Argelia celebra este sábado elecciones presidenciales anticipadas pendiente de la participación, tras registrar el índice más bajo de su historia en las últimas de 2019, y ante la que pocos dudan que el actual presidente, Abdelmajid Tebboune, será reelegido, según informa EFE.
La oposición considera que serán unos comicios "de trámite" en los que el presidente compite con el islamista Abdelali Hassani y el socialista Youcef Aouchiche, dos discretos candidatos aunque representan formaciones con base nacional: el Movimiento de la Sociedad por la Paz (MPS), segundo partido del Parlamento, y el Frente de Fuerzas Socialistas (FFS), fundado en 1963.
En total, 24.351.551 argelinos están llamados a las urnas: 23.486.061 en Argelia y otros 865.490 residentes en el extranjero, que comenzaron a votar el pasado lunes, de una población total de 46,7 millones. El 47% de los electores son mujeres y el 36% de ellos, menores de 40 años.
Las elecciones de 2019 estuvieron marcadas por el Hirak, el pacífico y masivo movimiento de protestas que forzó la retirada de Abdelaziz Bouteflika, después de dos décadas en el poder, y provocó dos suspensiones electorales (abril y julio) que retrasaron los comicios hasta diciembre.
Las elecciones en Argelia son de doble ronda, cuando no se alcanza mayoría en la primera vuelta, pero el país nunca ha votado en doble vuelta como se prevé en esta ocasión.
Los índices de participación en las presidenciales han caído desde 2009 (74%) hasta alcanzar su dato más bajo en 2019 con el 39,8% de los votos. Los procesos electorales celebrados durante el mandato de Tebboune también registraron una alta abstención, tanto el referendo constitucional de 2020 como las elecciones legislativas de 2021 que solo movilizaron al 23% del electorado.
Durante la campaña, los partidos opositores más críticos y sin representación institucional apenas se han manifestado ni para pedir el boicot, como predominó en 2019, y la líder progresista Zoubeida Assoul, que fue excluida de la lista final de candidaturas, llamó a la participación pero con la papeleta en blanco.
Tres candidatos, un favorito
Once partidos políticos, entre ellos el Frente de Liberación Nacional (FLN) que lidera la política argelina desde la independencia del país en 1962, apoyan la candidatura independiente de Tebboune.
Nacido en 1945 en Mechería, su primer mandato destacó por una aparente estabilidad política y económica, una imagen de "manos limpias" contra la corrupción y la redistribución de los altos ingresos que Argelia consiguió al incrementar las exportaciones de hidrocarburos en medio de la crisis energética europea.
De perfil tecnócrata, Tebboune ocupó la cartera de Vivienda y Comunicación en gabinetes de Buteflika (1999-2019) y una breve jefatura de tres meses de Gobierno en 2017, cuando se enfrentó al clan del influyente expresidente. Cambió el Hirak, que resistió durante sus primeros meses de Gobierno, por un programa de reformas hacia una "Nueva Argelia" que quiere completar en este segundo mandato, y que no convence a los críticos que denuncian un retroceso de libertades en el país.
Después de 29 años de boicot, el islamista moderado MPS, con amplia implantación nacional, presentó como candidato a Hassani, su secretario general aunque no su verdadero líder, que sigue siendo su predecesor, Abderrazak Makri. De 57 años, este ingeniero de obras públicas y exdiputado define a su formación como "la primera opositora" al Gobierno (con 68 de los 407 diputados por detrás del FLN) pero "en positivo".
En entrevista con EFE, defendió el papel del MSP en la instauración del "multipartidismo" en Argelia (1988) y aseguró que la competición del sábado no está "cerrada", pese a las predicciones de victoria de Tebboune.
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Aouchiche (1983, Boghni), el más joven de los candidatos y secretario de FFS, aunque no su cara más visible, votará el sábado en la rebelde región de su Cabilia natal, de mayoría bereber y la provincia más abstencionista de toda Argelia. Preocupado por el retroceso de las "libertades democráticas" en Argelia, la liberación de "presos políticos y de opinión" constituye "el corazón" de su programa, dijo en entrevista con EFE.
Aouchiche, que apuesta por un cambio "pacífico", cree que la medida es necesaria para "instaurar un clima de tranquilidad y de concordia nacional", que posibilite las reformas anunciadas y considera que "la abstención no es la alternativa".
La población del sur en el Sáhara, de mayoría tuareg, ha comenzado a votar en urnas intinerantes, mientras que la mayoría del país más grande de África, concentrada en las urbes de la costa mediterránea, está llamada este sábado a acudir a los colegios electorales a partir de las 7.00 (6.00 GMT), ante un manifiesto desinterés popular.
Argelia celebra este sábado elecciones presidenciales anticipadas pendiente de la participación, tras registrar el índice más bajo de su historia en las últimas de 2019, y ante la que pocos dudan que el actual presidente, Abdelmajid Tebboune, será reelegido, según informa EFE.