Pocas palabras quedan para definir el calentamiento que está sufriendo el planeta este año. António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, afirmó en julio que "la era de la ebullición global ya está aquí". Lo dijo durante el verano más cálido desde que hay registros, pero meses después la temperatura global sigue saliéndose de las gráficas. Octubre fue el más cálido del histórico —comparado con los anteriores octubres— y ya es el quinto mes consecutivo que se alcanza este hito. De hecho, prácticamente todos los días desde principios de junio han marcado un récord de temperatura en la superficie global.
Los termómetros marcaron de media el mes pasado 15,30 °C en la Tierra, 1,7 °C por encima de la media de octubre en la época preindustrial (1850-1900) y 0,85 °C más que en el periodo de referencia reciente (1991-2020), según los datos publicados este miércoles por Copernicus, el servicio europeo que monitoriza el clima. Esta anomalía es la segunda mayor del histórico por detrás de la del pasado septiembre, cuando los científicos se quedaron estupefactos por el salto que dieron los termómetros de 0,93 °C frente a la temperatura media de 1991-2020.
"En octubre de 2023 se han registrado anomalías de temperatura excepcionales, tras cuatro meses en los que se han borrado los récords de temperatura mundial. Podemos afirmar con casi total certeza que 2023 será el año más cálido jamás registrado", afirma Samantha Burgess, directora del departamento de Cambio Climático de Copernicus. "La sensación de urgencia por una acción climática ambiciosa de cara a la COP28 nunca ha sido mayor", añade la experta.
Según los cálculos de la agencia europea, en los diez primeros meses del año el planeta registró una temperatura 1,43 °C superior a la media preindustrial, y se acerca ya a la barrera psicológica de los 1,5 °C fijada como límite idóneo en el Acuerdo de París de 2015. De hecho, las previsiones de algunos científicos apuntan a que ese tope podría superarse este mismo año. En agosto, el centro de investigación Berkeley Earth estimó un 55% de probabilidades de que la temperatura media alcance los 1,5 °C en 2023, y para ello la temperatura media de los últimos cuatro meses tendría que desviarse 1,6 °C. Esa cifra ya se superó tanto en septiembre (+1,75 °C) como en octubre (+1,7 °C). En todo caso, el acuerdo de París habla de superar esa barrera de forma prolongada, y eso no debería ocurrir hasta 2034, según los cálculos de Copernicus.
Los motivos que llevan a un calentamiento tan agresivo y acelerado en 2023 son diversos, aunque todavía no hay consenso sobre cuál es el motivo que ha llevado a superar récords de temperatura terrestre y marina mes a mes. Una de las causas es el desarrollo de El Niño el pasado julio, un patrón climático que aparece aproximadamente cada siete años y que aumenta la temperatura global, aunque no alcanzará su punto álgido hasta el invierno.
Juan José González, doctor en Física e investigador de cambio climático, explicó a infoLibre el mes pasado que el deshielo del ártico y el antártico es otro de los factores clave, ya que el calentamiento de los polos —más intenso que el del resto del planeta— reduce la reflectividad de luz de la Tierra y esa energía es absorbida por el agua en forma de calor.
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Otros fenómenos que también participan en el calentamiento de la Tierra, pero en menor medida, son la erupción del volcán submarino Hunga Tonga en enero, que lanzó millones de toneladas de vapor de agua a la estratosfera, el equivalente al 10% del agua ya presente en esa capa de aire. El vapor de agua también es un gas de efecto invernadero, como el CO₂, y facilita que el calor se mantenga dentro de la Tierra. Otro factor muy poco estudiado por ahora y que tiene cierto impacto es la reducción de las emisiones de sulfatos de los buques que viajan por los océanos. En los últimos años, se ha reducido el vertido de estos gases en los mares para proteger la naturaleza, pero parece, según los científicos, que estos sulfatos hacían rebotar el sol que llegaba a la Tierra cuando se instalaban a la atmósfera, y su ausencia contribuye ligeramente al calentamiento global.
España sufre el segundo octubre más cálido del registro
La temperatura de Europa en octubre fue también muy elevada, 1,3 °C superior a la media 1991-2020, aunque fue el cuarto octubre más cálido del registro. En cambio, España sí que sufrió un octubre extremo: fue el segundo más cálido de la serie con una anomalía de temperatura de 2,6 °C, especialmente en la mitad norte del país y Canarias. "En cuarenta y cinco estaciones principales se registró la temperatura máxima diaria más alta de un mes de octubre desde el comienzo las respectivas series, lo que supone casi la mitad del total de estas estaciones", se lee en el informe publicado este lunes por la Agencia de Meteorología (Aemet).
La buena noticia es que fue el tercer mes de octubre más lluvioso desde que hay registros en España, una sorpresa tras meses de sequía en la península. Llovió un 35% más de lo normal en la península, especialmente en la zona centro y oeste, mientras que la costa mediterránea y Canarias se mantuvieron secas. Según la Aemet, también hay un 50% de probabilidades de que noviembre, diciembre y enero sean más lluviosos de lo normal en el centro y oeste, frente a un 20% de probabilidad de que sean más secos.
Pocas palabras quedan para definir el calentamiento que está sufriendo el planeta este año. António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, afirmó en julio que "la era de la ebullición global ya está aquí". Lo dijo durante el verano más cálido desde que hay registros, pero meses después la temperatura global sigue saliéndose de las gráficas. Octubre fue el más cálido del histórico —comparado con los anteriores octubres— y ya es el quinto mes consecutivo que se alcanza este hito. De hecho, prácticamente todos los días desde principios de junio han marcado un récord de temperatura en la superficie global.