La mitad de las sucursales del Santander tienen menos de tres empleados y sobre ellas recaerá el grueso de los despidos

Casi la mitad de las sucursales – el 47,6%– del Banco Santander tienen menos de tres empleados. Precisamente ésas van a ser las más afectadas por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que el grupo presidido por Ana Patricia Botín acaba de presentar para despedir a 1.667 trabajadores. De esas oficinas más pequeñas van a salir 346 personas, el 35% de los empleados que van a perder su empleo en la red de sucursales, de acuerdo con las cifras incluidas en el informe técnico que ha elaborado el despacho Equipo Económico, propiedad de Ricardo Montoro, hermano del ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro.

Los sindicatos y el banco acaban de empezar a negociar las condiciones del ERE, que supondrá el despido de 979 trabajadores de la red de oficinas, 460 del departamento corporativo y otros 228 de los servicios centrales y estructuras intermedias. La plantilla actual de la entidad en España asciende a 23.254 personas. Los despidos supondrán un recorte del 7,2%. Al menos ésas son las cifras iniciales puestas sobre la mesa por el banco, que ofrece indemnizaciones de 40 días por año trabajado, así como prejubilaciones y bajas voluntarias. Los sindicatos ya han avanzado que reclamarán las mismas cantidades pagadas a los 3.000 trabajadores despedidos en 2013 tras la integración de Banesto: 50 días por año trabajado.

La intención del Santander cerrando las oficinas más pequeñas es aumentar la plantilla media por oficina hasta los 4,7 empleados, su volumen medio de negocio hasta los 83,1 millones de euros, el número de sus clientes activos hasta los 2.140 y su margen ordinario un 25%. En España la entidad posee 1.663 sucursales con menos de tres empleados, 1.260 con entre cuatro y seis, y 571 con más de siete.

Pero, además de aumentar el tamaño de las sucursales, el banco quiere impulsar un nuevo modelo de oficina, con personal más especializado. “Los clientes piden cada vez más asesoramiento, ya que ellos mismos llevan a cabo las operaciones más simples a través de la banca digital o los cajeros”, explica el documento. Además, las nuevas oficinas serán dotadas de “servicios multicanal” –internet, móviles, redes sociales– y nuevas tecnologías. En concreto, el banco cita “asistentes virtuales” y “espacios interactivos de asesoría”.

De esta forma se pretende frenar la caída de la carga operativa horas/día que sufre la red de oficinas y que el informe cifra en un 5,4% desde 2014. Al tiempo, las contrataciones multicanal se han disparado, un 426% desde 2013. El Santander dice tener 16,6 millones de clientes digitales, y aspira a alcanzar los 30 millones en 2018. En total, el banco quiere cerrar ahora 450 oficinas y desarrollar otras 1.000 del nuevo tipo digital y especializado hasta 2018.

Cerrará más oficinas en Murcia que en toda Andalucía

El cierre de oficinas y los consiguientes despidos se van a repartir de manera desigual según las comunidades autónomas. La más afectada será Madrid, con 182 despidos y 89 sucursales eliminadas; seguida de Murcia –127 despidos y 55 oficinas cerradas– y Cataluña –con menos despidos, 123, pero más sucursales afectadas, 62–. En Andalucía se clausurarán 50 oficinas y se despedirá a 115 trabajadores.

En los servicios centrales, el grueso del recorte lo sufrirán las áreas de Soporte, con 91 despidos, y las Estructuras Intermedias, con 95.

En el departamento corporativo, la división más afectada será la de Riesgos, de la que desaparecerán 130 de sus 634 trabajadores. La de Banca Corporativa perderá 105 personas de sus 595 actuales. Pero la de Banca Comercial quedará reducida a la mitad: los planes de la entidad son despedir a 71 de sus 144 empleados. En total, se eliminará un 15% de la plantilla del centro corporativo. Y ello después de que durante el último año se hayan recortado el número de divisiones de este departamento de 15 a 10, un 33%.

Aumenta sus beneficios un 162,3% 

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El informe elaborado por Equipo Económico enumera las razones que justifican el ERE por causas organizativas y productivas. Se remite a la caída del margen bruto del banco, un 12,4% entre 2013 y 2015, fruto de los bajísimos tipos de interés. También habla del deterioro de la ratio de eficiencia ratio–el cociente entre ingresos y costes de explotación–, que ha aumentado seis puntos y medios en los dos últimos años. Pero estas cifras negativas no han impedido al Santander aumentar sus beneficios un 162,3%, de 868 a 2.777 millones de euros entre 2013 y 2015. De ellos, sólo el 12% proceden de su negocio en España. Donde el Santander gana más dinero es en Reino Unido –un 23%– y en Brasil –19%–.

Según explica el documento, para enmendar las cifras y afrontar los desafíos del aumento de la regulación y el paulatino proceso de desbancarización de la economía tras la crisis financiera, el Santander está acometiendo, por un lado, su transformación comercial y, por otro, planes de eficiencia. Éstos últimos deben recortar 3.000 millones de euros en costes hasta 2018.

En cualquier caso, el informe justifica también el ERE aludiendo a las características del sector en España. Pese a haber sido el país que más ha reducido el número de sucursales desde 2010, éste sigue siendo un 46,8% superior a la media de la zona euro, destaca. “La red”, concluye, “está sobredimensionada”. España es igualmente el país que mayor recorte de plantillas ha realizado en sus bancos durante los últimos años, un 23% frente al 7% de la eurozona. Pero su número medio de empleados por oficina es sólo de 6,3, la mitad que en el resto de Europa. El documento reproduce las previsiones de Funcas (la Federación de Cajas de Ahorro), que cifra en 20.000 empleos y 3.000 oficinas los recortes que sufrirá el sector hasta 2019 en España.