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La i+D se estanca: ni los fondos extra de la UE hacen que España supere su gasto récord prepandémico

Una mujer trabaja en la sala de criopreservación de células el Hospital Clínic, a 28 de septiembre de 2023, en Barcelona.

Converger lleva su tiempo. El gasto en Investigación y Desarrollo (I+D) se ha incrementado hasta los 19.325 millones de euros, lo que ha significado un alza del 12% y representa el 1,44% del Producto Interior Bruto (PIB). Todo ello, según la última actualización de datos llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística (INE), referida a 2022, de la que se desprende un aumento de sólo tres décimas, ya que en 2021 el porcentaje en relación al PIB fue del 1,41%. Por sectores de ejecución, Empresas ha destinado el mayor porcentaje sobre el gasto en I+D, con un 56,4% (0,81% del PIB), seguido de la Enseñanza Superior, con un 26% (0,37%) y la Administración Pública, que ha supuesto el 17,2% del gasto nacional (0,25% del PIB). El 0,3% restante hay que asociarlo al área de las Instituciones Privadas Sin Fines de Lucro (IPSFL).

Las actividades de I+D se han financiado principalmente por el sector Empresas –un 49,3% del total– y por la Administración Pública –37,7%–. Un global de 263.407 personas han podido dedicarse a jornada completa a la investigación y el desarrollo, lo que ha representado el 12,9 por mil de la población total ocupada. Aquí hay que destacar una subida del 5,6% respecto al año anterior. En concreto el colectivo de investigadores ha alcanzado la cifra de 161.751, esto es, un 7,9 por mil de la población ocupada y un 4,9% más que en 2021. El 40,8% del personal en I+D a jornada completa fueron mujeres, sobresaliendo la participación femenina en la Administración Pública -54,5% del empleo total- y en las IPSFL -51,3%-.

La evolución no fue igual en todo el mapa nacional. Las comunidades con las mayores tasas de expansión en gasto de I+D han sido La Rioja (26,7%), Cataluña (18,2%) y Aragón (15,6%). Por contra, ha descendido en Castilla-La Mancha (–7,6%) y ha registrado sus menores aumentos en Cantabria (4,0%) y en la Comunidad Foral de Navarra (5,1%).

En términos per cápita, el gasto en I+D se ha elevado a 402 euros por habitante en 2022 y en los territorios donde más se ha asignado a innovación por persona han sido País Vasco (798,9 euros), Comunidad de Madrid (749,1) y Cataluña (611,3). Del otro lado, Canarias se ha situado a la cola (122,8) con las Islas Baleares (136). Por ramas de actividad, las empresas del sector Servicios han acaparado el 52,1% del gasto en I+D , mientras las de la Industria han llegado al 46,2%.

Varios economistas consultados relacionan la mejora estadística con el desembarco en el país de los fondos europeos. De hecho, entre el verano de 2020 y diciembre de 2022 España repartió para actividades de I+D+I+d (investigación, desarrollo, innovación y digitalización) 6.259 millones de euros de los fondos Next Generation, con Madrid como comunidad más agraciada y las grandes empresas como principales receptoras. Así consta en un estudio de la Fundación Cotec, elaborado en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), en el que se refleja además que en el periodo estudiado se convocaron 35.828 millones de esos fondos, de los que 12.011 (33,5%) fueron para I+D+I+d y se resalta que el ritmo de ejecución (52,1%) de ese dinero superaba en 10 puntos porcentuales el del resto de política de gasto, un 52,1% frente al 42,2% de media. Era similar al de los fondos para actividades de I+D+I (50,3%) y para los de digitalización (54,1%).

Pero no hay que envolverse en capas de autocomplacencia. España sigue estando por debajo del promedio europeo en este ámbito. De hecho, el país ocupa el puesto 16 de 27 en el ranking de innovación de la Unión Europea (UE), la misma posición que en 2022, según recoge el Cuadro Europeo de Indicadores de la Innovación (European Innovation Scoreboard en inglés), publicado el pasado mes de julio por la Comisión, que proporciona una evaluación comparativa de los resultados en materia de investigación e innovación de los estados miembros de la UE, otros países europeos y vecinos regionales.

Nivel innovador moderado

España se sitúa este año en el 89,2% de la media continental, cuatro décimas más que el 88,8% de 2022. Pero se mantiene dentro del tercer grupo, de los cuatro escalones en los que se coloca a los países por su rendimiento en esta materia, donde están los estados considerados moderados por su nivel de innovación (entre el 70% y el 100% de la media europea). Habrá que cultivar más la I+D para escalar al círculo de los fuertes (por encima de la media europea). Esta posición no se corresponde con el potencial económico español. Es más, existen países como Estonia y Eslovenia que con menor renta per cápita, logran mayor puntuación en esta clasificación, liderada por Dinamarca, que es el nuevo país con mejores resultados de la UE, superando a Suecia después de unos años en el primer lugar.

Junto a España en el tercer grupo se encuentran Estonia, Eslovenia, Chequia, Italia, Malta, Portugal, Lituania, Grecia y Hungría. Todos son innovadores moderados. El norte y el oeste de Europa “son el hogar de los líderes de la innovación y de los innovadores más fuertes”, mientras que el sur y el este “albergan a la mayoría de los innovadores moderados y emergentes”, se resume en la documentación de la Comisión. Los tres indicadores en los que el estado español recibe una puntuación peor son empleo en empresas innovadoras (60% por debajo de la media), innovaciones de proceso en las pequeñas y medianas entidades, las denominadas pymes, (58%) y gasto en I+D en el sector empresarial (48%). Para recuperar el mejor dato de España hay que remontarse a la época prepandémica, en concreto a 2019, cuando se consiguió el máximo histórico, un 92%, y se escaló en cinco posiciones en el ranking de la innovación respecto al ejercicio anterior.  

¿Cambiar el modelo productivo?

Para el ex rector y catedrático emérito de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Juan Gimeno, el dato de crecimiento referido a 2022 "es positivo", al ser "relativamente alto incluso en términos reales", si bien indica que "seguimos lejos de los objetivos del propio plan nacional y de equipararnos a Europa". "Deberíamos incrementar el 50% solo para estar con la media y duplicar para estar con los países más avanzados", suma. "Se habla mucho de productividad y de cambiar el modelo productivo, pero, o se pone el acento en i+D, o seguiremos siempre a la cola", lanza.

Hay otra cuestión que Gimeno estima importante para quebrar estadísticas estancadas: "En otros países hay mucha más colaboración entre universidad y empresa", mientras en España, "viven un poco de espaldas los dos mundos". Cambiar eso "favorecería mucho", a su juicio, "el desarrollo de la investigación, el generar más patentes, etc". Aboga por que esa relación sea "más estrecha" y fluida.

En la misma línea el profesor de la Universidad de Alcalá, Daniel Fuentes, cree que "aunque el incremento en términos nominales es llamativo, y el volumen en sí también, en realidad dada la evolución general de los precios, el dato señala un estancamiento de la I+D en el 1,4% del PIB". Queda tarea, en su opinión. "Seguimos lejos del objetivo de 2%, que otros países de nuestro entorno sí alcanzan. Esto significa que la brecha tecnológica se sigue abriendo, en detrimento de nuestra economía", concluye.

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