De viva voz
Las ciudades de agua
Las ciudades de agua
A PW
Un hombre que agoniza te ha soñado, un hombre
que agoniza te ha seguido. Uno que quiso morir
contigo cuando tú quisiste morir.
Allí está mi cuerpo estrellado contra los arrecifes
cuando ahogándome te vi emerger y eternamente
cerca y eternamente lejos eras tú la inalcanzable
Todo en ti es doloroso.
Te saludo entonces y saludo a lo eterno que vive
en la derrota, a lo irremediablemente destruido,
al infinito que se levanta desde los naufragios,
porque si agua fueron nuestras vidas, piedras
fueron las desgracias.
No soy yo, son mis patrias las que te hablan: el
sonido de océano que describo, las estrellas de
la recortada noche.
Iluminada de la noche tu cara sube cubriendo
el amanecer. Abres los párpados, entre ellos
millones de hombres dejan el sueño, toman sus
autobuses, salen,
las ciudades de agua en tus ojos
II
A PW
Todo en ti está vivo y está muerto: el fulgor del
pasto en la aurora y el hilo de voz creciendo en
el diluvio, el feroz amanecer y la mansedumbre,
el grito y la piedra.
Todo mi sueño se levanta desde las piedras y te
Toda mi sed te mira, el hambre, el ansia infinita
de mi corazón.
Te miro también en el viento. En las nieves de
la cordillera sudamericana.
Allí está la calle en que esperé que amanecieras,
la noche póstuma, el país muerto en el que no
morimos. Allí están todas las heridas y golpes
cuando emergiendo del destrozado sueño volví
hacia ti los ojos y vi las desmesuradas estrellas
flotando en el cielo.
Tu cara ahora flota en el cielo, detrás corre un
río. Hay un hombre muy viejo.
Hay un hombre muy viejo en el medio del río
y tú lo miras
las ciudades de agua en tus ojos
*El maestro Raúl Zurita nació en Santiago de Chile en 1950. Los dos fragmentos que nos lee pertenecen al libro Raúl ZuritaLas ciudades de agua (2007).