Eurovisión, año 2012, sobre el escenario del Baku Crystal Hall una joven sueca de ascendencia bereber baila descalza y canta entre la oscuridad de las sombras que proyectan las luces en el escenario. Sin apenas acompañamiento ni escenografía, el protagonismo se reduce a ella y a un baile acentuado por el aire artificial que mueve su pelo y su ropa. Solo hay espacio para su voz y para la canción que está cantando, Euphoria, un tema que, esa noche entró en la historia del festival de la canción más famoso de toda Europa.
Esa joven se llamaba Loreen y consiguió, hace ahora 11 años, ganar Eurovisión con, por entonces, el mayor número de doces de la historia (la máxima puntuación posible en las votaciones para elegir al ganador). Además de alzarse con el triunfo, Euphoria fue, después de esa noche, una de las canciones más exitosas que jamás hayan ganado Eurovisión. La canción trascendió las fronteras de Suecia, donde causó furor desde la preselección, y llegó al número uno en países como Grecia, Alemania, Austria o Irlanda. En España también fue número uno, algo que no conseguía ninguna ganadora de Eurovisión en nuestro país desde ABBA con su Waterloo.
Después de este éxito mayúsculo y de mantenerse como una de las artistas más influyentes en su país durante los últimos años, Loreen vuelve este año a Eurovisión, y lo hace como una de las principales favoritas para alzarse con el triunfo. Según Eurovisionworld.com, web de referencia para las apuestas y las previsiones eurovisivas, la representante sueca ganaría el festival con un 51% de posibilidades. De hacerlo, lograría otro hito histórico en el festival, levantar el micrófono de cristal en dos ocasiones.
Muchos lo han intentado, pero solo uno, el irlandés nacido en Australia, Johnny Logan ha conseguido el doblete. El cantante conocido como Mr Eurovision consiguió dos triunfos, el primero en 1980 con la canción What’s another year? y el segundo en 1987 con Hold me know. Además de como cantante, ganó el festival como compositor en el año 1992 con la canción Why me? la cual cantó Linda Martin y quedó en segundo lugar con Terminal 3 también presentada por la misma artista.
La Irlanda de Johnny Logan es el país que más veces ha ganado Eurovisión con 7 triunfos, la mayoría concentrados en los 80 y los 90, un hito que también podría igualar Suecia si Loreen consigue el micrófono de cristal este año. El país irlandés lleva desde el 1996 sin ganar el festival y acumula una sequía tremenda en la última década, donde solo se han clasificado para la final en dos ocasiones, quedando en el puesto 16 y en el 26 en cada una de ellas. Una trayectoria opuesta a Suecia que ha destacado por su gran regularidad, ganando, desde 2010, dos veces el festival y metiéndose 8 veces en el top 5 y en 4 ocasiones en el pódium.
La canción que defenderá Loreen este sábado en Liverpool será Tattoo, un tema bailable y muy eurovisivo que recuerda, aunque no en un nivel de excelencia tan alto, a Euphoria. Sin embargo, a muchos fans no solo les remite a su anterior participación. En los últimos días las redes sociales han acusado a Loreen de plagio al inicio de su canción, donde usa una melodía muy similar al clásico dance Flying Free de Pont Aeri. Y no solo parece haber despertado las suspicacias por parecerse a esta mítica canción dance, sino también a otro clásico de la música: The Winner Takes it All, de ABBA.
Los plagios no han sido el único problema alrededor de la participación de Loreen en Eurovisión. Su puesta en escena, donde destacan las uñas larguísimas de la cantante, casi le juega una mala pasada en uno de los ensayos. En la actuación, Loreen aparece emparedada entre dos plataformas que, progresivamente y a lo largo de la actuación, van separándose hasta que, al final la acaban liberando. El susto llegó cuando, tras terminar el ensayo, la cantante descansaba sobre la plataforma inferior y, mientas los operarios retiraban el atrezzo, la parte superior comenzó a bajar sobre ella. Loreen se dio cuenta a tiempo y pudo avisar, pero el vídeo ha estado entre los más compartidos en la previa del festival por los eurofans.
Käärijä enamora hasta a las estatuas de Finlandia
Más allá de todas estas situaciones, la representante de Suecia tendrá que superar a las otras favoritas para conseguir alzarse con su segundo micrófono de cristal. La segunda en las apuestas es Finlandia, a la que Eurovisionworld.com da le da un 22% de posibilidades de ganar. Su canción, Cha Cha Cha, es una de las sensaciones de este festival de Eurovisión, no solo por su atractiva propuesta musical, con una melodía muy pegadiza que combina rap, metal y música electrónica, sino también por el gran carisma que desprende su cantante, Käärijä. Su particular estilo de vestir, con pantalones de cuero y manguitos verdes ha causado tanta sensación que en Helsinki han vestido estatuas con su vestuario para mostrarle su apoyo.
El camino de Käärijä hasta llegar a Eurovisión no ha sido nada fácil. El cantante ha tenido que superar una enfermedad intestinal que le dejó en 48 kilos y que le obligaba a ir al baño hasta 38 veces al día, según confesó el finlandés en una entrevista a ESC Insight, donde relata que tuvo que estar ingresado en el hospital durante meses, perdiendo el contacto con el mundo exterior, sin hacer ejercicio y teniendo que dejar una relación sentimental. Käärijä tuvo que operarse, y los médicos se vieron obligados a extirpar todo el intestino grueso del cantante, pero ahora, completamente recuperado, quiere ganar Eurovisión con su Cha Cha Cha, con la que canta a vivir el presente y disfrutar del momento.
Ucrania busca repetir, Noruega canta al feminismo e Israel se "chaneliza"
Una gran brecha separa en las apuestas a Finlandia y a Suecia del resto de las representantes. La tercera favorita es Ucrania, con tan solo un 6%, que buscará repetir el triunfo que el año consiguió Kalush Orchestra con Stefania en un contexto muy marcado por la solidaridad europea con la guerra que se libra en el país contra Rusia. Este año su representante es el dúo Tvorchi con la canción Heart of Steel, un canto a la valentía y el coraje que también tiene su eco en la situación de su país.
Una de las propuestas que ha subido enteros en los últimos días tras su gran puesta de largo en la primera semifinal ha sido Israel. Noa Kirel y su Unicorn son una propuesta que combina canto y baile donde destaca un break dance de la cantante en la última parte de la canción que recuerda poderosamente a la actuación del año pasado de Chanel, aunque sin llegar al nivel tan alto de la española.
Entre las favoritas también destacan países como Noruega con su canción Queen of Kings, un auténtico fenómeno viral en Spotify, donde lideró la lista Top Viral Global cantando al empoderamiento de las mujeres, Francia y su representante La Zarra con Évidement una clásica canción francesa que se combina con ritmos más modernos e Italia, que participa con Marco Mengoni, ganador del Festival de San Remo con su canción Due Vite, una balada que toca el corazón a cualquiera gracias a la voz del intérprete.
Blanca Paloma a conquistar Europa con su voz y el flamenco fusión
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Por parte de España, nos representará la ilicitana Blanca Paloma, indiscutible ganadora del Benidorm Fest con la canción Eaea, una propuesta de flamenco fusión que renueva y da otra vuelta de tuerca a un género clásico de España pero que en los últimos años, y desde el fracaso de Remedios Amaya, nuestro país no había explotado demasiado en Eurovisión. Actualmente, Blanca Paloma se coloca en sexta posición en las apuestas y sus ensayos han dejado unas sensaciones muy positivas a la prensa especializada europea, por lo que, aunque parece difícil reeditar el éxito de Chanel el año pasado, podría incluso aspirar a llegar al pódium.
La puesta en escena mantiene la esencia de lo que se vio en el Benidorm Fest, con el círculo de hilo rojo donde empieza la actuación acompañada de las bailarinas y coristas, aunque añade novedades sobre todo en la parte final, donde se dirigirá al centro del escenario y allí dará el colofón a la actuación, donde Blanca Paloma puede lucir todas sus cualidades vocales. Un final que en Italia han criticado los comentaristas de la RAI porque, según su opinión, la representante española “grita demasiado”, algo que han criticado algunos usuarios españoles en redes sociales. Otra de las partes que más han llamado la atención es el vestuario de la representante española. Blanca Paloma saldrá vestida de arquera como ya hizo en el Benidorm Fest, pero en esta ocasión renovado por el diseñador Raúl Amor simbolizando el crecimiento y la liberación, tal y como declaraba el propio Amor a RTVE: “Te mudas de piel porque ya no cabes en ella, has crecido como persona, te quitas los complejos, las ataduras, las limitaciones y sigues creciendo como mujer, como artista, como ser humano”.
La gala de Eurovisión se podrá seguir a partir de las 21 horas en TVE. La representante española actuará en octava posición, seguida por la favorita Loreen de Suecia en un festival que se celebra en el Liverpool Arena de Reino Unido por la imposibilidad de hacerlo en Ucrania, país ganador el año pasado.
Eurovisión, año 2012, sobre el escenario del Baku Crystal Hall una joven sueca de ascendencia bereber baila descalza y canta entre la oscuridad de las sombras que proyectan las luces en el escenario. Sin apenas acompañamiento ni escenografía, el protagonismo se reduce a ella y a un baile acentuado por el aire artificial que mueve su pelo y su ropa. Solo hay espacio para su voz y para la canción que está cantando, Euphoria, un tema que, esa noche entró en la historia del festival de la canción más famoso de toda Europa.