moción de censura
Podemos prepara sus armas para atacar al PP en una moción de censura condenada a no prosperar
Tras el aperitivo que supuso la moción de censura de Podemos contra Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid, este martes llega el plato fuerte: el debate de la iniciativa presentada por Unidos Podemos para censurar el Gobierno de Mariano Rajoy. La moción no tiene visos de prosperar porque, tal y como han anunciado, sólo contará con el apoyo de ERC, EH Bildu y Compromís, pero permitirá al candidato, Pablo Iglesias, presentarse como la alternativa al Ejecutivo y como líder de la oposición. Rajoy aún no ha hecho público si tiene previsto intervenir, mientras el PSOE tratará de no quedar orillado en una sesión que se presume como un cara a cara entre Iglesias y el PP.
Unidos Podemos lleva tiempo preparando el momento en el que escenificará su impugnación a las políticas y el Gobierno de Rajoy. Fue hace más de un mes, el 27 de abril, cuando el grupo morado anunció solemnemente en el Congreso que tenía previsto presentar la moción de censura, a causa del estallido de la operación Lezo y la riada de detenciones e imputaciones de dirigentes y exdirigentes del PP. Desde entonces, han pasado muchas cosas: Unidos Podemos celebró una concentración masiva en la madrileña Puerta del Sol para apoyar su iniciativa y el PSOE pasó de rechazar tajantemente la moción –la posición adoptada desde el inicio por la gestora– a decidir que se abstendrá –la postura que ha adoptado la nueva dirección socialista, con Pedro Sánchez a la cabeza–.
El debate se iniciará el próximo martes 13 de junio a las 9 de la mañana, aunque hay pocos datos más sobre cómo se desarrollará, algo que critica Podemos, que denuncia que ni la Mesa del Congreso ni los letrados de la cámara están dándoles detalles al respecto. El reglamento de la Cámara baja establece que la sesión la iniciará interviniendo sin límite de tiempo uno de los diputados firmantes de la moción, que en este caso será la portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero. A continuación, explica el reglamento, será el turno para que Iglesias desarrolle su programa político, también sin límite temporal, y posteriormente los grupos parlamentarios tienen derecho a replicar durante 30 minutos los discursos.
Según fuentes de Podemos consultadas por este diario, el grupo morado tiene pensado poner en práctica la misma distribución de tiempos que ya utilizó en la moción de censura en la Comunidad de Madrid. A nivel regional, el secretario general, Ramón Espinar, se encargó de abrir el debate con un discurso plagado de críticas contra Cifuentes, y posteriormente la candidata, Lorena Ruiz-Huerta, hizo otra larga alocución de tono más propositivo para desgranar su programa. En el Congreso será igual: Montero se encargará de lanzar la primera ráfaga de reproches contra Rajoy, mientras Iglesias interpretará el papel de presidenciable y su discurso servirá para presentar iniciativas concretas.
Y el presidente del Gobierno, ¿responderá? En las semanas previas a la moción ha sido una de las grandes incógnitas y, de hecho, el propio Rajoy llegó a insinuar que no tenía intención de replicar a Iglesias. No obstante, el pasado viernes, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, aseguró que Rajoy "es un buen parlamentario" que pedirá la palabra, al contrario de lo que hizo Cifuentes, que dejó en manos de sus consejeros las réplicas a Podemos en la Comunidad de Madrid.
Podemos teme que el PP copie la táctica de Madrid
No obstante, Podemos teme que el PP utilice la misma estrategia que en la moción de censura de la Asamblea de Madrid y trate de embarrar el debate haciendo intervenir a los ministros. En la Comunidad de Madrid, la presidenta de la cámara, Paloma Adrados, interpretó –con la protesta de PSOE y Podemos– que el reglamento permite a los consejeros hablar en cualquier momento del debate, lo que provocó que éste se alargase mucho más de lo previsto y desvirtuó el cara a cara con Cifuentes, que ni siquiera habló.
En este sentido, el reglamento del Congreso también estipula en su artículo 70.5 que "los miembros del Gobierno podrán hacer uso de la palabra siempre que lo soliciten, sin perjuicio de las facultades que para la ordenación de los debates corresponden al presidente de la Cámara", si bien los pasos a seguir en la moción de censura están tasados y en ellos no se contemplan intervenciones de miembros del Ejecutivo. En los precedentes, no obstante, sí que se han producido réplicas por parte de los ministros: por ejemplo, en la moción que en 1980 presentó el PSOE contra el Gobierno de Adolfo Suárez, todo el gabinete del entonces presidente replicó la alocución del candidato Felipe González.
"Sería un escándalo que Rajoy no interviniese en el debate, como sería un escándalo que el PP hiciera lo mismo que en la Asamblea de Madrid, y nos tememos que lo del jueves haya sido una prueba para ver cómo reacciona la opinión pública y repetirlo", plantean fuentes de la dirección de Podemos. Otro dirigente señala que "siempre que les toca responder salen con Venezuela, Monedero, ETA o los comunistas", pero consideran que utilizar esa estrategia sería contraproducente para el Gobierno. "La emergencia democrática es un sentir ciudadano, lo mejor que pueden hacer es tener la gallardía de al menos responder", sostiene.
En cualquier caso, quien tendrá tiempo ilimitado para presentar su programa será Iglesias, y las fuentes de la dirección de Podemos consultadas, aunque no ofrecen muchos detalles, sí que explican que el candidato abordará asuntos como el problema territorial de Cataluña, las relaciones laborales y el empleo o la brecha de género. "La idea, al final, es comparar el país que tenemos ahora mismo con el que puede venir", sostiene un drigente del partido morado, que no responde sobre si Iglesias planteará un programa de mínimos que ponga entre la espada y la pared al PSOE por no apoyarlo o o si, por el contrario, será más ambicioso y promoverá las medidas del programa electoral de Podemos.
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Lo que sí tienen claro las fuentes consultadas es que el martes es un día para atacar al Gobierno, por lo que la mayor parte de las críticas serán para ellos y la pugna con los socialistas –a los que Podemos, según afirmó Iglesias hace unas semanas, debe "forzar" a que "asuma como inevitable" el cambio político– esperará a las semanas posteriores. "Ahora no estamos centrados en señalar contradicciones del PSOE, creo que, de hecho, ya se desnudan solos ellos" no apoyando la moción, considera un dirigente, mientras otro miembro de la dirección asegura que "el debate con el PSOE, el martes, es secundario", porque Iglesias "tiene claro que la censura es al Gobierno". "Hubiéramos querido que el PSOE hiciera caso a lo que han votado sus militantes, pero no nos corresponde meternos en temas de otros partidos: nosotros a lo nuestro", resumen estas fuentes.
No obstante, dado que el PSOE tiene decidido abstenerse, Podemos contará únicamente con el apoyo de Compromís, ERC y EH Bildu, por lo que la moción no saldrá adelante. El propio Iglesias, hace unas semanas, admtió que el hecho de que la moción no prosperase tiene "enormes riesgos", si bien las fuentes consultadas asumen que Podemos tiene más que ganar que que perder. "El único riesgo que veo es que los medios que ya conocemos y los partidos del régimen intentarán vender esto como un circo, diciendo que no sirve para nada, pero cala más el relato de 'alguien tenía que hacerlo' o incluso el de 'hacía falta hacerlo'".
La presidenta del Congreso, Ana Pastor, aún no ha decidido si el debate durará uno o dos días. La votación, por tanto, podría celebrarse tanto el mismo martes como el miércoles 14, aunque en realidad, el resultado es lo de menos, porque se da por descontado que la moción no saldrá adelante. Será el relato que salga de la iniciativa por lo que pelearán los protagonistas en el Congreso. De momento, PP y Podemos preparan sus armas.