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Bunbury: "El enfrentamiento, si es que llega, no será entre izquierda y derecha, será de abajo a arriba"

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Enrique Bunbury (Zaragoza, 1967) anunció en mayo del pasado año en plena gira su retirada de los escenarios por problemas de garganta y con la respiración, que meses después supo que eran motivados por el glicol, una sustancia química usada para el humo de las actuaciones. Alejado forzosamente de los escenarios, el aragonés errante se dedicó a la escritura de su segundo poemario y la composición de un nuevo disco que ha llegado este viernes a las tiendas y plataformas con el título de Greta Garbo.

Acompañando a este alumbramiento discográfico, el decimosegundo de su extensa carrera en solitario, llega también la feliz noticia de su regreso a los directos, no con una gira al uso, sino con cinco conciertos puntuales para este 2023 y otros cinco para 2024. En este momento de ajetreo profesional, el músico atiende a infoLibre para hablar acerca de estas novedades y sus circunstancias vitales.

Qué siente si le digo esta palabra: glicol.

Una mezcla extraña de sentimientos, porque evidentemente fue la causa de que tuviera que cancelar toda la gira y eso provocó mucho daño, a mí y a otros. Pero también recuerdo el alivio que sentí cuando se descubrió la causa de mis problemas en el escenario. Y ahora estoy disfrutando de la salida de este disco que me importa mucho y creo que realmente merece la pena.

Una sustancia química oculta entre los ingredientes del humo de los escenarios que le hizo sentir que era el fin de su carrera al impedirle cantar con normalidad en los conciertos. Ha comentado que los síntomas le venían de una década atrás.

No sabría localizar la primera vez que tuve algún problema, pero creo que en la gira por Estados Unidos de Las Consecuencias (2010) ya podría localizar uno de ellos. Luego, con Licenciado Cantinas (2011) también recuerdo que pasó algo y, sobre todo, en la de Expectativas (2017), que se cancelaron algunos shows y movimos fechas. Desde luego, saber la causa fue una liberación. Sobre todo, por saber que el motivo no era de salud en realidad, sino la exposición a un producto tóxico.

Esto le obligó a suspender tras unas poquitas fechas su gira de 35 aniversario, merecido reencuentro para todos tras el alejamiento forzoso de la pandemia. ¿Cómo afronta uno el encontronazo contra el final inesperado?

Fue muy duro. No es fácil de explicar con palabras. Muy frustrante y traumático.

La gira cancelada era de 35 aniversario desde El mar no cesa. Me pregunto qué conecta Greta Garbo con aquel primer disco de Héroes del Silencio. ¿Se reconoce en aquellas canciones primigenias?  

Claro, recuerdo el que era. He cambiado, lógicamente. Personal y artísticamente. Pero también he cambiado desde mis primeros discos solistas, incluso me siento bastante lejano a quien era hace doce años, por ejemplo. Las personas evolucionamos, porque la vida te da sorpresas, alegrías y trompazos. Ser el mismo que ayer es ser inmune a lo bello y lo trágico.

Héroes del Silencio es un grupo de oportunidades perdidas. Tampoco nos fue mal, de todas formas. Pero sí, creo que podríamos haber hecho algo más

Dijo recientemente que le hubiera encantado compaginar su carrera en solitario con giras de Héroes del Silencio. El batería Pedro Andreu afirmó hace un par de años que "ser un Héroe del Silencio es un auténtico privilegio ganado a sangre". ¿Qué es ser un héroe del silencio para Enrique Bunbury en 2023?  

Héroes es un grupo de oportunidades perdidas. Tampoco nos fue mal, de todas formas. Pero sí, creo que podríamos haber hecho algo más. En cualquier caso, ocurre en las mejores familias y en cualquier aspecto de la vida. Si tal o cual relación personal con un amigo la hubieras cultivado más... si te hubieras mudado a tal ciudad... Son los vericuetos de la vida, que te lleva por caminos raros. 

Sin gira, pero con disco nuevo. ¿El hilo conductor de Greta Garbo es la creación como refugio, terapia y salvación? ¿La esperanza en los peores momentos, quizás? ¿Qué significa la creación en su vida?

No sé si terapia es la palabra. Para mí tiene unas connotaciones inadecuadas. Digamos que la composición del disco fue un maravilloso refugio en tiempos de guerra. Meterme en el estudio y componer estas canciones, y escribir un poemario o pintar, me ha dado seguridad y libertad. Allí afuera, estaban los peligros.

¿Este disco le ha salvado la vida de alguna manera?

Quizás se pudiera decir desde una perspectiva metafórica específicamente. No nos pongamos tampoco trágicos. Hubiera sobrevivido si tuviera que trabajar, yo qué sé, como jardinero. Pero me ha ayudado a mantenerme firme, en pie y activo.

¿Un músico sin contacto con el público se siente mutilado? Porque un músico puede seguir creando, pero sin público no es nada y sin la cercanía de los conciertos igual se siente uno abandonado y aislado.

Sin el contacto con el público hay un hilo que, si te descuidas, es fácil que se rompa. Por eso hice hincapié en esta ronda de promoción del disco en encontrarme al máximo con los seguidores, en firmas y en charlas y, por eso, comencé con lacartaeb, donde me comunico directamente con los fans. Sin contacto con el público un músico se siente un poco mutilado, desde luego. Por otro lado, yo creo que ya cumplí con mi ración de giras. Así que estoy disfrutando del tiempo libre, de poder estar más creativo, de cultivar más otras disciplinas que también forman parte de mi persona, como la poesía y la pintura.

En cualquier caso, ha venido diciendo que, aún retirado de las grandes giras, estaba abierto a hacer conciertos puntuales. ¿Es una posibilidad en camino realmente?

Es una realidad, va a ocurrir. Cinco conciertos en 2023 y cinco en 2024. Ese es mi plan. [Las fechas para 2024 se anunciaron muy poco después de esta entrevista].

Es un cliché pero, ¿acaso es Greta Garbo el álbum más personal de Bunbury? Parece más fácil entenderlo así por su momento vital y lo que canta en las letras, que en la última década iban más dirigidas a la colectividad.

En una carrera tan larga es difícil decir que un disco es el más nada. Sí que está claro, efectivamente, que es el más personal de los últimos años, porque vengo de discos con contenido más social, en los que ponía la mirada en el mundo exterior que nos ha tocado vivir.

En cualquier caso, es mágico ver como una obra profundamente personal, resultado de todo lo que está pasando su creador, se transforma al llegar al público en algo colectivo que puede también estar hablando de lo que podemos estar pasando todos juntos como sociedad. ¿De lo más íntimo a lo más universal es donde están las respuestas y la conexión?

A veces ocurre así. Cuando hablas de algo estrictamente personal, que en principio no le ha pasado a mucha más gente y que podría resultar un disco esquivo, de repente conectas más con el corazón humano y se convierte en un disco más global de lo que creías. Me ha pasado anteriormente con algunos discos. Por ejemplo, con Pequeño (1999) y Las Consecuencias (2010), ambos discos muy exitosos de mi discografía y que parten de ser mucho más íntimos.

En una de sus nuevas canciones, Para ser inolvidable, canta: "Todo el mundo habla a la vez y llega tarde y mal a un lugar donde nunca quisieron llegar". ¿Aspira, quizás, a poner algo de melodía con tus canciones en este mundo tan ruidoso?

Me gusta que el mundo que vivimos se cuele en mis canciones, aunque en realidad hablen de otra cosa. Esa línea pertenece a Para ser inolvidable, que es una canción sobre la fama y la celebridad.

Se habla del síndrome de Greta Garbo para referirse a famosos que, hartos de la presión mediática, se apartan de la vida pública. En Desaparecer, otra nueva canción, canta "el día menos pensado tengo que aprender a desaparecer". ¿Está aprendiendo a hacerlo? ¿Nos vendría a todos bastante bien aprender de eso en estos tiempos de exposición permanente a través de todo tipo de pantallas?

Un poco de discreción no está de más. Y de recogimiento. La sobreexposición es cansina, para el que la ejerce y para el que la observa.

Hace poco Cala Vento nos comentaban que estaban preparando una newsletter para comunicarse con sus seguidores y abandonar poco a poco las redes sociales. Usted ya responde personalmente a sus seguidores en otra newsletter llamada La carta, si bien al mismo tiempo utiliza las redes sociales para promocionar su carrera. En cualquier caso, ¿las redes sociales son lugares a evitar? ¿Nos alejan más de lo que nos unen?

Intento buscar un equilibrio. Las redes sociales las utilizo para comunicar asuntos relacionados con mis discos, canciones y proyectos artísticos y creativos. Las cartas se envían directamente al buzón de correo de los seguidores que así lo desean, no es una comunicación con quien no tiene ese interés previo. Es una forma de acercarnos y entendernos. Me gusta el formato carta. Me gusta escribir y expresarme y escuchar.

Otra nueva canción, La tormenta perfecta, se puede igualmente entender como personal o social: "Este es un tiempo de mierda, todo se está transformando, de mariposa a gusano atrapado en la enredadera" (...) "Surfeando las olas del caos de la tormenta perfecta". El sonido de la canción ayuda a sentir esa tormenta en la que estamos todos dentro. ¿Confía en que podamos todos juntos ponernos a salvo a tiempo?

Es una canción que tiene las dos lecturas, la social y la personal. Yo confío mucho en el ser humano y absolutamente nada en los gobiernos, los políticos, las instituciones supranacionales y las élites en general. El enfrentamiento, si es que llega, no será entre izquierda y derecha, será de abajo a arriba.

Veo nostalgia, pero también ganas de seguir en este otro verso: "Pasamos los mejores años expresando y provocando a una sociedad enferma". ¿Ya no apetece provocar igual?

Uy, no me tientes. 

El álbum se abre con una declaración de intenciones, porque Nuestros mundos no obedecen a los mapas me parece, a mí, una reivindicación de los músicos como seres libres que nos enseñan lugares que podemos convertir en refugios. "Las canciones ponen la mirada donde los demás la retiran", canta. ¿Tan poderosas son las canciones?  

Absolutamente. Por supuesto depende del oyente. Para mí las canciones, las de los demás sobre todo, son grandes apoyos y lugares fantásticos donde habitar y cobijarte. El arte siempre es liberador, además de un gran vehículo para ideas y reflexiones. Un libro, un cuadro, una ​película, tienen un poder sanador incuestionable, además de mostrarnos vías alternativas y nuevas posibilidades.

Otro par de nuevas canciones. Primero, la titulada Autos de choque. Pareciera que esos autos de choque sin volante sobre los que canta somos nosotros mismos en este mundo enloquecido. En esa canción habla de los vigilantes de las costumbres, que nos lleva directamente a esa policía de lo correcto que tan poco le gusta. Ahora que se habla tanto de libertad, ¿somos libres solo para estrellarnos?

¿Se habla mucho de libertad? No sabía. Me alegro. Es un tema importante. Básicamente, actualmente somos libres para decir lo que queramos, pero debemos aceptar las consecuencias de la masa linchadora, sobre todo en las redes sociales. Luego está la libertad de credo. Parece que algunas creencias son moralmente más aceptables que otras, lo cual es una forma de decir 'puedes creer lo que quieras, pero lo que yo creo es mejor y lo tuyo es bastante chungo'. Y la libertad de pensamiento, que corre peligro, porque si no te puedes expresar empiezas a intentar adaptar tus planteamientos para que éstos sean aceptables en las conversaciones.

Y la última, Corregir el mundo con una canción, propicia una pregunta obvia: ¿Puede una canción corregir el mundo?

Tu mundo, seguro. Y, el mundo, puede reflejarlo y, con ello, podemos aprender y mejorar. Subestimar y desestimar el arte nos lleva por el camino directo hacia un vacío personal que es difícil de llenar. No imposible, pero nada fácil.

Este es un disco grabado en analógico, en cinta. ¿Por qué hacerlo así con toda la tecnología que supuestamente nos facilita la vida? ¿O acaso no es exactamente así?

No soy un hombre de las cavernas. Hace muchos años que sé manejar programas y trabajo con edición y plugins y lo que te imagines. En el 97 ya grabé Radical Sonora, que es un disco con mucha tecnología para la época y desde entonces he trabajado con distintas posibilidades en los estudios de grabación. Tanto en Las Consecuencias como en Expectativas, grabamos en analógico. Depende del disco que quieres grabar en cada momento. No necesitas todo, todo el rato. Hay veces que está muy bien limitar tus herramientas y buscar distintos caminos, para llegar a nuevos resultados.

A lo mejor incluso en un futuro no muy lejano la dichosa inteligencia artificial compone discos de nuestros artistas favoritos, incluso los muertos. ¿No sería ese un paso formidable para la humanidad?

Sí, hombre sí. Seguro que la inteligencia artificial va a crear al próximo Dylan y al próximo Bowie. En mi opinión, podrá imitarlos como puede un colega que tengo que imita muy bien, pero dudo que sea capaz de crear un ser único, como lo son los verdaderos artistas. Hay cosas que no puede conseguir una máquina y una de ellas es el punto de vista, la visión única y revolucionaria. Yo al menos, permíteme, lo dudo bastante.

No quiero dejar pasar la oportunidad de comentar un poquito al menos su segundo poemario, MicroDosis. Una experiencia empírica con la ingesta de microdosis de psilocibina, compuesto alucinógeno responsable del efecto psicoactivo de ciertos hongos comestibles. ¿Se entiende mejor este mundo estando razonablemente alucinado?

Las microdosis no son para alucinar. Es una dosis mínima que te ayuda a conectar con esa matriz divina de la que manan todas las ideas. Ese era el propósito. Establecer un contacto, lo más permanente posible, durante el periodo de escritura del poemario, para que las ideas fluyeran de forma libre y constante.

- ¿Qué te aporta la poesía que no te da la música? ¿Te da oportunidad de tener una nueva voz diferente? Ya sabes que tus letras siempre son muy importantes para quienes te escuchan.  

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Sí, ese era el propósito. Buscar una voz distinta que pudiera dar salida a otras inquietudes y expresar sentimientos e ideas con mayor profundidad quizás.

Y para terminar, una sencilla o difícil según cada cual. Después de casi cuatro décadas de carrera, ¿qué es el éxito para Bunbury en mayo de 2023?

El éxito es poder continuar desarrollando mi labor artística con un público atento e interesado. La cima es un lugar que se visita, no es lugar para vivir. Si has pisado un ocho mil sabes que, a esas alturas, es difícil respirar, así que lo mejor es acampar a una altura aceptable. 

Enrique Bunbury (Zaragoza, 1967) anunció en mayo del pasado año en plena gira su retirada de los escenarios por problemas de garganta y con la respiración, que meses después supo que eran motivados por el glicol, una sustancia química usada para el humo de las actuaciones. Alejado forzosamente de los escenarios, el aragonés errante se dedicó a la escritura de su segundo poemario y la composición de un nuevo disco que ha llegado este viernes a las tiendas y plataformas con el título de Greta Garbo.

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