"¿Qué haces cuando es Dios quien te agrede?": Abbé Pierre, icono de la Iglesia francesa, acusado de violación

4

Sarah Brethes (Mediapart)

"Estoy acostumbrada a defenderme. Pero esta vez era Dios. ¿Qué haces cuando es Dios el que te hace eso?" En pocas palabras, una de las mujeres citadas en el informe independiente de Egaé expone el problema sistémico de la violencia sexual perpetrada por hombres de la Iglesia. El abate Pierre, fallecido en 2007 a la edad de 94 años, si no era Dios, al menos había alcanzado la categoría de ídolo encarnando los valores de la lucha, el humanismo y la solidaridad.

La imagen del religioso, durante mucho tiempo la personalidad favorita de los franceses, parece más que deteriorada por las conclusiones, hechas públicas el miércoles, de esta investigación lanzada por Emaús Internacional, alertada por una víctima en 2023, conjuntamente con Emaús Francia y la Fundación Abbé-Pierre.

Los hechos denunciados, que abarcan el periodo de 1970 a 2005, se refieren a empleadas, voluntarias de las tres organizaciones, así como a mujeres jóvenes del círculo personal del abad.

Siete presuntas víctimas, una de ellas menor de edad en el momento de los hechos, han accedido a testificar de forma anónima. En total se ha identificado a doce mujeres, pero no todas han podido ser entrevistadas. "Es razonable creer que hay más personas implicadas, en proporciones difíciles de estimar", afirman las tres organizaciones en un comunicado de prensa conjunto.

Las mujeres que han testificado describieron una serie de similitudes que podrían interpretarse como acoso o agresión sexual: "tocamientos no solicitados de zonas sexuales", en particular los pechos, "intentos de contacto físico" y "proposiciones sexuales".

"Las creemos, sabemos que estos actos intolerables han dejado huella y las apoyamos", dicen las tres organizaciones en su comunicado . "Estas revelaciones están sacudiendo nuestras estructuras [...] Sus desmanes cambian profundamente nuestra visión de un hombre conocido sobre todo por su lucha contra la pobreza, la miseria y la exclusión", añadieron.

Llamamiento a testificar

Una de las mujeres entrevistadas en el marco de la investigación relató que el abate Pierre le había puesto "las manos en los pechos", mientras "hablábamos de trabajo". Otra contó que un día, "mientras se despedía de ella, le metió la lengua en la boca de una forma brutal y totalmente inesperada".

Una tercera mujer describió una escena en la que el abate "le manoseó el pecho" mientras ella estaba en una escalera. Algunos años después, otra escena en un despacho: "Me acerqué a él para darle la mano. Intentó tirar de mí hacia la ventana. Le dije 'No, padre'. Me dijo 'lo necesito'. Le dije que no y se fue."

Reprocho al abad Pierre el haber hecho sufrir a estas mujeres, y celebro su valentía al dar testimonio

De esta serie de entrevistas se desprende "una especie de estupefacción en el momento de los hechos", escribe la autora del informe, Caroline De Haas, que subraya la existencia de "una forma de control alimentada por la diferencia de edad, el estatus del abate Pierre y una forma de idolatría, o la situación de subordinación entre la gente y él".

En su informe, la firma Egaé, que forma a empresas e instituciones en la lucha contra la violencia sexista y sexual, encargado a principios de 2014, subraya que "ha podido contar con el apoyo constante" de Emaús y de la Fundación Abbé Pierre y "su implicación activa por su parte en el proceso".

Tras estos primeros testimonios, se ha puesto en marcha un dispositivo "estrictamente confidencial de recogida de testimonios y de apoyo a las personas que han sido víctimas o testigos de comportamientos inaceptables por parte del abate Pierre", según las tres asociaciones, que han hecho un llamamiento a testificar.

Christophe Robert, delegado general de la Fundación Abbé Pierre, declaró a La Vie estar conmocionado "al descubrir tales actos". "Estoy triste. Triste y cabreado. Reprocho al abad Pierre haber hecho sufrir de esta manera a estas mujeres, y celebro su valentía al hablar".

"Esto forma parte de un patrón, ya desgraciadamente conocido, de alguien que tiene un aura –en este caso de benevolencia y beneficencia– que, como sacerdote, se supone que actúa en nombre de Cristo y que abusa de las relaciones de autoridad"declaró a La Vie Éric de Moulins-Beaufort, arzobispo de Reims y presidente de la Conferencia Episcopal Francesa, citado por el semanario cristiano.

Abusos desde los años 50

Otra frase del informe, pronunciada por una persona "que conoce bien el movimiento", plantea interrogantes: "Toda una generación sabía que el abad Pierre se estaba pasando [...]. No era un epifenómeno."

Muy influyente gracias a la religión, este religioso, elegido en 1945 diputado por Meurthe-et-Moselle antes de fundar Emaús en 1949 y hacer historia con el llamamiento lanzado en el invierno de 1954, se añade ahora a la larga lista de clérigos acusados de violencia sexual, sobre los que se han lanzado numerosas advertencias a lo largo de los años.

Una de las siete mujeres citadas en el informe, a la que el sacerdote tocaba los pechos y la enviaba "mensajes personales no solicitados", cuenta que en 1995 se lo dijo a "los responsables de la comunidad", pero fue en vano: "La pareja nos había recibido. Habían oído lo que teníamos que contarles. Ni se inmutaron. Yo me dije: 'Están ocultando algo, esto es perverso'."

Formaba parte del personaje, intentábamos limitar los daños

Otras seis personas entrevistadas por la firma Egaé dijeron que estaban al corriente de esos problemas, o que los habían denunciado, desde 1992, cuando el sacerdote tenía ya 80 años. Una de las testigos dijo que una persona cercana al abate Pierre les contó que "a medida que envejecía, le costaba controlar sus instintos" y que "no podía dejar de tocar los pechos de las mujeres".

Estos comportamientos no parecen limitarse a la "vejez" del clérigo. Una de las entrevistadas relató haber sido destinataria de una escena de los años 50 ó 60. El abate estaba en una barca con una mujer y se "abalanzó sobre ella". La mujer del relato añadió: "Formaba parte del personaje, intentábamos limitar los daños".

En una investigación publicada el miércoles, La Vie dice que "las divagaciones emocionales del abate Pierre preocupaban a su entorno" a partir de los años cincuenta. "En el invierno de 1956-1957, el religioso fue enviado a una clínica y después a un retiro en el seminario de Alençon y, a finales de diciembre, a un hospital. En diciembre de 1957 fue internado durante seis meses en la clínica psiquiátrica de Prangins (Suiza), por orden del obispo de Grenoble. Oficialmente, estaba en cura de reposo; oficiosamente, se le mantuvo alejado de las mujeres", señala el semanario, basándose en los trabajos de la historiadora Axelle Brodiez-Dolino.

Varios libros publicados en los años 2000 ponen también de manifiessto el comportamiento problemático del fundador de Emaús, señala La Vie . En Le Saint et la Pécheresse (El santo y la pecadora, edit. L'Archipel, 2008), la cantante Sandra Slag afirma que el sacerdote quiso seducirla y que se desnudó delante de ella y de su hija en 1985, y una segunda vez en 1991.

En su segundo libro, L'Abbé Père (Alphée, 2007), Jean-Christophe d'Escaut, procedente de una familia alojada en la primera comunidad de Emmaüs en Neuilly-Plaisance (Seine-Saint-Denis), acusa al abate Pierre de haber intentado tocar los pechos de su hermana en 1984.

Informe sobre abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica. Una respuesta necesaria

Ver más

"Nunca se tomaron suficientes medidas para proteger a la gente y protegerle a él de sí mismo", concluye la historiadora Axelle Brodiez-Dolino, quien presiente que ahora "se ha abierto la caja de Pandora".

 

Traducción de Miguel López

"Estoy acostumbrada a defenderme. Pero esta vez era Dios. ¿Qué haces cuando es Dios el que te hace eso?" En pocas palabras, una de las mujeres citadas en el informe independiente de Egaé expone el problema sistémico de la violencia sexual perpetrada por hombres de la Iglesia. El abate Pierre, fallecido en 2007 a la edad de 94 años, si no era Dios, al menos había alcanzado la categoría de ídolo encarnando los valores de la lucha, el humanismo y la solidaridad.

Más sobre este tema
>