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Los beneficios que las multinacionales obtienen en España y desvían a paraísos fiscales se disparan un 64% en tres años

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Las multinacionales dejan de declarar en España 23.051 millones de dólares –19.751 millones de euros– anuales desviándolos a paraísos fiscales. La cifra corresponde a la última actualización de The missing profits of nations (Los beneficios perdidos de las naciones), un estudio que arrancaron en 2015 Thomas Tørsløv y Ludvig Wier, de la Universidad de Copenhague, y Gabriel Zucman, de la Universidad de Berkeley y director del Observatorio Fiscal de la UE. Entre esa fecha y los datos analizados, de 2018, los beneficios obtenidos en España por las grandes compañías internacionales pero trasladados a jurisdicciones de baja o nula tributación han crecido un 64%. En la misma medida se ha disparado también la pérdida en el impuesto de sociedades que la Hacienda española debería haber recaudado por esas cantidades: en 2015 dejó de ingresar 3.720 millones de dólares –3.187 millones de euros–, que en 2018 se convirtieron en 5.763 millones –4.938 millones de euros–.

Es decir, España pierde el 16% de los ingresos del impuesto de sociedades por culpa de la ingeniería financiera que aplican las multinacionales. Son dos puntos más que en 2015 y tres más que en 2016. Aunque quizá lo más sangrante sea que, además, casi el 83% de esas ganancias tienen como destino los paraísos fiscales de la Unión Europea. Cerca de 20.000 millones de dólares terminan en Bélgica, Chipre, Irlanda, Luxemburgo, Malta y Países Bajos. La mayor parte, 6.856 millones, las multinacionales los desvían a sociedades holandesas. Luxemburgo es el segundo favorito, con 6.333 millones.

El desvío de beneficios y la pérdida de ingresos fiscales por estas operaciones multinacionales han crecido en todo el mundo desde 2015, no sólo en España. Un 53,6%, según los datos del estudio, que incluye todos los países de la OCDE y 16 países en desarrollo. Si en 2015 las ganancias distraídas a paraísos fiscales sumaban 616.000 millones de dólares, tres años más tarde se elevan a 946.000. La pérdida global en el impuesto de sociedades ha aumentado un 29,2%, de 188.000 a 243.000 millones de dólares. Por tanto, las cifras españolas superan con creces la media mundial, casi 10 puntos porcentuales en beneficios trasladados y seis en pérdida fiscal –la media mundial es del 9,9% y ha crecido nueve décimas desde 2015–.

En estos tres años, Singapur ha superado a Irlanda como el mayor paraíso fiscal del mundo, puesto que recibió en 2018 132.000 millones de dólares de beneficios multinacionales, por 126.000 millones la isla. Singapur ha duplicado desde 2015 la cantidad de ganancias trasladadas por grandes empresas. Países Bajos es el tercer imán fiscal del mundo, con 106.000 millones de dólares, y Suiza el cuarto, con 102.000 millones. Para hacerse una idea de los volúmenes manejados por estos países, basta con señalar que todos los paraísos del Caribe –casi una veintena sin incluir Bermudas, que se analiza aparte–, suman 110.000 millones de dólares en beneficios atraídos, lo que sitúa la zona por encima del negocio conseguido por Países Bajos.

En total, Tørsløv, Wier y Zucman calculan que el 36% de los beneficios mundiales son trasladados artificialmente a paraísos fiscales cada año. El porcentaje se mantiene más o menos estable desde 2015 –con un ligero descenso hasta el 35,6% en 2018–. Los economistas lo consideran “sorprendente”, si se tiene en cuenta que en 2018 ya llevaba en marcha dos años el proyecto BEPS (siglas inglesas de Erosión de la Base Imponible y Traslado de Beneficios), de la OCDE, cuyo objetivo es precisamente frenar las estrategias fiscales de las multinacionales, que se aprovechan de los agujeros de las legislaciones nacionales. Su conclusión es que en tres años no ha tenido “ningún efecto mensurable”. En todo caso, habrá que esperar para saber qué ocurre tras el reciente acuerdo para implantar un tipo mínimo global del 15% en el impuesto de sociedades.

Tampoco han detectado efecto alguno sobre el traslado de beneficios de la rebaja de impuestos aprobada por Donald Trump a finales de 2017. Al contrario, destacan los economistas, EEUU ha aumentado su pérdida fiscal, que era del 14%-19% que sufría entre 2015 y 2017 al 23% en 2018.

Cada vez más hacia paraísos fiscales de la UE

En el caso español, el alza en el desvío de beneficios entre 2015 y 2018, el 64%, supera al de Alemania, que fue del 50,9%; Francia, del 46,8%, o Italia, que se quedó en el 39%. Pero le gana por goleada Reino Unido, que casi lo ha duplicado.

Como queda dicho, la mayor parte de los beneficios desviados por las multinacionales que operan en España va a parar a paraísos fiscales situados dentro de la propia UE. Además, ese volumen de ganancias ha crecido en estos tres años un 59,7%, muy por encima del 35,3% en que han aumentado las destinadas a territorios extracomunitarios. Sólo han perdido fuelle las transferidas a Suiza, que han caído un 4,3%. Por el contrario, las dirigidas a otras jurisdicciones fuera de la UE, como Bermuda y el resto del Caribe, Puerto Rico, Hong Kong y Singapur, se han más que duplicadoBermuda y el resto del Caribe, hasta los 2.018 millones de dólares, y superan ya a las suizas –1.989 millones en 2018–.

Dentro de la UE, han sido las transferencias españolas a Chipre las que más se han disparado entre 2015 y 2018: se han quintuplicado. Claro que su volumen es muy pequeño: han pasado de cuatro a 20 millones de dólares. Las que viajaron a Malta se han elevado un 73%, hasta los 301 millones. Los beneficios desviados a Bélgica han crecido un 31,4%, por lo que suponen ya 1.397 millones, y los trasladados a Países Bajos, un 47,6% –6.856 millones–. Más éxito ha tenido Irlanda, con un alza del 60,7% y un volumen total de 4.138 millones de dólares. Pero es Luxemburgo la plaza más concurrida para las multinacionales con negocio español: los beneficios transferidos han aumentado un 83,1%, de forma que maneja 6.333 millones de dólares.

Traducido en ingresos perdidos para la Hacienda nacional, resulta que de los 5.763 millones de dólares que se dejaron de ingresar en 2018, 1.714 millones corresponden a beneficios desviados a Países Bajos, 1.583 millones a Luxemburgo y 1.034 millones a Irlanda, por citar a los tres principales trileros fiscales comunitarios.

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Exceso de beneficios artificial

¿Cómo calculan Tørsløv, Wier y Zucman esos beneficios trasladados disimuladamente por las multinacionales? Las empresas extranjeras situadas en paraísos fiscales son siempre mucho más rentables que las nacionales. Por el contrario, las empresas extranjeras son siempre menos rentables que las empresas locales en los países de alta fiscalidad. Así que han medido el exceso de beneficios artificial en los paraísos fiscales como la diferencia de rentabilidad entre empresas locales y extranjeras. A su vez, el exceso de rentabilidad de las multinacionales en los paraísos fiscales se explica por las enormes transferencias, en forma de cánones, comisiones de gestión e intereses, que les llegan desde países con alta tributación. Los consideran excesivos al compararlos con el tamaño de la economía real de ese país. Así, por ejemplo, desde España las multinacionales pagaron en 2018 “en exceso” 4.281 millones de dólares en intereses por inversiones extranjeras directas y 13.743 millones en royalties, seguros y servicios financieros. Según sus cálculos, España es la propietaria última de 10.182 millones de dólares en inversiones extranjeras directas, de los cuales 5.088 millones se encuentran en Países Bajos.

Por su parte, Estados Unidos posee el 50% de los beneficios desviados a paraísos fiscales de todo el mundo, pero sólo pierde el 23% de los beneficios trasladados a los paraísos fiscales. Por el contrario, la UE y los países en desarrollo tienen menos beneficios en los paraísos fiscales, pero pierden más por culpa del traslado de beneficios. Sólo con un tipo mínimo global del 15%, calcula Gabriel Zucman, la UE aumentaría su recaudación del impuesto de sociedades en 50.000 millones de euros y en 100.000 millones si se elevara al 21%. De ellos, 5.400 millones le corresponderían a España. Ése es el importe del gasto sanitario previsto por las comunidades autónomas para este año.

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