Uno de los próximos grandes sectores en reducir su huella ambiental son los edificios, que el año pasado fueron responsables del 9,1% de las emisiones contaminantes de España al sumar la vivienda, los comercios y las oficinas. España ya fijó en 2020 la meta de rehabilitar antes de 2030 nada menos que 1,2 millones de viviendas para reducir el gasto energético de los edificios, un objetivo que ya apuntaba muy optimista. Ahora, el Ministerio de Transición Ecológica ha elevado todavía más las previsiones y calcula que a finales de la década se habrán rehabilitado 1.377.000 hogares en la actualización del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC), publicado este martes.
Si en los últimos tres años se han reformado alrededor de 62.000 fachadas al año, el Gobierno espera acelerar esta cifra hasta las 96.000 en 2025 y las 150.000 en 2027, y quiere alcanzar las 300.000 rehabilitaciones en 2030, una cifra que en el sector ponen muy en entredicho. El principal motivo es que en este momento el interés por la modernización de edificios está muy por debajo de esas cifras pese a que en los últimos dos años el sector ha estado dopado con las ayudas europeas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia , pero en junio de 2026 terminan oficialmente estas subvenciones.
Los expertos consultados coinciden en que el coste de estas reformas es el principal bache para que las comunidades de vecinos se aventuren a rehabilitar su fachada, por eso anticipan una caída de las rehabilitaciones en la segunda mitad de esta década, de manera que la meta no se alcanzaría de ninguna manera. "Yo no cuestiono las previsiones, de hecho ahora sí te diría que vamos por el buen camino, pero en el momento en que se agoten las ayudas, esto se acaba", opina Sigfrido Herráez, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM)
El COAM, como muchos otros colegios profesionales de España, se ha metido de lleno en el negocio de la rehabilitación, que el sector considera el gran filón de la construcción en este momento, y en los últimos tres años ha coordinado la reforma de unas 6.000 viviendas en Madrid. Sigfrido explica que con las ayudas del Plan de Recuperación europeo, cada hogar suele pagar de su bolsillo al rededor de un tercio de lo que supone la reforma. El problema es que hay que la comunidad de vecinos tiene que adelantar el coste total de la obra, y con el tiempo recibe la subvención europea, por lo que una opción habitual es financiar el coste total de la obra con un banco, pero no todos pueden permitírselo.
Montserrat Bosch, arquitecta técnica de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), opina que el plan de rehabilitación energética es una buena idea, pero que su ejecución está dejando mucho que desear. "La tramitación es complicada y poner de acuerdo a una comunidad de vecinos para que adelanten el dinero no es fácil. Además, donde más hay que rehabilitar es precisamente en los barrios de la periferia con menos recursos, y allí es donde más cara sale la obra", afirma.
Uno de sus alumnos analizó, tutelado por Bosch, la inversión óptima para rehabilitar una serie de viviendas en L'Hospitalet de Llobregat, y calculó que, cada familia tenía que desembolsar 6.000 euros —sin contar con las subvenciones— para alcanzar un ahorro energético importante mediante la rehabilitación de la fachada, el aislamiento de la cubierta y la renovación de calderas. Para acometer estas reformas se necesita una mayoría simple en la junta de vecinos o un apoyo de tres quintos, en función de la profundidad de la obra.
En concreto, la cuantía de las ayudas europeas cubren entre el 40% y el 80% de la rehabilitación, en función del grado de ahorro energético, aunque puede llegar al 100% para comunidades en vulnerabilidad económica. Para acceder a la subvención máxima (80%) el ahorro energético tiene que ser superior al 60%, para lo que hace falta una combinación de actuaciones, entre las que destacan el aislamiento de la fachada, la renovación de las ventanas y la sustitución de las estufas y aires acondicionado por bombas de calor eléctricas.
Ver másEl Gobierno crea un sistema para recuperar hasta el 60% del coste de las obras de eficiencia energética
La combinación de las tres actuaciones puede perfectamente reducir un 70% el consumo de energía de un edificio, según Sigfrido Herráez, aunque afirma que reducir un 40% o un 50% la factura "ya es un éxito". "El gasto en carpintería puede ser desproporcionado, por eso hay comunidades de edificios que quizá pueden conformarse con llegar a un ahorro del 50%", añade.
Los fondos, agotados por ahora
Agustín Berzal, director de Gestión Energética en Grupo Remica, una empresa dedicada a la mejora de instalaciones térmicas, ha coordinado la rehabilitación energética de varios edificios en Madrid, y señala que ahora mismo es no hay ayudas europeas del plan Next Generation tanto en Madrid como en otras comunidades. "Ahora mismo no quedan fondos, pero en teoría se van a reponer próximamente con nuevas partidas", señala.
Sin embargo, hay otras formas de compensar el gasto de la obra, detalla Berzal, como la deducción del IRPF que concede Hacienda en todo el país de 5.000 euros anuales durante cinco años, hasta un máximo de 15.000 euros, sobre el 60% de los gastos de instalación. Los ayuntamientos también bonifican el IBI para los inmuebles que han recibido este tipo de reformas, y en la ciudad de Madrid, por ejemplo, se contempla una rebaja del 50% durante cinco años. Recientemente también se han puesto en marcha los llamados Certificados de Ahorro Energético (CAE), unos bonos que reciben las comunidades de vecinos que realizan estas obras de eficiencia energética y que luego venden a las empresas energéticas, una operación que permite cubrir hasta el 60% de las intervenciones en el edificio.
Uno de los próximos grandes sectores en reducir su huella ambiental son los edificios, que el año pasado fueron responsables del 9,1% de las emisiones contaminantes de España al sumar la vivienda, los comercios y las oficinas. España ya fijó en 2020 la meta de rehabilitar antes de 2030 nada menos que 1,2 millones de viviendas para reducir el gasto energético de los edificios, un objetivo que ya apuntaba muy optimista. Ahora, el Ministerio de Transición Ecológica ha elevado todavía más las previsiones y calcula que a finales de la década se habrán rehabilitado 1.377.000 hogares en la actualización del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC), publicado este martes.