Conquistadores, inquisidores, vagos, galeones atacados por piratas, la fiesta, el flamenco o los toros. Una sucesión de variopintos estereotipos con los que los españoles hemos sido representados ante los estadounidenses e ingleses a lo largo de los siglos. Los clichés de la Leyenda Negra, nacida en el siglo XVI para desprestigiar a España y utilizada desde hace un siglo por Hollywood y el cine británico para perpetuar la vindicación de los continuos ataques anglosajones a España durante siglos para arrebatarle dominios y riquezas.
"La Leyenda Negra se apoyó en buena parte en imágenes, en los grabados de Theodor de Bry. Los medios modernos que utilizan la imagen, como películas de cine, televisión, series, videojuegos o cómics, siguen usando los mismos estereotipos de hace cinco siglos", remarca a infoLibre Esteban Vicente Boisseau, autor de Hollywood contra España (Espasa), estudio profusamente documentado que delata esta práctica denigrante, generalizada y bien enraizada desde, principalmente aunque no sólo, Estados Unidos y Reino Unido.
Así las cosas, resulta recurrente la imagen de una España católica, fanática, cruel y atrasada cultural y científicamente, que se contrapone al mundo anglosajón, al francés, al flamenco, a los judíos, a Al-Ándalus y a las civilizaciones indígenas americanas. Menoscabando sistemáticamente, por supuesto, los éxitos de la ciencia española, la amplia actividad protectora de la Corona de España y de la Iglesia en favor de los indios o el importante papel hispano en la lucha por la independencia de las colonias angloamericanas y para derrotar a los ejércitos napoleónicos.
Ese enfoque antihispano repleto de lugares comunes ha sido difundido en célebres sagas fílmicas como Indiana Jones, Piratas del Caribe, Misión Imposible y Harry Potter, en famosas franquicias de videojuegos trasladadas al cine como Tomb Raider, Assassin’s Creed y Uncharted y en populares series televisivas como Los Simpson o Padre de familia. Y lo más grave es que todavía pervive en muchas naciones y en una parte de la sociedad española.
"Si tu vas a ver esas películas y estás educado e informado, las vas a ver como una diversión. El problema es que hay gente que aprende historia a través del cine y la versión de Hollywood es la dominante, así que es la que nosotros en España aceptamos más culturalmente", resalta Boisseau, quien lamenta que por desconocimiento, muchos espectadores no caigan "en la cuenta de los detalles". "Hay muchas cosas que nos meten dobladas", apostilla.
Pero vayamos a casos concretos. Harry Potter, por ejemplo, donde encontramos a una villana con nombre español dirigiendo a los malotes del Colegio Hogwarts de Magia: la suma inquisidora Dolores Umbridge y su Brigada Inquisitorial. "J. K. Rowling le pone nombre de pila español. Además, podría haberle llamado gran anglicana en lugar de gran inquisidora, porque los anglicanos fueron más brutales, pero no. Esto ocurre porque la autora es anglicana y sigue la tradición", explica el escritor.
En la saga Star Wars, por su parte, aparecen inquisidores en varios episodios. "No hay una referencia expresa a que sean españoles, pero sí en la presencia obsesiva desde hace siglos de que la Inquisición española son los peores villanos", explica, para acto seguido recordar que la Inquisición es el "paradigma del mal y la española era el gran rival, así que es la que más se ha machacado".
En Indiana Jones, entre otras muchas películas, se ve que el conquistador español "va a por el oro por codicia y bajos instintos", mientras que los anglosajones "van buscando el conocimiento". En El Reino de la calavera de cristal, concretamente, se ve eso en la mención que se hace de Francisco de Orellana, perpetuándose así esa "oposición entre unos españoles codiciosos y materialistas, que además son católicos que están en conspiraciones para esconder el conocimiento a la gente".
Otro caso lo tenemos en El código Da Vinci, donde Tom Hanks es un profesor universitario estadounidense, "el inteligente", mientras "el malo es un monje del Opus Dei que además es medio tonto, porque no nos dibujan muy hábiles a los españoles". "Pasa igual En el nombre de la rosa, con Sean Connery representando la razón frente al fanatismo del monje castellano Jorge de Burgos. las conspiraciones con personajes católicos se ven también en videojuegos como Assasin's creed", detalla Boisseau.
Y plantea: "El espectador español está acostumbrado, lo sabe aunque no lo haya estudiado a fondo. Sabemos que de villano te van a meter un español. Pero no podemos aceptar la idea de que somos los peores. Normalmente, muchos directores de cine, o escritores o creadores, están condicionados por su propio origen, el entorno en el que han crecido o simplemente las ideas que tienen. La historia objetiva yo creo que no existe, estamos todos condicionados por nuestra educación y por las lenguas que podemos hablar".
De alguna manera, el germen de Hollywood contra España está en la atracción de Piratas del Caribe en los parques de atracciones de Disney, donde se muestra a los españoles saqueando una ciudad colonial en América, incluso con escenas de torturas y subasta de esclavas sexuales. Esta representación no es cosa del pasado, pues en la película Jungle cruise (2021), también de Disney, se retrata al conquistador Aguirre como perverso e infame. Con ayuda del actor español Dani Rovira, además, quien es uno de los "malvados" compinches de Aguirre.
Un caso curioso este último, pues gracias a su gran "poderío", Hollywood echa mano de actores españoles para a su vez seguir maltratando nuestra imagen. En Piratas del Caribe, Javier Bardem es un cazador de piratas español que resulta ser villano, mientras que el cazador de piratas inglés es el bueno de la película. En El Zorro, Antonio Banderas, asimismo, reproduce la visión que se tenía de los gobernantes españoles o mexicanos como villanos, apunta el autor, quien concede que "si fuera actor y quisiera triunfar" en Hollywood, igual cogería "cualquier papel". "Pero está claro que, cuando ves los papeles que les dan con frecuencia, están dentro de la tradición", agrega, señalando otro ejemplo más en Eternals, de Marvel, donde se muestra la matanza de los aztecas por los hombres de Hernán Cortés.
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"No se trata de negar los crímenes y las barbaridades cometidas por España, pero sí de señalar el contraste, porque no se aprecia lo mismo en los ingleses y los estadounidenses, a pesar de sus políticas con los indígenas durante los siglos", explica, recordando de paso que la ideología de Walt Disney se inscribía en la "tradición angloamericana", en absoluto afroamericana o indigenista: "Por eso idealiza a personajes como David Crockett. O a John Smith, que fue un asesino de indios y varios historiados se molestaron por el personaje retratado en Pocahontas".
Ante esta práctica constante, aboga el autor por "ver las cosas con un poquito de espíritu crítico". No solo con lo que llega desde Estados Unidos, pues los franceses también tienen casos tan llamativos como el episodio sobre el Siglo de Oro de la serie Érase una vez la vida, que fue prohibido en TVE por el gobierno de Felipe González. "Optaron por prohibir, pero a lo mejor podrían haber aprovechado para divulgarlo y comentarlo", termina.
Además de los ya comentados, hay muchísimos más casos, pues la Leyenda Negra ha sido una inspiración constante en cómics y tebeos (Tío Gilito, Tintín, Corto Maltés), dibujos animados (Bugs Bunny, Tom y Jerry, Popeye, Peter Pan), series policíacas (Medias de seda, Bones, CSI Miami), historias de piratas (Los Goonies, Robinson Crusoe, Black Sails) o películas clásicas (Tras el corazón verde, Bailando con lobos, 1492: la conquista del paraíso). La lista es, en definitiva, interminable.
Conquistadores, inquisidores, vagos, galeones atacados por piratas, la fiesta, el flamenco o los toros. Una sucesión de variopintos estereotipos con los que los españoles hemos sido representados ante los estadounidenses e ingleses a lo largo de los siglos. Los clichés de la Leyenda Negra, nacida en el siglo XVI para desprestigiar a España y utilizada desde hace un siglo por Hollywood y el cine británico para perpetuar la vindicación de los continuos ataques anglosajones a España durante siglos para arrebatarle dominios y riquezas.