Librepensadores
¡Que vienen los rojos!
Llevo mucho tiempo indignada con toda la clase política, sobre todo con los que tienen la irresponsabilidad de gobernarnos. Todos los días desayunamos, comemos o cenamos (los afortunados) con algún caso aislado que pasa a engrosar la larga lista de casos aislados a la que ya nos hemos hecho inmunes, como a tantas cosas. Enumerar las tropelías de este Gobierno y por extensión del partido del Gobierno, resultaría seguramente agotador para mí y para quienes tengáis la generosidad de leerme. Me he animado a escribir para hablar de lo que, siendo secundario,o al menos no principal, me parece significativo.
Resulta ofensivo ver cómo estos políticos de perfil bajo se toman a chanza lo que debería de ser su motivación; mientras "los otros" hablan, ellos leen, chatean, duermen, se van... ¿alguien imagina algo parecido en su trabajo? Cuando son ellos los que tienen la palabra faltan al respeto, insultan, se ríen, compadrean... no importa cuál sea la barbaridad que suelte el osado de turno, no han de faltar los aplausos y si me apuran hasta los olés desde su bancada. Esos son los que tienen que decidir nuestra forma de vida. Aterrador.
Y para cerrar el círculo están los que les votan. Tiene que haber alguna razón que se me escapa y que justifique porqué millones de personas siguen eligiendo un gobierno de corruptos, que limita los derechos sociales y hace más ricos a unos pocos a costa, obviamente, de empobrecer a muchos. Porque esos pocos es normal que voten a los suyos, pero los muchos, ¿qué hacen? Realmente, ¿es suficiente algo tan primario como un "¡que vienen los rojos!" para seguir con este despropósito? Pues va a ser que sí. ______________
Jacqueline López Alonso es socia de infoLibre