Repsol
La visita de Estado del presidente mexicano fuerza una tregua en la pugna de Pemex con Brufau
El sonado enfrentamiento entre la compañía petrolera estatal mexicana Pemex y la española Repsol, en la que la primera controla un 9,34% del capital, vive una tregua. La junta de accionistas de Repsol celebrada a finales de marzo respaldó el acuerdo negociado con Argentina por la expropiación de la filial YPF y aprobó un blindaje estatutario que eleva al 75% el apoyo de accionistas necesario para separar las actividades de exploración, producción (upstream) y refino (downstream) de la compañía. Los cambios, destinados a frenar la supuestas aspiraciones de Pemex, fueron aprobados, pero el enfrentamiento no está resuelto.
La causa de la tregua es la visita a España del presidente mexicano Enrique Peña Nieto, prevista para junio. Será la primera visita de Estado de un presidente mexicano desde 2008. El Gobierno del PP, que se implicó profundamente en el arreglo a tres bandas (Argentina, España, México) para cerrar la polémica expropiación de la argentina YPF a Repsol, quiere que sea un éxito. Nadie, sostienen fuentes al tanto de la situación en el consejo de la petrolera, desea que una pelea abierta empañe la visita.
Ni lo desea el Gobierno español ni lo desean las grandes empresas españolas del Ibex con presencia en México, desde Iberdrola a FCC, pasando por OHL.
Brasil, México y Colombia son los mercados mejor posicionados ante las oportunidades de negocio que ofrecen gracias al incremento de la renta per capita y al aumento del consumo, según el VII Informe Panorama de Inversión Española en Latinoamérica 2014 elaborado por el IE Business School.
Cuestión de táctica
La calma en Repsol es, por lo tanto, una cuestión táctica. Tras ella se mantienen los deseos de Pemex, segundo accionista de la petrolera española tras La Caixa (12,2%), de relevar al presidente Antonio Brufau, cuya gestión cuestionó abiertamente. El director general de Pemex, Emilio Lozoya, criticó duramente la gestión (y el salario) de Brufau al frente de Repsol en el Parlamento mexicano y el consejero de la compañía en la petrolera española, Arturo Henríquez, votó contra su gestión.
A finales de 2013, fuentes de los accionistas destacados de Repsol daban por hecho que en los contactos mantenidos al más alto nivel político en México y en Argentina,contactos se había tratado el relevo de Brufau al frente de la compañía una vez se cerrara el contencioso el Gobierno de Cristina Kirchner por YPF.
Con la visita de Peña Nieto pendiente, el Gobierno no quiere que nada enturbie la oportunidad de estrechar las relaciones diplomáticas y comerciales con México. Más aún tras el anuncio de la fuerte sanciòn impuesta a la cementera Cemex por la Agencia Tributaria.
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Multa de 455 millones
Hacienda ha impuesto a la cementera mexicana multas por valor de 455 millones de euros por "simular pérdidas para rebajar sus obligaciones fiscales" entre los años 2006 y 2009. Según CEMEX, la Agencia Tributaria discute la existencia de algunas de las pérdidas declaradas por la compañía a lo largo de esos años.
Cemex ha anunciado que recurrirá la sentencia y puede tardar años en pagar las multas. La posibilidad de recurrir, desde el Tribunal Económico Administrativo Central al Tribunal Supremo suele dilatarse tanto que hacienda podría cobrar en 2020 las irregularidades cometidas tres lustros atrás.