El Banco de España presiona al banco malo para que venda activos retenidos por la caída de precios

La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), más conocida por el banco malo, va a tener que cambiar sus planes de negocio. El Banco de España ha elaborado un proyecto de circular que obligará a la gestora a tasar de nuevo sus activos en un plazo máximo de dos años, hasta diciembre de 2016, para ajustarlos a su valor de mercado. Las diferencias negativas en el valor, si las hay, tendrán que ser provisionadas. La medida puede agilizar la venta de los activos de la entidad, retenidos a la espera de que suban los precios del mercado inmobiliario. La Sareb presentará alegaciones al proyecto.

La Sareb, creada en 2012 para asumir los activos inmobiliarios de los bancos nacionalizados, nació con recursos propios de 4.800 millones y emitió deuda para adquirir 50.700 millones en activos dudosos a la mitad de su valor en libros. Debe vender esos activos en 15 años como máximo. En 2013, vendiendo una media de 25 inmuebles al día, más 2.500 hectáreas de suelo, más 12 carteras mayoristas de crédito, la entidad perdió 261 millones de euros.

El empujón del Banco de España a la gestora, vía circular,tiene un destinatario: los accionistas de la entidad. Son grandes bancos que son también jugadores destacados en el negocio de la venta de inmuebles. En la Sareb, el Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) controla un 45,7% del capital. El 54,35% restante es de inversores privados, con el Banco Santander (16,6%) y Caixabank (12,1%) a la cabeza.

Como una bomba

El proyecto de circular ha caído como una bomba en la gestora que preside Belén Romana. La Sareb tendrá que valorar de nuevo sus carteras de crédito y activos. A finales de este año tendrá que estar revisado el 30% de los activos; un 60% a finales de 2015 y el 100% a finales de 2016.

Formalmente, la Sareb no es un banco. Tampoco es una inmobiliaria. Pero el Banco de España, sostienen fuentes de supervisor, sí puede exigir la nueva valoración apoyada en dos normas: la Ley de Cajas y la Ley 9/2012 de reestructuración y resolución de entidades de crédito.

Fuentes de la Sareb consideran que el proyecto de circular supone cambiar la reglas en mitad del partido, lo que obligará a revisar el plan de negocio de la entidad y a reconsiderar un modelo que apostaba por la valoración a largo plazo de activos en los que se registra una gran dispersión de precios porque se compraron en bloque, unos caros y otros baratos. Las nuevas reglas, sostienen las fuentes de la gestora, pueden obligar a reconocer pérdidas que deteriorarán el balance. Los precios de los activos, traspasados en bloque recuerdan en la gestora, fueron decididos por decreto.

En cualquier caso, la presión del Banco de España sobre la entidad puede ser una prueba de que la Sareb nació con prisas y fallos de diseño. Así lo cree el expresidente del Banco Hipotecario y miembro de Economistas Frente a la Crisis, Julio Rodríguez. "Fue un diseño precipitado, basado en comprar con deuda, pensando en vender pronto para amortizarla y cerrar el agujero cuanto antes". En opinión del economista, los gestores del banco malo están tratando de vender muy caro en un contexto en el que todavía se registran caídas de precios (diciembre de 2012 sobre diciembre de 2013) de entre 5% y el 10% según zonas.

Decisión impuesta

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La gran cuestión es si la decisión de vender caro, lo que en un mercado deprimido equivale a vender menos o no vender, es una decisión impuesta desde fuera a los gestores de la entidad. El diputado socialista Valeriano Gómez no tuvo dudas y aseguró en el Congreso que  los mismos bancos a los que benefició el rescate, accionistas de la Sareb, han impuesto a la entidad que “no debe perjudicar con su actuación el valor de los activos inmobiliarios de los bancos con sus propias ventas, que esté más bien quieta, que las ventas se ordenen y que no haya obstáculos desde el banco malo a los procesos de venta de activos de los demás bancos

La conexión entre los bancos accionistas y Sareb es fuerte. El pasado año, la entidad pagó 200 millones de euros en comisiones a la banca para la que actúa como depuradora de problemas. Las comisiones bancarias suponen el 50% del total de los gastos de gestión, comercialización y mantenimiento del banco malo el pasado ejercicio. Para especialistas como Julio Rodríguez, expresidente del Banco Hipotecario, es "una muestra del caos" en el que se mueve la entidad.

Para entender cómo es posible que la Sareb pague comisiones a las mismas entidades que contribuyeron a hinchar la burbuja inmobiliaria, hay que examinar quién manda en la Sareb: bancos y aseguradoras. De las grandes entidades, sólo está ausente el BBVA.ausente