Periodismo

Jesús Maraña: “Para no depender del Ibex 35 hay que depender únicamente de los lectores”

Para el periodista Jesús Maraña existe un gran paralelismo entre la crisis política y la de los medios de comunicación: ambas se deben en buena parte al derrumbe de la credibilidad sobre la que se deben construir y sin la que es muy difícil que se sostengan. "Los ciudadanos creen que las decisiones políticas se toman en favor de poderes ajenos a las urnas, del mismo modo que advierten que muchas noticias publicadas, o silenciadas, lo son por intereses económicos o financieros alejados de los que mueven a los lectores", dijo Maraña. De esta idea surgieron otras muchas que el director editorial de infoLibre fue desgranando este lunes en un acto en el Ateneo de Madrid, presentado por Jesús Miranda de Larra y moderado por Isabelo Herreros, al que asistieron un centenar de personas.

Maraña se mostró convencido de que la actual crisis de las empresas periodísticas tiene su origen en los negocios en los que se embarcaron los medios a finales de los años 80. Fue entonces cuando los grandes grupos de comunicación y las televisiones privadas –de las que él se confesó "partidario"–  sustituyeron a los editores tradicionales de prensa que vivían exclusivamente de la información. Con estos conglomerados mediáticos –dijo Maraña– "llegaron los fichajes de presentadores estrella, la guerra por los derechos del fútbol, la batalla por las audiencias, las apuesta casi exclusiva por el entretenimiento y la banalización de los contenidos". "Son apuestas legítimas, pero no son periodismo, son fórmulas de comunicación", quiso matizar.

Al tiempo que la credibilidad de cabeceras y periodistas iba deteriorándose, Internet aterrizaba en algunos pocos ordenadores que pronto se convertirían en millones. Según el periodista, las empresas interpretaron la llegada de Internet como "una oportunidad de pelotazo", de modo que se volcaron los contenidos de las cabeceras de papel en las webs gratuitamente, confiando en "una multiplicación de las audiencias y de los ingresos publicitarios".  Esa ecuación se demostró falsa, estalló la burbuja digital y "aún estamos pagando la doble confusión entre comunicación y periodismo y entre Internet y la gratuidad total".  En cualquier caso, la revolución digital ha transformado por completo los medios, la forma de emitir y de recibir información, y por tanto "la forma de ejercer el periodismo y su modelo de negocio", señaló Maraña. 

Precisamente ese todo gratis es el que a su juicio fomenta todavía más que los medios dependan de intereses que nada tienen que ver con el periodismo sino con el poder político o financiero, y que se vean en la necesidad de firmar "acuerdos opacos" con empresas e instituciones que lo que buscan no es exactamente publicidad sino un trato benevolente. Y precisamente por ello, dijo, conviene gastarse cada mes "lo que cuesta un cubata" en medios independientes como infoLibre, un periódico que, imitando el modelo del francés Mediapart, es propiedad de sus periodistas, de los socios y de una Sociedad de Amigos de infoLibre, que sirve de cauce para la participación directa de los lectores en el capital de la empresa. Así, "la independencia económica puede garantizar la editorial", afirmó el director editorial de este periódico. “Para no depender del Ibex 35 hay que apostar por depender únicamente de los lectores”, sentenció.

Se acabaron "los púlpitos"

Maraña destacó que la realidad digital también ha servido para bajar de su "púlpito" a muchos periodistas que se habían acostumbrado a que sus ideas no tuvieran contestación. Como prueba del diálogo permanente que se ha establecido entre periodistas y lectores, destacó la"intensidad y altura" de debates que surgen entre los propios suscriptores de infoLibre, que comentan las noticias y los artículos de opinión que en él se publican, al tiempo que destacó la "complicación que supone el sectarismo que se refleja también en comentarios de lectores que, a menudo desde el anonimato, entran en la ofensa o la descalificación personal". Maraña reivindicó la necesidad de "compartir la propiedad y el futuro de estos nuevos medios desde el respeto a la discrepancia. Podemos coincidir en unos principios progresistas que son clave, pero también debemos abordar debates que enriquezcan el ejercicio democrático". 

Gracias a su independencia, dijo Maraña, infoLibre ha podido publicar quién se escondía detrás de las empresas que intentaron quedarse con la Sanidad pública de Madrid, los 3.400 millones de más que se embolsaron las eléctricas por falta de competencia, y los correos de Blesa, por los que pudo demostrarse “que la cúpula de Caja Madrid conocía ya en 2012 que las preferentes eran un producto averiado”. Uno de los asistentes intervinó en el turno de preguntas para cuestionar si estaban legitimadas filtraciones como esta última o la que lleva semanas haciendo temblar la escena política, los papeles de Panamá. Jesús Maraña defendió que toda filtración debe publicarse si tiene interés público, “más todavía si afecta a un político”. No obstante, se mostró preocupado con la posibilidad de que nos limitemos a poner la lupa sobre los nombres y el “morbo” que estos generan, y que no se investigue el verdadero problema que rige los paraísos fiscales: “La complicidad de bancos y bufetes de abogados para establecer entramados societarios que ocultan un enorme fraude fiscal”.

En el coloquio surgieron los más diversos asuntos de actualidad, y entre ellos la polémica suscitada por las palabras de Pablo Iglesias, líder de Podemos, en un acto la semana pasada en la Universidad Complutense. Maraña criticó la actitud mostrada por Iglesias al dirigirse "a un redactor concreto, al eslabón más débil y precario de la estructura de un medio". En este sentido, Maraña añadió que ha habido críticas "absolutamente sobreactuadas" a esa "desacertada intervención irónica de Iglesias, que no debería olvidar que es candidato a la presidencia del Gobierno esté donde esté, en la universidad o en un bar", y consideró "no sólo lícito sino muy necesario un debate a fondo sobre la realidad de los medios, sus dependencias y su falta de transparencia". 

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