Las santas, madres y reinas de la Navidad Cristina García Casado
Por qué los españoles sueñan con Osakidetza y los vascos ya no
La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, no tuvo un buen día aquel miércoles 8 de junio de 2022. En un anodino desayuno informativo animó a los vascos a que procesasen en su cerebro un “cambio cultural de usos y costumbres” a la hora de ir al médico. El Gobierno de Ayuso había elaborado meses antes unas polémicas guías en las que dejaba en manos de las enfermeras de atención primaria el diagnóstico y prescripción de tratamientos en una serie de patologías. Gotzone vio en el modelo sanitario madrileño una fuente de inspiración para Osakidetza y se vino arriba. Avanzó que los pacientes vascos tendrían que acostumbrarse a recorrer más kilómetros para recibir atención sanitaria, a resignarse a esperar su turno en consultorios sin médicos y a ver normal que los centros de salud permanecieran cerrados en vacaciones. El desayuno estaba organizado por Executive Forum España que, según su web, está especializado en “la creación de nuevas oportunidades de negocio”. El acto estaba patrocinado por los gigantes farmacéuticos Pfizer y GSK. No hay más preguntas, señoría.
Ibon Etxeberria no tuvo un buen día aquel domingo 7 de febrero de 2021. Este alto cargo de la Consejería de Salud cogió el coche para irse de Bilbao a Munguia y jugar al golf en el campo de Laukariz. Bilbao y Munguia estaban en alerta roja por su disparatado número de contagios de covid y los desplazamientos estaban prohibidos. Varios socios del club de golf le reprocharon en voz alta que estuviera allí. Ibon era miembro de la comisión de expertos encargados de asesorar al lehendakari en la gestión de la pandemia. Fue cesado fulminantemente. Este martes, los sindicatos denunciaron que Etxeberria acababa de ser nombrado gerente en Euskadi del grupo catalán Ambulancias La Pau, la empresa que lleva el grueso del transporte sanitario no urgente de Osakidetza. Este golfista accidental fue precisamente quien firmó en 2020, como alto cargo de Sanidad, la adjudicación del contrato con La Pau. Los trabajadores de ambulancias del grupo catalán llevan semanas en huelga indefinida en demanda de un convenio justo. No hay más preguntas, señoría.
Osakidetza era la joya de la corona. El sistema sanitario público que envidiaban todas las comunidades autónomas. El orgullo de los vascos, las vascas y el PNV. Era. Ahora, según el CIS preelectoral, es el principal problema en Euskadi
¿Pero qué es Osakidetza? Era la joya de la corona. El sistema sanitario público que envidiaban todas las comunidades autónomas. El orgullo de los vascos, las vascas y el PNV. Era. Ahora, según el CIS, es el principal problema que perciben los ciudadanos. Y eso que los datos no parecen cuadrar. El País Vasco tiene uno de los mayores ratios de gasto público sanitario por habitante del país. Un considerable número de médicos especialistas por cada mil habitantes. Hospitales que ya los quisieran en Alemania. Unas listas de espera digeribles. ¿Qué es lo que pasa entonces? Pues que el viernes 12 de enero de 2024, David Hernández, Fabi, acudió de noche al ambulatorio de Llodio, la segunda población de Álava en habitantes. No se sentía bien. Pero allí no había médico. Sólo dos enfermeras y un celador. El paciente, de 42 años, había sufrido un infarto. Falleció mientras esperaban una UVI móvil. Fabi era un tipo muy popular por su afición al heavy y ser uno de los impulsores del festival Laudio Metal. Su muerte conmocionó al Valle de Ayala, a Álava y al País Vasco. El candidato del PNV, Imanol Pradales, escogió precisamente Llodio para uno de sus actos de precampaña. “Osakidetza –dijo frente al PAC de la vergüenza– es quien nos cuida y nos cura. Ahora tenemos que curar y cuidarla entre todos”. No hay más preguntas, señoría.
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