Los líderes demócratas están divididos, pero sus bases ya se movilizan contra Trump y Musk

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Manifestantes se concentran en el National Mall durante la protesta de NowDC, en Washington, el 14 de marzo de 2025.

François Bougon (Mediapart)

Birmingham (Estados Unidos) —

El martes de carnaval, Thomas Diasio estaba en Nueva Orleans, a cinco horas en coche de Birmingham. Pero, en estos tiempos políticamente turbulentos, ni siquiera las festividades escaparon a las pasiones desatadas por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

Durante el desfile, dos Cybertruck, esos enormes vehículos Tesla de estilo futurista fabricados por la empresa de Elon Musk, sufrieron el furor de la multitud, que los abucheó e insultó. “A pesar de que estábamos en una sección del público donde generalmente se sientan las familias”, dice Diasio.

Unos días después, este abogado cuenta la anécdota a sus amigos, simpatizantes demócratas que suelen reunirse todos los jueves por la noche en un bar de esta antigua ciudad industrial, un bastión demócrata en un Estado, Alabama, completamente ganado por los republicanos.

Bromeando, el pequeño grupo se llama a sí mismo blue dots, “puntos azules”. Una referencia a la pegatina que representa un punto azul claro rodeado de rojo, y a toda una gama de productos derivados lanzados por dos habitantes de Birmingham en 2006 para devolver la energía y la esperanza a aquellos que pueden sentirse aislados.

Bajo un árbol y con una luna resplandeciente, en el patio tomamos algo, pedimos bocadillos y, por supuesto, hablamos mucho de Trump. Nos contamos anécdotas, como la de Nueva Orleans. O la de uno de los presentes que cuenta su desventura, la de su pareja.

Los suegros de Thomas Diasio votaron a Trump. Su mujer, investigadora en un centro nacional de salud (NIH), es víctima de los despidos decididos por Elon Musk. “¿Sabes lo que le dijeron sus padres? Que busque otro trabajo, en el hospital”, dice, consternado. ¿Cómo hablar con los de enfrente cuando el país se tambalea hacia una distopía?, se preguntan. Incluso se llega a imaginar que el “mejor escenario” sería un golpe de Estado para salvar las instituciones.

“Esto es como una película de terror”

Un ex militar que se acaba de incorporar al grupo considera que habrá que dirigirse a quienes votaron por Donald Trump en noviembre. “Habrá que ganarse su corazón y su mente”. Es más fácil decirlo que hacerlo, argumenta uno de sus vecinos, que está harto de las locuras de los republicanos, de sus mentiras y de sus ataques contra la democracia estadounidense.

En su cuenta de Facebook, Thomas Diasio publica muchos contenidos denunciando la política de la actual administración y sus ataques contra la administración federal. Ha difundido la traducción al inglés del discurso del senador francés Claude Malhuret, que se ha convertido en una estrella de los anti-Trump por comparar Washington con “la corte de Nerón”, con “un emperador incendiario, cortesanos sumisos y un bufón bajo ketamina encargado de la depuración de la función pública”.

También hay fotos de las manifestaciones que se organizan todas las semanas, como la que tuvo lugar frente a la sede de la Seguridad Social en Birmingham para denunciar la ofensiva del multimillonario Elon Musk. A petición de los sindicatos, unas treinta personas se colocaron a lo largo de las aceras y enarbolaron pancartas en las que se podía leer: “Salvar el país, salvar la función pública”, “Poner fin a la guerra contra los trabajadores americanos”. La de Cynthia Johns, presidenta de la sección local de la Federación Americana de Empleados Gubernamentales (AFGE), es una llamada a los parlamentarios: “Congreso: ¡aguanta, no te rindas!”

Esta sindicalista cuenta que los funcionarios se sienten atacados por las acciones de Elon Musk y sus secuaces, que han entrado en el sistema de seguridad social “sin habilitación de seguridad”. “Todo sucede de forma rápida y agresiva. Nunca sabemos qué va a pasar en el día a día. ¿Qué será lo siguiente?”, se pregunta, y añade: “Todos los días veo las noticias y es como una película de terror. Cada mañana y cada noche veo las noticias y me pregunto qué pasará a continuación. Y cuando crees que la situación está en su punto más bajo, que no puede empeorar, ocurre algo más. Están a punto de destruir el Ministerio de Educación”.

Es hora de que el Partido Demócrata tenga más valor y se muestre más firme

A su lado, Eric Hall, ex funcionario y activista de Black Lives Matter, lleva una camiseta de la organización Black Voters Matter  con la inscripción “We Fight Back” (“Contraatacamos”).

“Es un mensaje muy importante”, explica. “Un mensaje que enviamos al mundo para decirle que no vamos a dejar pasar nada. Vamos a mantenernos fuertes y vamos a luchar. Vamos a luchar contra esta injusticia. Vamos a luchar contra aquellos que odian a los trabajadores del servicio público. Luchamos para proteger a los empleados del gobierno federal, y no solo a ellos sino también a los veteranos y a todos los demás”.

Él, que participa en las movilizaciones de base, ¿cómo ve la respuesta del Partido Demócrata cuatro meses después de su derrota en las elecciones? “El Partido Demócrata debe hacer más”, responde. "Creemos que esta administración no es justa y no respeta las reglas. El Partido Demócrata debe hacer todo lo necesario para asegurarse de que representa a los votantes que les eligieron. Es hora de que tenga más agallas y se muestre más firme”.

Los demócratas se dividen

El llamamiento al Congreso para que no se rinda, inscrito en la pancarta de la sindicalista Cynthia Johns, no ha sido escuchado. Al día siguiente, el líder de los senadores demócratas en el Senado, Chuck Schumer, y otros nueve compañeros permitieron que Donald Trump y los republicanos evitaran una parálisis presupuestaria.

Pero los republicanos no han mostrado ninguna voluntad de hacer concesiones al aprobar en la Cámara de Representantes un proyecto de presupuesto que prevé nuevos recortes en el gasto federal, mientras que el “copresidente”, el multimillonario Elon Musk, ya ha procedido a decenas de miles de despidos de funcionarios y a severos recortes en las agencias federales y los ministerios.

La oposición demócrata tuvo la oportunidad de mostrar su firme y total desacuerdo con este proyecto de destrucción, ya que, aunque el bando republicano tiene todos los poderes, al controlar la Casa Blanca y el Congreso, necesitaba ocho votos de la oposición para aprobar su texto en el Senado.

El líder de los senadores demócratas, Chuck Schumer, que había afirmado inicialmente que se opondría, finalmente cambió el voto. En un comunicado, el senador por Nueva York explicó que era “la mejor manera de minimizar el daño que la administración Trump causará al pueblo americano”.

Este cambio de opinión provocó fuertes críticas de numerosas figuras del Partido Demócrata, entre ellas, Alexandria Ocasio-Cortez. Entrevistada por la CNN, la diputada del ala izquierda del partido consideró que la decisión de Schumer era “un error monumental”, expresando también “un profundo sentimiento de indignación y traición”.

La organización Pass the Torch (Pasa la antorcha), creada en 2024 para pedir a Joe Biden que no se presentara y pasara el relevo a Kamala Harris, consideró que “Chuck Schumer no quiere ni puede afrontar este momento”. “Su único trabajo consiste en luchar contra la toma de control fascista de nuestra democracia por parte de MAGA”, prosiguió. “En lugar de eso, la está favoreciendo directamente”. Los militantes han pedido la dimisión de Schumer.

Intento no pensar demasiado en todo lo que hacen cada día porque, si no, me va a invadir la tristeza

El analista político Nate Silver también considera que Schumer se ha equivocado, sobre todo porque la política de Donald Trump encuentra cada vez más resistencias y se traduce en mayores dificultades económicas debido a los aranceles que está imponiendo. “Entonces, ¿por qué querrían los demócratas ofrecerle un salvavidas con un presupuesto que ni siquiera aprueban?”, escribe.

Más de cuatro meses después de su derrota en las presidenciales, los demócratas muestran, una vez más, su división entre pusilánimes y luchadores. Y la ausencia de líder refuerza esta impresión de desorganización.

Pero las bases se están movilizando. En Birmingham, la rama local de Indivisible —un movimiento de base creado después de la primera elección de Trump en 2016 por ex colaboradores parlamentarios del Partido Demócrata para “ralentizar, detener y rechazar” el programa del magnate inmobiliario— ha vuelto a la acción, explica una de sus responsables, Laura Nadell.

Esta trabajadora autónoma, que tiene una pequeña empresa de cuidado de mascotas, tomó la palabra el 7 de marzo durante la movilización a favor de la ciencia en un parque de Birmingham. Se remontó al pasado para hacer frente a las tormentas del presente: “Es aterrador lo que está pasando. Tengo miedo. No dejo de decirme a mí misma: Dios mío, si yo hubiera sido una de esas personas en Francia durante la Segunda Guerra Mundial, ¿habría podido montarme en bicicleta y, ya sabes, ser como esas personas que resistieron? Me digo a mí misma que habría sido realmente aterrador, pero la respuesta es probablemente sí, porque no conozco otra forma de hacerlo que seguir adelante. Cada uno de nosotros tiene poder, pero juntos tenemos aún más”.

Una semana después volvemos a encontrarla en un moderno café del centro de Birmingham. Cuenta que fue “salvada por el punk”, una música que le permitió rebelarse contra su educación muy conservadora y salir de su mundo tradicional del sur de Estados Unidos. “Derribar muros, permitir que la gente sea ella misma y no ser juzgada por lo que es, son principios que provienen del punk y que nunca me han abandonado. Somos más fuertes si partimos de la base que si nos imponen las cosas desde arriba”, justifica.

Desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, su organización recibe cada vez más refuerzos. “Cada semana se presenta gente nueva. No solo organizamos reuniones, también trabajamos en la resiliencia de la comunidad. Por ejemplo, creamos jardines comunitarios. Organizamos clases de yoga para mantenernos concentrados y con energía”.

El 18 de mayo, Indivisible organizará un gran concierto, que se llamará Rock for your rights (El rock por vuestros derechos). Además de actuaciones de grupos, se prevén intervenciones políticas. “Intento no pensar demasiado en todo lo que hacen cada día porque, si no, me va a invadir la tristeza, la ansiedad y la desesperación. Así que hacer todo lo que hago me ayuda a sentirme mejor”, afirma Laura Nadell.

La concentración cuyo tema era “La corrupción destruye, la comunidad construye”, a la que tenía previsto asistir el sábado por invitación de la iniciativa 50501 (50 manifestaciones, 50 Estados, una iniciativa),  fue finalmente cancelada en Birmingham. Se había anunciado un tornado durante al menos veinticuatro horas. Pero el que se ha generado en la Casa Blanca podría durar más tiempo.

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Traducción de Miguel López

 

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