Veinticinco años permaneció Pedro J. Ramírez al frente de El Mundo. El shock que el despido del fundador produjo en la redacción parecía difícil de superar. Pocos diarios había más personalistas y más madurados alrededor de los criterios –y caprichos– periodísticos de su director que el rotativo de Unidad Editorial. De hecho, al propio Pedro J. con frecuencia le costaba situar el límite entre su persona y el medio que dirigía. Pero sólo 15 meses más tarde el estupor ha vuelto a congelar los ánimos en la plantilla de El Mundo. Con unas cifras económicas que apuntaban una mejora y múltiples y recientes cambios en el organigrama, el brusco cese de Casimiro García-Abadillo ha caído como un nuevo jarro de agua fría en una redacción hasta ahora poco acostumbrada a los cambios.
A última hora del jueves, el comité de empresa trasladó al presidente de Unidad Editorial, Antonio Fernández Galiano, el “estado de confusión, decepción e incluso indignación de los trabajadores del periódico” por el cese del director y “por la forma de comunicarlo”. Sólo unas horas antes, había amenazado, en nombre de la plantilla, con no elaborar el diario del día siguiente si Fernández Galiano no les explicaba en persona los motivos de la destitución. La sangre no llegó al río, pese a que el presidente se limitó a aplazar las explicaciones al próximo lunes. El propio García-Abadillo pidió a los redactores que volvieran al trabajo.
Cuando el ya exdirector asumió el cargo hace 15 meses, anunció que sus prioridades iban a ser mejorar las cuentas e impulsar el periódico de papel. Pese a que las ventas siguen su lenta e inexorable caída –un 10,8% en 2014–, al igual que las del resto de la prensa, la remontada de la publicidad –un 6,6%– ha permitido a Unidad Editorial presumir de un beneficio operativo de 27,3 millones de euros el año pasado.
“El 80% de los ingresos proceden del papel”, explicó entonces a los redactores García-Abadillo. “Y el papel”, fue su proclama, “debe ser como un Álamo que debemos defender con uñas y dientes porque nos lo jugamos todo con él”. Ahora, la empresa alega la necesidad de una rápida “transformación digital” de El Mundo para destituir al segundo director de su historia. Al comité de empresa, Fernández Galiano advirtió este jueves que la “aceleración de la transformación digital que necesita el periódico” deberá implicar “a toda la redacción, que debe transformarse en multisoporte”. RCS, los dueños italianos de Unidad Editorial, quiere para sus periódicos directores de 40 años con experiencia internacional. Y digital. Por eso, añade, acaba de cambiar también al responsable de Il Corriere della Sera. Sin embargo, el nuevo director del rotativo milanés, Luciano Fontana, tiene 56 años y era su codirector. Toda su carrera periodística la ha desarrollado en Italia y en prensa escrita –primero en el comunista L'Unità y desde 1997 en Il Corriere–.
Fichajes de Pedro J. Ramírez, nombramientos en El Mundo
A lo que en este tiempo no prestaron, quizá, suficiente atención ni García-Abadillo ni Unidad Editorial fue al proyecto digital de Pedro J. Ramírez. Elespañol.com será un diario sólo en internet, para el que el fundador de El Mundo cuenta con una cuantiosa financiación – 11 millones de euros, parte producto de una operación de crowdfunding y parte de la cuantiosa indemnización que el periodista cobró al salir de El Mundo–. El primer sitio donde Pedro J. ha ido a pescar talento para la nueva redacción ha sido a su experiódico. A golpe de cheque ha fichado a la redactora jefa de tribunales, María Peral. Antes le había robado ya al director de elmundo.es, Fernando Baeta. También ha anunciado el fichaje del vicedirector Miguel Ángel Mellado, que acaba de dejar el diario.
Así que en El Mundo se había instalado el temor en los últimos meses a una fuga más o menos numerosa de periodistas con destino en elespañol.com. Tal es así que el propio García-Abadillo comunicó hace escasos días a los redactores jefes que la empresa no iba a hacer contraofertas a quien amenazara con irse.
Antes de esa advertencia, en todo caso, el ya exdirector intentó organizar su propio equipo directivo en una redacción recelosa tras la abrupta marcha de Pedro J. y la aventura que se abría con García-Abadillo. Mientras, se desarrollaba una guerra abierta y muy poco edificante entre el fundador y su antigua empresa a cuenta de una carta dominical del primero sobre Mariano Rajoy. La destitución terminó en despido.
García-Abadillo resucitó la sección de Sociedad, que había liquidado Pedro J. Ramírez, y creó un equipo de investigación. Para reforzar las ventas el fin de semana anunció el regreso del dominical, que El Mundo había dejado de publicar en octubre de 2013. Para dirigirlo y reorientarlo al mundo digital y multimedia recontrató a Javier Gómez, quien fue redactor del suplemento Crónica hasta 2009 y desde entonces presentaba el informativo de deportes de La Sexta. Mientras, había perdido a Manuel Jabois, fichado por El País, a quien sustituyó Jorge Bustos, procedente de La Gaceta. O recuperó a otra redactora que había recalado en el Abc, Emilia Landaluce, antes en el suplemento del corazón LOC y ahora reportera estrella. Al tiempo, reconstruía las secciones de Madrid y de Opinión. Los nuevos jefes de ambas no llevan ni dos meses en sus puestos.
Emergente Javier Cabrerizo
Un tercer elemento que no debe olvidarse es el fichaje de Javier Cabrerizo Barrera como director general del grupo, procedente de la tecnológica estadounidense Oracle. Su trabajo, liderar esa transformación digital exigida por RCS. Hace poco más de un mes fue contratada Carmela Ríos como directora de Nuevas Narrativas, según la empresa para que desarrolle nuevos formatos de información y promoción de contenidos, desde el vídeo al móvil y las redes sociales.
Cuando Pedro J. Ramírez fue despedido, Fernández Galiano acompañó al fundador y a su sustituto a la hora de dar explicaciones a la redacción. El próximo lunes, a García-Abadillo David Jiménez y Fernández Galiano se les sumará Javier Cabrerizo. Fuentes del equipo de Casimiro García-Abadillo explicaron a infoLibre que el actual presidente de Unidad Editorial ha conseguido de los italianos tres años más de permanencia en el cargo, pero tendrá que ceder funciones en favor del emergente Cabrerizo en los próximos meses. El nuevo director general lleva meses reuniéndose con las distintas secciones del periódico. Según fuentes de la redacción, suele quejarse de las “resistencias” que encuentra en ellas a las novedades de promoción y venta de contenidos que quiere poner en marcha.
Las mismas fuentes aseguran que el director recién destituido intentará negociar un acuerdo para abandonar Unidad Editorial. El periodista ve “muy complicado” quedarse en el grupo, tal y como le ha ofrecido Fernández Galiano. García-Abadillo explicó este jueves a la redacción que se había enterado de su cese hace cinco días a través de terceros.
David Jiménez, Antonio Caño y la falta de afinidades políticas
En todo caso, el exdirector seguirá al frente del periódico hasta después de las elecciones del 24 de mayo, y se ha comprometido a ayudar en el traspaso de poder. David Jiménez, su sucesor, lleva 17 años fuera de España, y muy lejos, en el Extremo Oriente. Otra fuente de inquietud para la redacción. Las fuentes del equipo de García-Abadillo apuntan la similitud del perfil de Jiménez con el del director de El País, Antonio Caño, que hasta que fue ascendido al cargo hace un año llevaba en México, Centroamérica y finalmente Washington desde 1982.
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El nuevo responsable de El Mundo trabajó en su redacción de Madrid sólo cuatro años. Allí llegó de la mano de Alfonso Rojo, durante muchos años adjunto a Pedro J. Ramírez y ahora director de periodistadigital.com.
“Haber desarrollado casi toda mi carrera fuera de España tiene sus inconvenientes, y requerirá de un rápido aprendizaje y el apoyo de mis compañeros, pero también conlleva una gran ventaja: no tengo ninguna afinidad especial por ningún partido político en España. No debo favores a nadie. Nadie me los debe a mí”, se confesaba este mismo jueves David Jiménez en su blog.
Comienza ahora la tercera época de El Mundo. En suspenso sigue, de momento, la posible fusión del grupo con Vocento o incluso con Planeta, pese a las declaraciones públicas de Fernández Galiano a favor de la concentración empresarial en la prensa escrita. Las negociaciones con el primero no han pasado de la fase del tanteo. La opción del segundo se antoja por ahora más un deseo que una realidad. Las fuentes del equipo del exdirector consultadas expresan su temor a que se estén dando los primeros pasos para el “desmembramiento” de Unidad Editorial. Que los italianos, por ejemplo, hagan depender el deportivo Marca de La Gazetta dello Sport. Habrá que esperar cómo se desenvuelve El Mundo con su nuevo director en las próximas tres campañas electorales y cómo resiste a los más que posibles zarpazos de Pedro J. Ramírez a la redacción y del español.com a las ventas del periódico y las visitas de su web.
Veinticinco años permaneció Pedro J. Ramírez al frente de El Mundo. El shock que el despido del fundador produjo en la redacción parecía difícil de superar. Pocos diarios había más personalistas y más madurados alrededor de los criterios –y caprichos– periodísticos de su director que el rotativo de Unidad Editorial. De hecho, al propio Pedro J. con frecuencia le costaba situar el límite entre su persona y el medio que dirigía. Pero sólo 15 meses más tarde el estupor ha vuelto a congelar los ánimos en la plantilla de El Mundo. Con unas cifras económicas que apuntaban una mejora y múltiples y recientes cambios en el organigrama, el brusco cese de Casimiro García-Abadillo ha caído como un nuevo jarro de agua fría en una redacción hasta ahora poco acostumbrada a los cambios.