Hoy me he levantado con antojo de escribir crónica social, crónica rosa. Soy muy fan de esos reportajes en los programas del corazón que nos informan de que una celebrity “disfruta de sus merecidas vacaciones”, una pareja famosa “pasea su amor por las islas” y un artista "hizo las delicias de sus fans”.
Supongo que este impulso repentino por el estilo narrativo de la prensa del corazón tiene algo que ver con el revuelo que ha organizado Granados en su declaración ante el juez el pasado lunes.
Esa mezcla que hizo Paco entre lo íntimo y lo “profesional”, con total naturalidad, es propia de una revista de sociedad.
De hecho, lo último de Paco ante el juez, podríamos contarlo así:
Hola, corazones. Tirar de la manta es tendencia este invierno, y el último en apuntarse a esta práctica que causa furor entre los que tienen asuntos pendientes con la justicia ha sido Paco Granados. Paco, con ese estilo castizo que enloquece a sus fans, acudió a la sala de la Audiencia Nacional, sonriente y con look casual, para deleitarnos con un concierto desenchufado. Paco mostró su lado más atrevido y desenvuelto. No faltaron, por parte del artista, guiños a sus excompañeros y excompañeras de partido. Hasta mañana, corazones.
¿A que quedaría mono contado así? El tono sería perfecto, si no fuera porque en “esta historia a la que usted se refiere” todo es más negro que rosa...
Desde hace días, ya sabíamos que Paco tenía intención de cantar y contar... Tal vez inspirado o contagiado por la fiebre cantarina de las celebrities del juicio Gürtel Valencia, el artista de Valdemoro se animó a preparar repertorio y calentar la voz para su performance.
Y así fue, el pasado lunes a primera hora de la mañana, con la fresca, el fresco Paco acudió a su citación y se plantó ante el magistrado Manuel García Castellón con la melodía de La Traviata en su Casiotone.
El pájaro cantor se puso a emitir gorjeos y trinos, sin descanso, hasta llenar de titulares todos los espacios informativos en prensa escrita, radio y televisión.
Sin prisa pero sin pruebas, Granados volcó en el escenario todo lo que llevaba en el interior de su ser, cual paloma en su momento All Bran. Eso sí, sin ánimo de herir sensibilidades: “No he venido aquí a acusar a nadie de nada”, confesó a los periodistas que le esperaban a su salida de la Audiencia.
El eco de su canturreo llega hasta hoy, las grabaciones de los trinos del ruiseñor valdemoreño nos han regalado nuevas frases musicales que sobrevuelan las tertulias:
– “Fue Rajoy, no Aguirre, el que descubrió Gürtel”.
– “Esperanza me contó que Rajoy le había dicho: fíate más del que es de pueblo –Paco– que del sinvergüenza del vicepresidente –Ignacio–”.
– “Cifuentes se convierte en las manos, los oídos y la voz de González. Se jacta de ser la que manda por orden del señor González”.
– “Cuando me cesaron, Rajoy me dijo: Paco, estate tranquilo”.
Las reacciones son diversas: Cifuentes ha presentado una querella criminal por injurias y calumnias; Marjaliza se siente decepcionado porque su socio no aportó pruebas –qué decepción, Paco, tío, con lo que has sido tú, tío, pensaba David–; y Rajoy ha dicho “ahí estamos” en forma de tweet, pero se refería al triunfo del Madrid sobre el PSG...
Y Aguirre... nada. Aguirre sigue hibernando, a ver si en primavera sale de la cueva, echamos de menos a la osa lideresa que afilaba sus garras en el madroño.
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En fin, tenemos nuevo tirador de la manta, ya estamos tardando en convertir este deporte en disciplina olímpica. A este paso, habrá más cantores por los juzgados que runners por las ciudades.
Por cierto, los pájaros no cantan para alegrarnos la vida, como nos gusta pensar poéticamente. Una de las razones fundamentales de un pájaro para cantar es la de “marcar su territorio, hacerse fuerte y alertar al prójimo”. Me lo ha dicho mi experto de cabecera, el divulgador ambiental José Luis Gallego. Y un pájaro, cante o no cante, no deja de ser un pájaro. Esto... lo digo yo.
NOTA DE LA AUTORA: Pido perdón a mi querido José Luis Gallego por el paralelismo entre sus pájaros amados y estos casos aislados de pájaros a los que yo me refiero.
Hoy me he levantado con antojo de escribir crónica social, crónica rosa. Soy muy fan de esos reportajes en los programas del corazón que nos informan de que una celebrity “disfruta de sus merecidas vacaciones”, una pareja famosa “pasea su amor por las islas” y un artista "hizo las delicias de sus fans”.