LAS CUENTAS DE LA BANCA
El Banco Santander ingresó en España un 5,5% más por comisiones en 2016
El Banco Santander cerró 2016 con unos beneficios netos de 6.204 millones de euros, lo que supone un 4% respecto del ejercicio anterior. El propio banco atribuye la mejora del resultado al “fuerte crecimiento de los ingresos por comisiones” así como a la mejora en la calidad del crédito. Los ingresos por comisiones crecieron un 8,1%,ingresos por comisiones si se consideran los resultados consolidados del grupo. En España, el banco ingresó por este concepto un 5,5% más que el año precedente. Pero en Portugal, por ejemplo, el alza fue del 19,1%. En Chile, del 11%. Estas subidas compensan la caída de márgenes que ha sufrido el banco, de un 3,4% en los resultados consolidados. O nada menos que un 10,3% en España, el triple.
“No estamos subiendo las comisiones”, respondió Ana Patricia Botín a los periodistas en la rueda de prensa donde presentó los resultados del grupo. Entre los objetivos declarados del Santander para los dos próximos años figura un aumento de las comisiones del 10% en 2018 y de entre el 15% y el 18% anual acumulado hasta ese año. El pasado diciembre el banco cambió las condiciones de su cuenta 123, su producto estrella, para cobrar comisiones. A partir del próximo 12 de febrero, los clientes están obligados a contratar tres tarjetas, una de crédito, otra de débito y una tercera de revolving –se aplaza el pago a cambio de una cuota fija– y se les cobra una comisión de tres euros al mes. La cuenta 123 ha conseguido dos millones de clientes hasta ahora, pero el objetivo del banco es llegar a los cuatro millones en 2018.
Botín justificó el endurecimiento de las condiciones de la nueva cuenta no en el cobro de comisiones, sino como un mecanismo para aumentar la vinculación del usuario. “Hemos pedido a los clientes que se benefician de la cuenta que el Santander sea su primer banco, y eso exige que usen la tarjeta de crédito”, explicó la presidenta del banco, “si no usan la tarjeta, no es su principal cuenta”.
Banco Santander se congratula de los resultados obtenidos en 2016 tras haber cumplido sus “objetivos estratégicos y de negocio”. Se presenta como uno de los bancos más rentables y eficientes –con un rato de eficiencia del 48%–, además de presumir de la “fortaleza” de su modelo de negocio, con una ratio de capital CET1 del 10,55%, por encima de lo que le exige el Banco Central Europeo –un 9,75%– como entidad sistémica. Además. la morosidad ha caído hasta el 3,93% desde el 4,85% del primer trimestre de 2015 para el conjunto del grupo, y desde el 8,52% hasta el 5,92% en España.
De cara al futuro, sus expectativas son superiores pese al “entorno volátil” que se aventura para los próximos años. Así, el Santander pretende crecer durante el ejercicio en curso lo mismo que en 2016, un 4%, para alcanzar un alza “de dos dígitos” en el beneficio por acción en 2018.
El beneficio cae en EEUU y Reino Unido, pero se dispara en Portugal y Brasil
Pero no todas las filiales han tenido un buen año. De hecho, en Estados Unidos el Santander no consigue levantar cabeza. En 2016 su beneficio neto se desplomó un 41,8%. Los resultados de sus operaciones financieras se han desplomado un 90,4% y los márgenes de intereses, la principal fuente de ingresos de una entidad financiera –además de las comisiones y las inversiones de capital– se han reducido un 3,3%. Si a éstos se les descuentan los costes de explotación, el margen neto en EEUU se ha hundido un 9,2%. El banco atribuye los resultados al hecho de que en Estados Unidos está “cambiando su negocio hacia un perfil de menor riesgo” y a que tuvo aumentar provisiones para cubrir el riesgo contraído con empresas del petróleo y el gas tras caer el precio del crudo.
Lo cierto es que el Santander lleva tiempo intentando cumplir los requerimientos de la Security and Exchange Commission (SEC) –la CNMV estadounidense– en materia de gestión de riesgos, controles internos y gobernabilidad. Suspendió los test de estrés de la Reserva Federal en 2015, ha cambiado su cúpula directiva local y reorganizado el negocio creando un holding. También retrasó dos veces la presentación de resultados, por lo que sufrió un fuerte castigo en bolsa.
Sin embargo, a Ana Patricia Botín le preocupan más las políticas de Donald Trump por los efectos que puedan tener en México, en concreto sobre el cambio del peso mexicano, que por sus consecuencias sobre el banco.
También quitó hierro al Brexit, pese a que el beneficio del Santander en el Reino Unido cayó un 14,7% el año pasado. Y el margen de intereses se recortó un 10,9%. En este caso, el banco culpa del descenso a la entrada en vigor de un impuesto a la banca del 8%, así como a la depreciación de la libra frente al euro tras el referéndum que empujó al Reino Unido fuera de la UE. El crédito a clientes cayó un 12,7%, cuatro veces más que en España. Hay que recordar que el 20% del beneficio atribuido del grupo se genera en Reino Unido, mientras que el negocio en España sólo aporta el 12%. “El Brexit no afectará a la entidad, pero sí a nuestros clientes; ahí es donde tenemos que trabajar para conseguir un acuerdo que sea bueno para los clientes ingleses y europeos”, aventuró Ana Patricia Botín ante los periodistas.
Por el contrario, las cifras del banco en Brasil –el mayor generador de beneficio del grupo, un 21%–, Chile y Portugal son lustrosas. En Brasil el beneficio crece un 9,5%, en Chile un 12,7% y en Portugal un 33%. En Polonia ha caído un 9,5%, según el análisis del banco por culpa de un nuevo impuesto sobre activos. Y en México el resultado se elevó apenas un 0,1% debido a “la debilidad del peso frente al euro tras las elecciones en Estados Unidos”.
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El Santander cuenta con una plantilla de 188.492 empleados repartidos por todo el mundo. La ha recortado en 5.371 personas en el último año. Su red de oficinas se compone de 12.235 sucursales, tras haber cerrado 795 en 2016. El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que acometió en España el año pasado –1.200 trabajadores– le costó al banco 475 millones de euros. Por tanto, la plantilla española se ha quedado en 23.017 empleados, distribuidos en 2.911 oficinas, un 16% menos que hace un año.
En la información remitida a la CNMV, la entidad financiera también informa sobre las cantidades dedicadas al pago del impuesto de sociedades (IS) en los diferentes territorios donde opera. En España, el resultado ordinario antes de impuestos fue de 1.459 millones de euros y destinó al IS 416 millones. La factura fiscal se situó en 773 millones en Brasil; 736 millones en Reino Unido; 355 millones en Estados Unidos; 247 millones en México, 159 millones en Chile, 131 millones en Portugal y 121 millones en Polonia.________________
RECTIFICACIÓN: En una primera versión, esta información se publicó con el titular "El Banco Santander tampoco paga en 2016 por el impuesto de sociedades en España". Se trata de un error, ya que el dato correcto es que en dicho ejercicio destinó al pago de dicho tributo 416 millones. El mismo error de interpretación de los resultados se produjo respecto al pago de impuestos en los otros países donde opera el banco. Las cifras correctas son las que figuran en la versión corregida actual. Pedimos por ello disculpas a nuestros lectores.