INVESTIGACIÓN: LA AMENAZA DEL PLÁSTICO EN EUROPA
"Es puro 'greenwashing": ecologistas cargan contra el reciclaje "fraudulento" de Reciclos
"Esto confirma lo que de alguna forma es conocido: es un sistema de SDDR fraudulento que pretende contrarrestar uno verdadero". Quien habla es Carlos Arribas, responsable de Residuos de Ecologistas en Acción, y se refiere de este modo a Reciclos, un sistema de reciclaje proyecto de Ecoembes, la empresa que coordina el reciclaje de envases ligeros en España. Según ha desvelado infoLibre este jueves en una investigación liderada por el consorcio Investigate Europe sobre la amenaza del plástico en Europa, se trata de un sistema ilógico y abierto al fraude. Vendido como una "iniciativa tencológica pionera", permite contabilizar el mismo envase reciclado hasta el infinito y, al mismo tiempo, limita a 25 el número de botellas y latas que se pueden reciclar a la semana. La exclusiva ha hecho que organizaciones ecologistas carguen contra la empresa. "No nos sorprende para nada. Ya conocemos a Ecoembes", critica con ironía Julio Barea, director de Campañas de Greenpeace.
Para entender la polémica, lo primero es conocer exactamente qué es Reciclos. Presentado por sus defensores como un “nuevo modelo de reciclaje”, funciona a través de una app que hay que descargarse en el móvil: el usuario debe escanear el código QR de la botella de plástico o lata antes de llevarla a un contenedor amarillo, donde tiene que escanear otro código QR. Cada envase escaneado se recompensa con un “punto Reciclos”, que luego se pueden canjear por participaciones en sorteos o donarlos a proyectos sociales o medioambientales. Es una forma, sostiene Ecoembes, “de captar a través de incentivos, no a los convencidos del reciclaje, sino a quienes necesitan un plus para reciclar”.
Ecoembes bautizó el proyecto como Sistema de Devolución y Recompensa (SDR), un nombre no escogido al azar. "Se ha elegido la palabra para añadir confusión y que la gente que está un poco concienciada piense que es lo mismo que SDDR, aunque no lo es. Yo creo que es algo que han hecho a propósito", critica Arribas. ¿Por qué dice esto? Las siglas de SDDR corresponden a Sistema de Depósito, Devolución y Retorno, y se trata de un modelo de gestión de residuos en el que el consumidor paga un pequeño sobrecoste al comprar una botella de plástico o una lata de bebida (el depósito), que se le reembolsa cuando el envase es devuelto (la devolución) de tal forma que se asegure su recuperación y reintroducción en la cadena de producción (el retorno). Es un sistema que funciona con éxito en 13 países europeos y que Ecoembes rechaza para España.
"Es por la acción de lobby que está haciendo Ecoembes, que no quiere perder su monopolio", explica Barea. La diferencia fundamental es que el sistema SDDR sí funciona, y hay datos que lo avalan en Europa. Es el único sistema conocido que logra de media tasas de recogida selectiva de botellas de plástico superiores al 90%, llegando en países como Alemania o Noruega a cifras superiores al 95%. El modelo SDR, en cambio, no tiene datos. La "falta de transparencia", como critica Arribas, es una constante en la empresa, que está siendo investigada por la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC) por "supuestas conductas constitutivas de un posible abuso de posición de dominio".
Pero es que además los agujeros de la aplicación que permiten escanear el mismo envase una y otra vez dificulta la elaboración de datos. Que nadie pueda controlar qué se deposita en los contenedores —ya que los "puntos Reciclos" se otorgan sin comprobar si la botella o lata se deposita en el contenedor—, tampoco ayuda a la tarea. Y eso, según los ecologistas consultados, hace que surja la duda sobre el resto de datos ofrecidos por la empresa sobre reciclaje. "Si el sistema tiene tantos agujeros, no nos podemos fiar de los datos que ofrezca Ecoembes. Tendrían que darnos resultados. No sabemos ni la eficiencia que ha tenido Reciclos en el reciclaje ni en el presupuesto", critica Arribas. "Inflan sus cifras. Tienen acaparado el reciclaje en el país", añade Barea.
Como publica infoLibre, en España, Ecoembes asegura que en 2021 la tasa de recogida separada de botellas de plástico fue del 71,1%. Esa cifra ya supera el objetivo del 70% marcado en la ley para 2023, pero está veinte puntos porcentuales por debajo de la mayoría de países con SDDR.
Desmontando Reciclos: un sistema de reciclaje ilógico y abierto al fraude
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A finales de 2022, Reciclos contaba con 35.900 contenedores amarillos y 267 máquinas de devolución en 107 municipios. La cifra de contenedores equivale a algo más del 9% de los existentes en toda España, pero llama la atención el bajísimo número de máquinas, que son la base de los sistemas SDDR y que en Reciclos sólo constituyen el 0,7% de los puntos de recogida de envases.
Leyes de residuos y SDDR
Tanto Barea como Arribas se muestran partidarios de implantar ya el sistema SDDR. Hace un año se aprobó la Ley de Residuos y el Real Decreto de Envases pero las patronales y multinacionales del sector quisieron evitar a toda costa que se estableciera la obligación legal de implantar en España el SDDR. Así que firmaron una declaración de apoyo al sistema Reciclos. Por ahora, las leyes de envases y de residuos aprobadas en España el año pasado establecen la obligación de crear un SDDR si no se consiguen determinadas tasas de recogida separada de botellas de plástico en 2023, 2025, 2027 y 2029. El objetivo para 2023 es el 70%, listón que casi con toda seguridad se superará, puesto que Ecoembes asegura que en 2021 la tasa ya estaba en el 71%.
Arribas se muestra preocupado, concretamente, por la ley valenciana. "Le da el visto bueno a implantar 10.000 máquinas de Reciclos a 31 de diciembre de 2024", critica, lo que torpedea, añade, la implantación de verdaderos SDDR.