¿Todavía a vueltas con el amor? Manuel Cruz
Del buen periodismo y la mala política
Cuando el buen periodismo entra por la puerta, la mala política sale por la ventana. Admitirás que la entrevista a Núñez Feijóo este lunes en La Hora de La 1 ha sido un ejemplo claro de lo que hemos hablado muchas veces: el derecho a la información de los ciudadanos, fundamental en democracia, exige un periodismo capaz de ejercer dignamente su función. Silvia Intxaurrondo cumple su compromiso de servicio público al desmontar con datos contrastados mentiras tan gruesas como la de que el PP “nunca dejó de actualizar las pensiones con el IPC” (pincha aquí). Reconocerás que es una ofensa no sólo para diez millones de pensionistas sino para cualquier demócrata no sectario. ¿Te parece de recibo ese tuit con el que Feijóo pretende “aclarar” sus afirmaciones en lugar de rectificar y pedir disculpas? A mí desde luego no…
Porque estaremos de acuerdo en que no ha sido un lapsus. No es la primera vez que lo dice, y los supuestos lapsus reiterados se llaman mentiras. Todos sabemos que el PP impuso en 2012 con su mayoría absoluta y sin negociar con nadie una reforma de las pensiones que precisamente las desvinculaba del IPC y que sólo garantizaba la subida del 0,25% anual. Que fue exactamente lo que ocurrió, de modo que durante varios ejercicios los pensionistas perdieron poder adquisitivo. Podrán derogar la Ley de Memoria Democrática, pero no borrar la memoria individual ni colectiva.
Entre lo mucho que está en juego este 23 de julio, no es menor el riesgo de que la desinformación triunfe sobre el periodismo fiable, la mentira premeditada sobre el respeto a los hechos
Te confieso que no entiendo el empeño en torcer la realidad, salvo por ese proceso de imitación de las técnicas trumpistas al que asistimos tanto por parte del PP como de Vox. ¿Cómo se puede afirmar que el grupo Popular votó a favor de la ley que garantiza la subida de las pensiones de acuerdo con el IPC? (pincha aquí). Lo dijo Feijóo en el cara a cara con Sánchez y lo ha vuelto a repetir, así que descartaremos lo del lapsus. No hay excusa para afirmar con total desparpajo exactamente lo contrario de lo que ocurrió. Como no la hay para justificar la mentira sobre la investigación del caso de espionaje Pegasus en “un teletipo” del que no recuerda autoría. (Ni rastro, por cierto, del mismo en las principales agencias de noticias).
Entre lo mucho que está en juego este 23 de julio, no es menor el riesgo de que la desinformación triunfe sobre el periodismo fiable, la mentira premeditada sobre el respeto a los hechos, el desparpajo del vendedor de crecepelos sobre la honestidad de las convicciones. ¿Te acuerdas? Ambos preferimos mil veces antes la humildad de quien duda que la peligrosa seguridad del soberbio.
Seguimos mañana.
(Aquí puedes leer las entregas anteriores de 'Diario de campaña para un amigo de derechas').
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