El panorama mediático británico gira (más) hacia la derecha

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Marie Billon (Mediapart)

Londres (Reino Unido) —

Sir Paul Marshall aún no tiene la notoriedad de Rupert Murdoch o Vincent Bolloré en Francia, pero está construyendo su imperio mediático en el Reino Unido. La BBC calcula la fortuna de este jefe de fondos de inversión de 64 años en más de 875 millones de libras (más de 1.000 millones de euros). Y acaba de gastar parte de ella, a principios de septiembre, al comprar el semanario de derechas The Spectator por 100 millones de libras (120 millones de euros).

La revista más antigua de Gran Bretaña, fundada en 1828, pasa así a formar parte de su creciente cartera de medios de comunicación. En 2017, Paul Marshall fundó la web de noticias UnHerd. En 2021, invirtió decenas de millones de libras en el canal GB News, un equivalente británico de la CNews francesa. Sigue siendo el copropietario. Acaba de hacer una oferta para comprar el Daily Telegraph y su edición dominical, el Sunday Telegraph.

Estos dos periódicos, junto con The Spectator, pertenecieron a los hermanos Barclays hasta el año pasado, cuando pasaron a manos del grupo bancario Lloyds. También se dice que Paul Marshall ha echado el ojo al semanario de izquierdas The New Stateman.

Una abundancia de actividades que llega en buen momento. A principios de noviembre, “el Partido Conservador decidirá su futuro”, afirma Paul Marsden, profesor de la universidad Trinity Leeds. La derecha elige a un nuevo líder que dará identidad al partido: hacia la derecha o hacia el centro. “Paul Marshall quiere influir sobre lo que venga después”.

Paul Marshall, miembro del centrista Partido Liberal Demócrata hasta 2015, lo abandonó para apoyar el Brexit, la salida de la Unión Europea. Ahora está cerca de los conservadores, pero también del nuevo partido de extrema derecha Reform UK, tres de cuyos cinco diputados son presentadores de su canal GB News, entre ellos Nigel Farage, el líder del partido. El ex primer ministro Boris Johnson también tiene un contrato con el canal, aunque todavía no ha aparecido en pantalla.

Falta de regulación

Ofcom, el regulador audiovisual británico, no ha impedido que sean contratados parlamentarios (siempre de derechas) como presentadores en GB News, a condición de que no estén a cargo de las noticias que deban ser neutrales. Aunque, en caso de una noticia de última hora, haya tenido que entrar precipitadamente en plató un periodista que no tenía previsto estar allí .

En general, muchos académicos critican a Ofcom, entre ellos Thomas Chivers, profesor de la universidad Goldsmiths y miembro de la Media Reform Coalition, creada en 2011 para luchar por una mejor regulación de los medios de comunicación. En el caso de GB News “Ofcom simplemente no ha utilizado sus poderes de la forma prevista por la ley”, afirma.

En 2023, solo después de que dos presentadores hicieran comentarios sexuales y misóginos sobre una periodista –comentarios que provocaron un número récord de quejas–, Ofcom empezó a actuar. En total, el regulador acabó determinando que GB News había incumplido las normas doce veces desde 2021. “La cadena ha recibido ahora unos cuantos tirones de orejas”, afirma Stephen Barnett, de la universidad de Westminster. “Pero nada que asuste a un hombre con tanto dinero como Paul Marshall”.

Paul Marshall necesita ampliar su cartera para aumentar su influencia

La débil respuesta de Ofcom, según el profesor Barnett, se debe a dos razones. En primer lugar, tiene que ver con las personalidades de sus miembros: su presidente, Sir Michael Grade, es cercano al Partido Conservador, y se dice que su directora ejecutiva, Melanie Dawes, tiene una comprensión equivocada de la libertad de expresión. “No hay absolutamente nada en la legislación, ni siquiera en la jurisprudencia, que sugiera que la libertad de expresión sea incompatible con la imparcialidad», afirma Stephen Barnett.

En segundo lugar, la debilidad de Ofcom es también responsabilidad del Gobierno, que tiene potestad para denunciar a un medio de comunicación ante la autoridad de la competencia del país (CMA). A los conservadores “no les preocupaba dejar que GB News hiciera lo que quisiera”. Stephen Barnett espera que la llegada de los laboristas al poder cambie las cosas.

Un proyecto “ideológico”

Porque, sostiene Barnett, GB News es “un proyecto ideológico, no comercial”. "Paul Marshall está perdiendo dinero y seguirá haciéndolo. No es como en Estados Unidos, donde Murdoch y Fox News obtienen enormes beneficios con la emisión del canal por cable”. La publicidad es casi la única fuente de ingresos de GB News, y es limitada, gracias en parte a los esfuerzos de los activistas de Stop Funding Hate (No financien el odio). “Nuestro objetivo es que el odio no sea rentable”, explica Richard Wilson, su responsable. Grandes marcas como Ikea han retirado su publicidad.

GB News sólo tiene 2,7 millones de telespectadores al mes, frente a los casi 8,5 millones de Sky News, propiedad de Rupert Murdoch. Pero según el Financial Times, “la mitad de los miembros del Partido Conservador lo ven regularmente”. Así que, para aumentar su influencia, Paul Marshall necesita ampliar su cartera, dice Stephen Barnett. “Puede incorporar periodistas del Spectator a GB News, y si compra el Telegraph, puede compartir aún más sus recursos”.

GB News se creó con la aparente misión de proporcionar una mayor diversidad periodística [...]. En realidad, lo que hemos visto es la normalización de las ideas de extrema derecha

Paul Marshall, con su creciente lugar en el mundo de la comunicación, es una personalidad intrigante. Le fue concedido el título de Sir en 2016 por sus servicios a la educación y la filantropía. En 2002, cofundó la organización benéfica ARK dedicada a la educación e invirtió varios millones en la creación del Instituto Marshall de Filantropía y Emprendimiento Social.

“Mi raíz es mi fe», dijo en 2012. “Soy un cristiano comprometido de la Iglesia de Inglaterra”. Se describe a sí mismo como un liberal británico, y ha hecho suyas las batallas contra el progresismo, el “wokismo” y la “cultura de la cancelación”. “GB News se creó con la ostensible misión de ofrecer una mayor diversidad periodística frente a la supuesta parcialidad izquierdista de los grandes medios”, explica Thomas Chivers. “Pero, en realidad, lo que hemos visto es la normalización de las ideas de extrema derecha”.

Hoy en día, el panorama mediático ya está dominado por derechistas adinerados. “El 90% de la difusión de los diarios nacionales está controlado por sólo tres empresas”, afirma Thomas Chivers. “Entre ellas están News UK, de Rupert Murdoch, y DMG Media, perteneciente a Lord Rothermere, que procede de una familia aristocrática conservadora muy tradicional y es editor del Daily Mail y Metro, dos periódicos muy leídos en este país.” Según el profesor, estas carteras de medios crecientes están provocando una “deriva aún mayor hacia la amplificación y el dominio de voces cada vez más conservadoras en nuestros medios de comunicación”.

Junto a nuevos medios como GB News, creado en 2021, yTalk TV, el equivalente menos popular de Rupert Murdoch, los medios tradicionales conservan una fuerte influencia en la opinión pública. The Sun, propiedad de Murdoch, “tiene una de las mayores audiencias en Internet”, afirma Paul Marsden. “Incluso han cambiado su modelo, eliminando el muro de pago en favor de una web de acceso gratuito”.

Algunas emisoras de radio comerciales también buscan crear audiencia con famosos: Nigel Farage tuvo un programa en la LBC. El diario de centro-derecha The Times creó Times Radio en 2020. También hay políticos que presentan programas, entre ellos el ex ministro conservador Ed Vasey y la ex consejera laborista Ayesha Hazarika.

“Quien controla los medios de comunicación, controla las mentes”

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Aunque a veces pueda ser equilibrado, el panorama mediático británico está muy politizado.

 

Traducción de Miguel López

Sir Paul Marshall aún no tiene la notoriedad de Rupert Murdoch o Vincent Bolloré en Francia, pero está construyendo su imperio mediático en el Reino Unido. La BBC calcula la fortuna de este jefe de fondos de inversión de 64 años en más de 875 millones de libras (más de 1.000 millones de euros). Y acaba de gastar parte de ella, a principios de septiembre, al comprar el semanario de derechas The Spectator por 100 millones de libras (120 millones de euros).

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