lugar de intentar recorrer el camino de la convergencia con las fuerzas de izquierdas, haya sellado un acuerdo con Ciudadanos. La culpa, pues, es de Podemos.

Por otra parte, mientras estaban reunidos PSOE, Podemos y Ciudadanos para intentar llegar a un acuerdo de investidura, en otra sala contigua estaban negociando PSOE y este último. De ahí que Pedro Sánchez pasase de hablar del “gobierno de izquierda” al “gobierno del cambio”. La culpa, pues, es de Podemos.

En ese acuerdo, Ciudadanos, con la aquiescencia del PSOE, no permite que Podemos intente modificar ni una coma, y, lo que es más, que bajo ningún concepto este partido pueda acceder al Gobierno, porque, como también dice el PP, sería letal para España. Por tanto, si Podemos rechaza un acuerdo antinatura con Ciudadanos, puesto que sus programas económicos, entre otros aspectos, son incompatibles, es porque quiere que se repitan las elecciones, si lo rechaza este último no pasa nada. La culpa, pues, es de Podemos.

Por otra parte, cuando el PSOE consulta a sus bases para revalidar o no su coalición con Ciudadanos es un ejercicio de democracia, pero cuando Podemos lo hace con las suyas se parapeta en ellas para no pactar. La culpa, pues, es de Podemos.

Hay que tener en cuenta que el abrazo del oso que el PSOE ha permitido que le esté dando Ciudadanos, lo está haciendo un partido emergente que se dice del cambio, aunque la razón de su existencia es evitarlo; solo unos pequeños retoques en el sistema democrático, que no por pequeños dejan de ser interesantes. El partido naranja quiere una gran alianza en la que el PP también esté presente, aunque sin Rajoy, puesto que, según dice, un partido con siete millones de votos no puede quedar al margen. Es decir, no tiene ningún empacho en pactar con el PP, un partido demasiado salpicado por la corrupción, responsable del retroceso democrático y del escandaloso deterioro del Estado del bienestar.

Ciudadanos, el hermano siamés del PSOE, es un partido españolazo que se pone de los nervios cuando vislumbra cualquier planteamiento de que España es un conjunto de maneras muy distintas de entender la vida. Ahora bien, los españolazos también están en el PP y en muchos dirigentes del PSOE, de ayer y de hoy. Con este partido es con quien pretende gobernar el PSOE. La culpa, pues, es de Podemos.

Así pues, Ciudadanos es el antídoto perfecto que buscaba el sistema para parar o equilibrar el “fantasma” que recorre España, léase Podemos.

En todo este proceso, no hay que olvidar, como se dijo, que el PSOE es el que tenía la llave del cambio, pero sus dirigentes actuales y algunas viejas glorias, entre ellas Felipe González, sin obviar la resolución del Comité Federal de no gobernar con la abstención de los partidos que quieren la ruptura de España, han escogido el modelo andaluz de Susana Díaz, a quien le resulta más fácil gobernar con la derecha aseadita, es decir, Ciudadanos. Ella y el PSOE sabrán los porqués. No obstante, esto no es nada nuevo puesto que en la historia del PSOE desde 1977 en el ámbito estatal nada con el PCE ni con IU, olían a azufre. Sigue en las mismas, aunque más acentuado porque ahora el posible e indeseable aliado es un partido populista, bolivariano, proetarra, que apuesta por romper España y financiado por Venezuela e Irán, aunque se les olvida Corea del Norte.

Por impedir que el PP siga en el Gobierno no es de recibo el chantaje que se le está haciendo a Podemos, es decir, que comulgue con ruedas de molino, para que se abstenga y así permitir gobernar al PSOE con Ciudadanos.

En definitiva, en esta ceremonia de la confusión, en la que muchos medios de comunicación han apostado fuerte, la culpa, pues, siempre es y será de Podemos, que haga lo que haga es culpable por el mero hecho de existir.

Ángel Dorado es socio de infoLibre

Más sobre este tema
stats