El futuro de Cataluña
Unai Sordo se reunirá con el presidente de Societat Civil Catalana tras la manifestación por los presos
El secretario general de CCOO, Unai Sordo, se reunirá el próximo 26 con el presidente de la asociación antiindependentista Societat Civil Catalana, José Rosiñol, según han confirmado a infoLibre ambas organizaciones. La cita se celebrará sólo unos días después de que el pasado domingo UGT y CCOO participaran en la manifestación convocada en Barcelona por el Espai Democràcia i Convivència bajo el lema Por los derechos y las libertades, por la democracia y la cohesión, ¡os queremos en casa!. Su presencia ha suscitado críticas entre los constitucionalistas y malestar en el interior de los propios sindicatos. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, se reunió antes de la manifestación, el pasado jueves, con Rosiñol, quien le pidió entonces al líder sindical que no secundara la convocatoria.
El secretario de Organización y portavoz de CCOO, Fernando Lezcano, asegura que la reunión con Societat Civil Catalana se produce “por decisión propia”, independientemente de la intercesión que ofreció hace unas semanas el líder del PSOE, Pedro Sánchez, a ambos sindicatos durante la visita del presidente de la asociación a Madrid. “Si los objetivos fueran los mismos que los de la manifestación del domingo, recuperar la convivencia y recomponer el diálogo, por supuesto que estaríamos dispuestos a participar en cualquier convocatoria de Societat Civil Catalana”, asegura por su parte un portavoz de UGT.
Lezcano dice que CCOO era “consciente de adónde iba” cuando se sumó a la manifestación del domingo en Barcelona. “Y no vamos a renegar de ello”, apunta, “pero sí somos sensibles a la dificultad que puede haber para hacer entender los motivos por los que participamos”. Sobre todo, porque “se ha trasladado la imagen unívoca de que todo giraba en torno a los presos”. “Y no es ésa la razón por la que asistimos”, asegura el dirigente sindical, quien admite la “inquietud” que esa situación genera en el sindicato.
UGT y CCOO emitieron un comunicado conjunto antes de la manifestación en la que explicaban sus razones para apoyar la convocatoria del domingo. En él denunciaban el “bloqueo institucional y político” que sufre Cataluña y criticaban la “habitual inacción del Gobierno”, las consecuencias “desproporcionadas” de la actuación judicial y la polarización social. Ambos sindicatos defendían un abordaje político del conflicto “a través del diálogo”, renunciando tanto al “inmovilismo del Gobierno” como al “unilateralismo” de las fuerzas independentistas. Aseguraban que los objetivos de la convocatoria del día 15, “la construcción de puentes de encuentro” y hacer una “llamada a la normalidad institucional, política y judicial”, son los que explican la participación de UGT y CCOO.
Pero destacan también que no comparten “ni el objetivo, la independencia, ni la estrategia, la proclamación unilateral, que persiguen y promueven” los independentistas. “Una estrategia que todos sabíamos que acarrearía consecuencias jurídicas”, advierten. Finalmente, instan a formar un Gobierno en Cataluña, a recuperar el autogobierno dejando de aplicar el artículo 155, al tiempo que a “dejar atrás el llamado procésprocés y abrir una etapa de diálogo político”.
UGT recalca que el sindicato va a seguir “trabajando en la misma línea”. Antes de la manifestación, se reunieron tanto la comisión ejecutiva como el consejo confederal, donde Pepe Álvarez “dio explicaciones” tras haberse producido antes algunas declaraciones de “disconformidad puntuales”, precisa el portavoz sindical. “Todos lo entendieron”, zanja. “Nuestro objetivo es tender puentes y sacar a la sociedad catalana de la polarización en que se encuentra”, explica, “no somos independentistas, no creemos en la unilateralidad ni que en España haya presos políticos, porque es un Estado de derecho”. Su único “pero”, continúa, es la “disconformidad” con la aplicación de la prisión preventiva a los políticos implicados en el procés.
Conscientes de los riesgos
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Ambos reconocen que han perdido afiliados –dicen que básicamente en Cataluña, menos en el resto de España– debido a su postura en el conflicto. “Las bajas ni han sido organizadas, de una sección sindical o una federación, ni numerosas”, replica Fernando Lezcano. La portavoz de CCOO en Cataluña, Montse Ros, cifró en 500 las bajas; Lezcano dice que en el resto del país no llegan en conjunto a esa cifra “ni de lejos”. En UGT las secciones sindicales de Renfe y Telefónica, así como algunas de funcionarios de la Administración autonómica han mostrado públicamente su rechazo a la línea política adoptada por el sindicato.
“Naturalmente que esas pérdidas de afiliados invitan a la reflexión, pero más aún la situación general en Cataluña, por eso tenemos que plantear allí la necesidad de recolocar las fuerzas independentistas dejando el procés a un ladoprocés, formando un gobierno ya y situando de nuevo en lugar prioritario la agenda social”, avanza el dirigente de CCOO.
Los dos sindicatos rechazan tanto las acusaciones de equidistancia como las de que se han dejado manipular por los independentistas en su intento por dar una imagen de “transversalidad” al movimiento. “A ver cuándo dejamos de hablar de esto y volvemos a debatir de educación, pensiones, salarios y pobreza”, urge el portavoz de UGT. “No se nos manipula tan fácilmente”, rebate Fernando Lezcano, quien no obstante admite que el sindicato “es consciente de los riesgos de instrumentalización” que corren los sindicatos “visto el tratamiento” que se ha dado a su asistencia a la manifestación. De ahí esa “reflexión” que dice estar preparando CCOO: “A partir de ahora vamos a hablar entre nosotros sobre cómo colocamos a CCOO en Cataluña, de manera que quede claro que queremos que se forme un nuevo Gobierno enseguida siguiendo los preceptos constitucionales y que se avance en la senda de la normalización”.