Los agricultores tendrán ayudas directas por la sequía: "Una explotación media pierde 50.000 euros"
Entre los innumerables sectores afectados por la mayor sequía registrada hasta la fecha, sobresalen los agricultores que viven del cereal y los ganaderos que dependen del pasto de los prados. Estos dos pilares del sector primario español afrontan las ayudas anunciadas para este jueves por el Gobierno como su mayor baza para no entrar en quiebra tras la peor primavera que recuerdan.
La inmensa mayoría de los productores de cereal han tenido que segar la planta sin que haya llegado a generar el grano debido a la falta de lluvias, por lo que su cosecha solo podrá destinarse este año a producir alimentos para animales. Mientras, la ganadería extensiva se ha quedado sin buena parte de la hierba que alimentaba a sus vacas y ovejas, por lo que recurren a un forraje más caro de lo normal por la alta demanda.
Para solventar esta situación, el Gobierno ha convocado este jueves un Consejo de Ministros extraordinario donde se presentará un real decreto urgente de medidas para paliar los daños de la sequía, y donde estará involucrado el Ministerio de Transición Ecológica y el ministerio de Agricultura. Fuentes del Gobierno confirman que el texto incluirá ayudas directas al sector primario –un recurso que hasta ahora no se había utilizado–, y se espera que el paquete sea más amplio, aunque por ahora no se han confirmado más medidas.
Tanto el sector agrícola como el ganadero se han reunido varias veces en el último mes con el ministro de Agricultura, Luis Planas, para trasladarle la situación que vive el campo en prácticamente todo el país, especialmente en la mitad sur. Desde la organización agraria y ganadera COAG inciden en la necesidad de inyecciones directas de dinero y de acceso a créditos con bajos tipos de interés a través de ICO y Saeca para poder sobrevivir a los próximos meses.
"Después de las pérdidas de estos meses necesitamos liquidez para la próxima campaña, especialmente la de los cereales", comenta un portavoz. La siembra de estos cultivos comienza alrededor de noviembre, pero ya en octubre comienza a preparase la tierra y para entonces se necesitan semillas, maquinaria, fertilizantes y combustible, un gasto inasumible en la situación actual.
Buenaventura González, agricultor de cereales en Ávila, afirma que la situación es catastrófica en casi todo el país y solo se salvan en Palencia y Brugos, donde cayeron unas gotas la semana pasada. Durante el invierno llovió lo suficiente para que estos cultivos germinasen y creciesen, pero la sequía de abril y mayo ha dejado al trigo, la cebada y la avena, entre otros, sin grano. De esta manera, se han dedicado a segar las plantas y empacarlas sin separar el tallo de la espiga para producir forraje y sacar algo de dinero al cultivo, pero no da ni para cubrir los gastos, asegura.
"Plantar el cereal cuesta unos 850-900 euros por hectárea, y se está segando verde para intentar sacar algo, porque eso se vende a unos 420 euros por hectárea. Eso si se lleva a una explotación media de 120 hectáreas deja unas pérdidas de 50.000 euros", explica González, también representante de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Castilla y León.
De forma parecida sufre la ganadería extensiva, los que viven de vacas, ovejas y cabras que pastan en el campo. La escasez de agua ha dejado las llanuras sin hierba y los dueños del ganado tienen que alimentar a los animales con forraje que pagan de su bolsillo. "A alturas bajas no queda pasto, a alturas medias está a la mitad y solo se salvan las montañas", señala Joaquín Gargallo, ganadero de Aragón y responsable de vacuno en COAG. A ello se suma el encarecimiento del forraje, que ha pasado de los 40 euros por tonelada a los 130-140 euros, por lo que necesitan urgentemente esas ayudas directas para dar de comer al ganado.
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Otro apoyo primordial para el sector agro ganadero es la relajación de las exigencias para acceder a las ayudas de la PAC, una medida que depende del visto buena de la Comisión Europea, aunque no se espera antes del 30 de mayo, cuando se reúne el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE. En este punto, los profesionales subrayan que hay dinero de Bruselas condicionado, por ejemplo, a cultivar determinadas hectáreas que no saldrán adelante este año, y necesitan que esos requisitos se eliminen para acceder al fondo. Este año también hay objetivos ecológicos como la plantación de cubiertas vegetales en los viñedos, pero estas no han crecido por culpa de la sequía, apuntan los agricultores.
La ministra Teresa Ribera, titular de Transición Energética, respondió este miércoles en el Congreso a diferentes preguntas relacionadas con el clima extremo que asola España este año y recordó que en los cuatro primeros meses de 2023 ha llovido un 50% menos de lo normal. "La previsión de reducción de disponibilidad de agua a 2050 es alarmante: un 14% de media en España y un 40% en el sureste. Mirar para otro lado sería un enorme error. Sería condenar a nuestros hijos y nietos a la pobreza y a los agricultores a la desertificación”, dijo la responsable de medioambiente.
El Consejo de Ministros extraordinario también abordará este jueves el impacto de las temperaturas en la salud, después de que el verano pasado falleciesen en España 4.744 personas, según el Instituto de Salud Carlos III. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, avanzó este miércoles que se limitará el trabajo bajo el sol cuando haya alerta roja o naranja, decretada por la AEMET, por episodios de altas temperaturas. Según detallan fuentes de esta cartera, además de proteger a los trabajadores del sol, se pretende dar herramientas a la Inspección de Trabajo para que pueda actuar contra empresas que ponen en riesgo a sus empleados.