Altos cargos del Gobierno estadounidense temen que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, pueda expandir el actual conflicto en Gaza hasta una guerra en firme contra Hezbolá en Líbano para intentar alargar su vida política entre la ola de críticas recibidas por la lentitud de la respuesta de seguridad a las masacres de las milicias palestinas del 7 de octubre, según ha informado Europa Press.
Es mas, un conflicto en firme entre Israel y Hezbolá, mucho más allá de los intercambios de artillería que llevan efectuando desde hace meses en la frontera, podría acabar sobrepasando la capacidad del Ejército israelí, de acuerdo con un informe de Inteligencia recogido por el 'Washington Post', medio que también recoge las preocupaciones de los responsables norteamericanos.
En medio de esta situación, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, llega mañana lunes a Israel con el objetivo fundamental de "impedir que este conflicto se expanda", ha hecho saber el diplomático en un vídeo publicado este domingo; una idea que comentó su portavoz, Matt Miller, al principio de la gira regional que el secretario emprendió el viernes y que hoy le ha llevado a Jordania.
"Que el conflicto se extienda más allá de Gaza no beneficia a nadie. Ni a Israel, ni a la región, ni al mundo entero", ha declarado el portavoz. "El problema es que esta opinión no es compartida de manera uniforme por el Gobierno israelí", ha añadido.
En el seno de la Adminstración Biden existen dos teorías al respecto de los "cambios fundamentales" que Netanyahu ha prometido en relación a los combates contra Hezbolá: unos lo ven como un 'farol' para lograr concesiones del partido-milicia chií libanés, pero otros están convencidos, relata el diario, "de que si la guerra de Gaza termina mañana, su carrera política lo hará con ella", de ahí un posible plan deliberado para expandir el conflicto.
De hecho, miles de personas se han manifestado este sábado en las calles de Tel Aviv para pedir un adelanto electoral en Israel y han exigido unos comicios que se celebren de forma "inmediata", según el diario The Times of Israel.
Aproximadamente 20.000 personas se congregaron en la ciudad según datos de los organizadores de las protestas recogidos por el mismo medio. La manifestación principal se produjo en la Plaza Habima, aunque también se han registrado congregaciones más pequeñas en otros puntos, como Haifa o la ciudad costera norteña de Cesarea, donde los manifestantes han protestado en las inmediaciones del domicilio de Netanyahu.
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En respuesta, fuentes del Gobierno israelíes se han limitado a comentar que el primer ministro israelí "seguirá adoptando las medidas necesarias para garantizar la seguridad de Israel y su futuro".
En este sentido, oficiales estadounidenses han hecho hincapié en que la expansión del conflicto a Líbano podría tener graves consecuencias para el Ejército israelí. El informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa apunta en particular que las Fuerzas Aéreas israelíes están completamente ocupadas con la ofensiva en Gaza.
"Los pilotos están cansados y hay que mantener y reacondicionar los aviones, según otra de las fuentes del 'Post', "y se enfrentarían a misiones más peligrosas en Líbano que en Gaza, donde Hamás tiene pocas defensas antiaéreas para derribar aviones atacantes".
Altos cargos del Gobierno estadounidense temen que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, pueda expandir el actual conflicto en Gaza hasta una guerra en firme contra Hezbolá en Líbano para intentar alargar su vida política entre la ola de críticas recibidas por la lentitud de la respuesta de seguridad a las masacres de las milicias palestinas del 7 de octubre, según ha informado Europa Press.