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Isabel Allende: "No hay feminismo sin independencia económica"

La escritora Isabel Allende

Isabel Allende, la autora en español más leída del mundo, regresa a las librerías este martes con Violeta (Plaza & Janés). La emocionante historia de una mujer, Violeta del Valle, cuya vida abarca los momentos históricos comprendidos desde su nacimiento en 1920, en plena gripe española, hasta su despedida en la pandemia de 2020. Literalmente, una vida entre pandemias.

Para esta nueva novela, Allende encontró la inspiración en su madre, que murió muy poco antes del covid. "Mucha gente que la conocía me decía 'tienes que escribir la historia de tu madre'. Estábamos muy unidas y tengo toda la vida entera de mi madre en cartas que ella me escribía todos los días", rememora, al tiempo que desvela que le costó dar con la idea de que esta historia "era una larga carta" en la que Violeta la cuenta su vida a su nieto.

"Había material de sobra para una novela, pero cuando traté de escribirla comprendí que yo estaba demasiado cerca emocionalmente del personaje", plantea, al tiempo que destaca que su "mamá, que fue una mujer extraordinaria, no tuvo una vida extraordinaria porque nunca pudo mantenerse sola". "Vivió sometida. Primero a su padre, después a su marido y finalmente fui yo quien pagó las cuentas", apostilla.

Esta es la clave de Violeta, personaje que toma la inspiración de la madre de la escritora pero va mucho más allá y vuela sola a lo largo del relato. "Eso es lo que le di a Violeta, que es un personaje parecido a mi madre en el sentido de que es bella, interesante, fuerte, irónica, atrevida. Pero, a diferencia de ella, puede ser una mujer independiente", explica, para luego rematar: "Y no hay feminismo sin independencia económica".

El personaje protagonista tiene también "algunas anécdotas" autobiográficas de la escritora que crea así a una Violeta tan única como de alguna manera familiar. Escarbando en su propia memoria, hay también una referencia pasajera a su hija Paula, fallecida en 1992 a los 28 años. "De Paula hay poco, excepto la muerte de un personaje que se parece mucho a la muerte de mi hija", señala.

"Mi madre se habría preguntado por qué no pudo hacer todo lo que hace Violeta", ha asegurado Allende en un encuentro con prensa internacional en la tarde de este lunes, horas antes del lanzamiento simultáneo de la novela en España, Estados Unidos y América Latina. Y es en la respuesta a esa pregunta de la madre de la autora donde reside el espíritu de la novela.

Porque la vida de Violeta es mucho más que la historia de dos pandemias separadas por un siglo. En una larga carta dirigida a una persona a la que ama por encima de todas las demás, Violeta rememora devastadores desengaños amorosos y romances apasionados, momentos de pobreza y también de prosperi­dad, pérdidas terribles e inmensas alegrías. 

Además, moldearán su vida algunos de los grandes sucesos de la historia de la última centuria: desde el crack del 29 a la lucha por los derechos de la mu­jer, pasando por el auge y la caída de tiranos de las dictaduras latinoamericanas y, en última instancia, no una, sino dos pandemias.

La historia de una mujer libre e independiente, en definitiva. Como la propia Allende, quien defiende que "hay que desafiar constantemente la censura, el machismo y el patriarcado y seguir tratando de que nuestras voces se oigan". Por eso, se muestra encantada de que en muchas partes del planeta está "cambiando la educación" y haya "mucho más énfasis en invertir en el poder de las niñas".

Apunta en esta línea, asimismo, que ahora hay "mucha literatura que empodera a las niñas", y lo ejemplifica en los cuentos infantiles: "Antes en los cuentos los héroes eran masculinos y las niñas eran princesas estúpidas que se quedaban dormidas hasta que un príncipe las despertaba o unas tontas rescatadas por enanos. Pero la literatura infantil y juvenil ya no es la misma. Ya hay heroínas. También en el cine, así que yo creo que estamos avanzando bastante".

Estoy encantada con lo que está pasando ahora, que hay una ola de mujeres jóvenes haciendo cosas extraordinarias. Solas somos muy vulnerables, juntas invencibles

Isabel Allende

Tras afirmar que siempre ha seguido "siendo feminista" y ha seguido "muy de cerca las etapas del feminismo", remarca que son muchas las voces de mujeres que están "gritando en el mundo". "Estoy encantada con lo que está pasando ahora, que hay una ola de mujeres jóvenes haciendo cosas extraordinarias. Solas somos muy vulnerables, juntas invencibles", sentencia, recordando además que ella sigue trabajando en su fundación para ayudar a las más vulnerables en diferentes puntos del planeta.

Entre esas cosas extraordinarias está, por ejemplo, el nombramiento de Maya Fernández Allende, nieta de Salvador Allende, como ministra de Defensa en el Gobierno del nuevo presidente de Chile, Salvador Boric. "Es una mujer joven que se crio en Cuba, nieta de Salvador y en una posición muy especial porque tendrá que entenderse con las Fuerzas Armadas. Y no nos olvidemos del pasado de las Fuerzas Armadas en Chile", apunta, aludiendo al golpe de Estado de 1973 y todo lo que vino después.

"Estoy encantada con el Gobierno que ha nombrado Boric porque hay 14 mujeres y 10 hombres. Es una intención sólida de que haya paridad de género y ya eso es extraordinario", indica, para luego poner en valor a toda esta nueva generación que "asciende al poder" para que cambien las cosas desde el gobierno progresista de Convergencia Social: "Ya es hora de que los viejos carcamales se vayan a su casa a jugar al bingo".

Exiliada de Chile precisamente por el golpe de Estado (su padre era primo hermano del presidente Salvador Allende), asegura que "no hubiera sido escritora" de no haber tenido que vivir en el exilio desde 1975. "Lo que me hizo ser escritora fue que no pude seguir siendo periodista en Chile, donde era muy feliz con una profesión que me encantaba", asevera. Y recalca: "Eso se terminó cuando me fui de Chile y durante muchos años viví en una especie de silencio forzado por no poder expresarme en el periodismo. Hasta que por una casualidad terminé escribiendo La casa de los espíritus, la novela que me dio una voz como escritora y como mujer y cambió mi vida. No creo que eso me hubiera pasado en Chile".

APASIONADA Y ROMÁNTICA

Volviendo a Violeta, nos encontramos con una mujer apasionada y romántica. Dos características que también atesora la autora, divorciada en dos ocasiones y casada por tercera vez a los 77 años (ahora tiene 79). "Soy apasionada y romántica, claro que sí. Y a veces digo desgraciadamente, porque me ha tocado hacer tanta cosa estúpida por pasión y por romance. Pero eso le da un sabor lindo a la vida y es indispensable en la literatura. El romanticismo es creer en el amor, y eso mueve al mundo en una buena dirección por todas las cosas malas que nos tiran para atrás", argumenta.

Precisamente por esta forma de sentir el mundo, apunta que lo que más le interesa es "contar las relaciones humanas, las emociones". "De todas ellas, la más poderosa es el amor, por lo menos para las mujeres", apostilla, para luego bromear: "En mi propia vida, lo que más me ha movilizado a hacer las brutalidades más grandes y también los hechos heroicos ha sido el amor. Y ahora que ya estoy vieja la gente me dice que llega un momento en el que el amor no tiene tanta importancia, pero yo creo que la tiene siempre. Yo me casé a los 77 y si vivo lo suficiente es posible que me case de nuevo". No extraña, por tanto, que afirme con una amplia sonrisa que cree en el amor "firmemente".

Al echar la vista atrás para relatar la historia de Violeta, se ha forjado Allende una opinión sobre el momento actual del mundo. "Ningún tiempo pasado fue mejor, esa es una especie de ilusión que tenemos al mirar al pasado. Pero no hay tiempo pasado en el cual hubiera más gente incorporada a la educación o la salud así como menos gente miserable muriéndose de hambre y de enfermedades incurables", argumenta, para volver a poner el foco en los jóvenes: "Hay una generación que está hasta más arriba de la coronilla con el planeta, con la sociedad, que no cree en las instituciones, no cree en las religiones. Es fantástico que estemos remeciendo esta civilización patriarcal en la que vivimos y tratando de cambiarla. Tengo una gran esperanza con el futuro y lo único que lamento es que no voy a alcanzar a ver todos los cambios que estamos empezando a ver ahora".

Por último, asegura que "nunca hizo proyectos a largo plazo", así que mucho menos los va a hacer ahora, que es cuando más piensa en el presente. Tras admitir que le gustaría seguir escribiendo "mucho tiempo más" si la salud se lo permite, adelanta que tiene otra novela terminada y ya está escribiendo de nuevo: "Es no ficción. No lo programé, pero se da el momento crucial en Chile y en el mundo en el que quiero escribir sobre ciertos temas".

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