Goles a 50 grados: diez de las dieciséis sedes del Mundial de 2026 tienen riesgo por calor extremo
Diez de los 16 estadios repartidos por México, EEUU y Canadá que acogerán la Copa Mundial de Fútbol masculino de la FIFA en 2026 presentan un riesgo “muy elevado” de condiciones de calor extremo, según afirma un estudio publicado en Scientific Reports. Esta investigación, que utiliza datos procedentes del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, indica además que las condiciones medioambientales, sumadas al esfuerzo físico de los deportistas profesionales, pueden aumentar el riesgo de enfermedades derivadas de las altas temperaturas, como aquellas relacionadas con la deshidratación dadas las pérdidas de sudor.
La Copa del Mundo de 2026 tendrá lugar entre el 11 y el 16 de junio, en verano, los meses en los que las temperaturas alcanzan sus puntos más altos en distintos puntos de Norteamérica. Ya en anteriores ocasiones se realizaron estudios que advertían de los peligros de celebrar partidos en entornos con índices elevados de humedad (Brasil, 2014) o altas temperaturas del aire (Rusia, 2018) y, para este mundial, se prevé que se junten ambas situaciones, según el informe.
Al analizar las condiciones del clima actual en los países anfitriones de evento deportivo, los investigadores halló la posibilidad de temperaturas de hasta 49ºC en Monterrey, mientras que en Miami y Florida se podrían sobrepasar los 50ºC en las horas de más calor, próximas a las 12.00 horas del medio día.
En esta investigación, "los autores tuvieron en cuenta no solo las condiciones ambientales, sino también el nivel de actividad de los jugadores –el calor metabólico que producen–, su velocidad de movimiento –el potencial de pérdida de calor a través del flujo de aire–, así como su ropa –una barrera potencial para la pérdida de calor–", señala Julien Périard, director adjunto del Instituto de Investigación del Deporte y el Ejercicio de la Universidad de Canberra.
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Si bien son diez los estadios que tienen altas probabilidades de estar sometidos a un calor extremo, el riesgo será especialmente elevado en los estadios de Arlington y Houston (ambos en EEUU) y Monterrey, México.
Dados los resultados de la investigación, Périard incide en la necesidad de "tomar medidas" contra esta situación, como "aplicar pausas de refrigeración e hidratación durante los partidos". Asimismo, destaca la necesidad de que los organismos deportivos desarrollen "una política de estrés térmico específica para el fútbol con categorías de medidas", como pueden ser las pausas de enfriamiento, descansos prolongados o, en los casos más extremos, el aplazamiento o la cancelación del partido.
"Una política de este tipo podría aplicarse en la Copa del Mundo de 2026, así como en la Copa del Mundo de 2030 en España, Portugal y Marruecos para proteger la salud de los jugadores y la integridad del juego”, indica Périard.